Capítulo 31

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Me sentía feliz de ver como mi Cassi, salía de ese pozo. Como buscaba nuevas alternativas, aquí estaba muerto de la risa con la nueva amiga de ella. Sofía era muy divertida y su novio también. Estaban en el parque y arrastraron a Cassandra, veía como disfrutaba del recorrido como paseaba y admiraba sus alrededores.

No podía negar que me daba tristeza, que a pesar de yo ser su amigo antes de comenzar nuestra relación, no la saqué de su encierro, me había enfocado tanto el olvidar mi amor, que la dejé sola, y por ello las cosas marcharon de esa manera, no me quería culpar por las cosas que no hice, pero, al ver como ella estaba disfrutando de esas cosas que pudo hacer y no hizo solo por temor, me hacía sentir culpable.

Alejé ese pensamiento, porque nadie era culpable de nada. La vida tiene un orden y así era el nuestro, ella tuvo que pasar por ello para poder descubrir por si misma lo que quería, yo para poder saber si la amaba y no era solo una obsesión y capricho. Pasamos por diferentes situaciones, duras y difíciles esas que nos ayudan a maldecir la vida por ser HP, pero al final de todo. Era hermosa, el respirar el poder luchar por lo que quieres caerte y levantarte.

—Me encanta verte tan feliz —dije cuando se sentó por fin.

—Y yo de serlo, de haber encontrado lo que me hacía falta —comentaba con una hermosa sonrisa.

Llevaba puesto un gorrito de lana, con un suéter por el frío que hacía por la época, se veía simplemente hermosa así de fresca y ligera. Observaba los alrededores que me mostraba y verla como niña pequeña me hacía sentir extraño. No podía explicar las sensaciones que siento.

Tuve que cortar porque tenía una reunión para una nueva campaña. De verdad que me gustaba esto de viajar de conocer, la parte negativa era separarme de Cassi, sin embargo, creo que eso era lo mejor para nosotros, porque una pareja no tiene la obligación de permanecer 24/7 juntos, deben tener ese espacio como amigos, pareja y personas. Extrañarse, hacer cosas sin la presencia del otro para poder tener historias que comentar, charlas más largas y complejas. Así como los momentos en los que se comparte como pareja.

Deseaba que compartiéramos una relación libre sin sentir que nos atábamos al otro, porque con ella aprendí con esa relación fallida con Ben, que estaba mal vivir para una persona, también hay que pensar en uno como un ser que siente y desea. Ella se desvivió por él y allí estaba, sin saber lo que es tener amigos, un lugar donde liberarse.

Y viéndola siendo capaz de ser, me daba por satisfecho. Comprendiendo lo que deseaba para nosotros y para mí.

♥♥♥

Bueno no podía estar más contento con esta nueva localidad, era nada más y nada menos que en mi hermoso país Puerto Rico. Porque esta sería una oportunidad única para llevar a Cassandra y conozca a mi Madre, había hablado con ella de los acontecimientos y se sentía un poco triste con ganas de vernos, nunca los había conocido en persona, solo por videos llamadas, no era lo mismo.

Ya los preparativos para recibir a Casi y a sus nuevos amigos estaba más que listo, porque ellos decidieron acompañarla, querían tener unas vacaciones y venir juntos era más que bien. A mí no me molestaba en lo absoluto, tener nuevas personas en nuestro entorno era más que aceptable, además ellos también tendrían su propio espacio, era una pareja también y obviamente que estarían con sus asuntos.

Estaba nervioso porque había tomado unas fotos de Cassi y se las había dado a mi amigo para ver si podía ayudarla con una exposición. Quedó encantado, quería ver más del trabajo de ella, lo que haría era que en su próxima exposición que sería unos días después de la llegada de Cassi, con lo que le di montarlas y ver el recibimiento de las personas, diría que es una colaboración para poder despertar el interés de otros.

Eso era más que suficiente, mi novia no tenía reconocimiento y empezar de la mano de un gran artista ayudaría para poder sacarla de las sombras, solo esperaba que no se molestara. Estaba por los pasillos del estudio y me llevé una desagradable sorpresa, pasé de largo, pero ella me detuvo.

—No me ignores —pedía ella tomándome por un brazo.

—Ya veo que no tienes vergüenza, Keira, después del desastre que armaste ¿todavía quieres hablarme? —comenté con ironía.

—Lo siento, hice mal de verdad lo siento —inquiría ella sorprendiéndome—, somos colegas tal como lo dijiste y después de lo que hice me sentí mal al ver que no había logrado nada, y más por aprovecharme de un momento muy doloroso, no tengo excusa, y tampoco derecho de ser perdonada, solo quería decirlo, para poder continuar y no hacer de nuestros encuentros incomodos.

No podía negar de todos los escenarios, nunca me imaginé que ella protagonizaría el del perdón, porque de verdad sí que no me gustó que hiciera aquello, pero no podía guardar rencor, ya fue una situación que pasó y con tal que no se repita, no tendría por qué vivir con ese sentimiento eternamente.

—De verdad me sorprende, igual ya pasó si te hace sentir mejor que te perdone está bien, solo no mal interpretes esto. Solo que no voy a vivir con un sentimiento innecesario en mí.

—Golpe bajo, pero me lo merezco, ella tiene mucha suerte de tenerte, mejor dicho, de tenerse. Eso era todo lo que deseaba decir, espero que estés bien y discúlpame con ella —enunció dándome una sonrisa que no le había visto nunca y se marchó.

Fue extraña esa escena, pero siento que era necesaria para los dos. Continue con mi camino con una sonrisa en mi rostro sintiéndome satisfecho con las cosas que poco a poco encontraban su lugar. 

Soltar #PGP2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora