Solo faltaba una campaña y todo habría finalizado aquí en Roma, me daba pesar despedirme de un lugar tan hermoso, sin embargo, ya sabía con quién vendría aquí. Me comportaba como un adolescente, no lo iba a negar, estaba enamorado, por fin mi ojitos lindos me había aceptado y cuando llegase a Miami, estaríamos juntos.
La sonrisa de mi rostro era más que evidente y todos mis compañeros lo notaban hasta misma Keira que me mataba con la mirada. Nunca fue mi intención lastimarla, y sé no fue la mejor manera de decirle, pero no encontraba cómo ser sutil y que comprendiera, ya que los días posteriores sus insistencias eran mayores y muy incomodas para mí. Cuando pasó lo del restaurante el día siguiente simplemente me trató como si nunca le fuese dicho que había alguien más en mi corazón.
—¿Vamos a comer esta noche? —Me preguntó con normalidad.
—No quiero ser irrespetuoso, Keira. Esta vez no voy hacerme el tonto y fingir que no sé lo que hay detrás de tus acciones e invitaciones, fui claro contigo, y mi aceptación no era porque te viera como una mujer para mí, solo una amiga y colega.
—Y Yo te dije que no me importaba.
La miré con incredulidad, ¿realmente había dicho eso?, no podía decir con seguridad cual era la expresión en mi rostro, podía sentir que expresaba todo lo que por mi mente pasaba, no soy la clase de chico que pensara cosas malas de las mujeres hagan lo que hagan, todas merecen respeto sea lo que sea. Por ello no sabía que decir sin sonar discriminativo o insultarla.
Me tomó por sorpresa ver cómo se acerca a mí para darme un beso, desvié mi rostro a tiempo para tomarla por los brazos apartándola.
—Eso Keira, de verdad no lo esperé de ti, creía que eras otra clase de persona, pero hoy me demostraste que no, somos colegas y por ello no puedo decirte que te alejes de mí, ya que podemos volver a ser parte de una campaña y ante todo soy un profesional, si te pido que fuera de todo ello no me busques más, ni si quiera me mires.
—Te aseguro que esto no lo olvidare Jorge, y me las cobrare, a mí nadie me rechaza —declaró molesta alejándose de mí.
—No quiero ser aguafiestas, pero debes cuidarte de ella, por allí corre un rumor que todos los que la rechazan ella los hunde con rumores falsos —comentaba mi compañero Ángelo.
—¿Y ahora me lo dices?
—Bueno, no pensé que la fueras a rechazar, creí que te gustaba y bueno que se yo —Se defendía.
—Bueno tranquilo no te sientas mal, pero no me gustaba, solo éramos amigos y nada más, al principio se mostró muy linda, no sé cuándo se transformó.
—Solo te pido ten cuidado de ahora en adelante.
—Tranquilo, y gracias —dije mientras me alejaba, el móvil me vibraba en el bolsillo. Un número desconocido—. ¿Si diga?
—Hola hijo, disculpa que te moleste —hablaba nana desde el otro lado de la línea, se le notaba llorosa, mi corazón se aceleró por completo en solo pensar en Cassandra.
—Nana, ¿qué está pasando?
—Hijo, no sé cómo decir esto —manifestaba ella rompiendo en llanto.
—¿Le pasó algo a Cassi?
—Es Ben, él... él ha muerto —dijo dejándome completamente anonadado.
—Nana, esto no es divertido, deja de hacer esas bromas de mal gusto, además no son lo tuyo.
—Hijo, qué más quisiera yo que fuera así —sollozaba ella intentando calmarse.

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Soltar #PGP2022
عاطفيةDesde que lo conoció su sueño siempre fue estar con él, ser su amor, su mundo y su universo. Después de mucho tiempo consiguió estar con él y formar parte de su vida, quizás no de la manera que ella deseaba, pero ya todo estaba hecho. Un matr...