Todos alguna vez se imaginaron que por ser una chica acomodada tenía mis privilegios, es verdad que si quería podía viajar, comprarme celulares de alta gama, ropas y zapatos. Es decir que tenía el mundo bajo mis pies, y no lo negaré así era. Sin embargo, nunca fui esa clase de chica. Siempre me conformaba con las cosas más sencillas de la vida.
Mi círculo de amigos solo fueron Benjamín, Jorge y Tony, convivía con hombres más que con mujeres, ellas siempre traían chismes y envidia, en cambio todos me cuidaban como una hermanita, y me enseñaban las cosas que necesitaba saber. Planeábamos viajes, pero nunca salieron de los bolsillos de nuestros padres, ahorrábamos para eso, siempre quisimos ser personas independientes, sacar el chip de que por ser ricos debíamos gastar lo que nuestros padres ganaban con sus trabajos.
Nunca fuimos así, y aquí preparando mis cosas para irme de viaje a Roma con Jorge, era un sueño que no podía imaginar, nunca había salido del país, no me llamaba la atención, a quien engaño, no salía porque viví anclada a un amor no correspondido, así de sencillo. Pensaba que comportándome como la sociedad esperaba podía ser feliz, y lo fui los dos primeros años, levantarme al lado del hombre que según yo amaba, verlo desvestirse y admirar su piel fue algo que me hacía sentir bien.
Al ver que los días pasaban convirtiéndose en años, donde nada cambiaba me encerré en mi burbuja me perdí yo misma, sintiéndome hoy en día que no sé quién soy. No puedo estar segura si solo me gusta quedarme en casa leyendo viendo televisión y comiendo, o ser una viajera como mi novio, eso sí sabía yo que lo hacía feliz y me enorgullece.
Hay muchas cosas que no sé, solo espero saberlo en este viaje, en este nuevo comienzo. Sofía me ayudaba a no estancarme, era ese espíritu libre que le faltaba a mi vida y le daba gracias a la vida por ponerla en mi camino, por hacerla llegar a mí y enseñarme lo que me perdí por muchos años. Me sentía contenta que decidiera acompañarme en esta aventura, iría con su novio, era un alivio porque así no me sentiría mal por si me quedaba con Jorge y temer dejarla sola, como dirían por allí, estaríamos juntos, pero no revueltos.
Hablaba con ella por video llamada mientras me ayudaba a escoger las ropas que debería llevar, pese de que nunca fui una vieja para vestir, me faltaba mucho mejorar las vestimentas casuales, y en eso ella tenía un gusto impecable, me gustaba como con lo que tenía armaba un oufit totalmente chick. Y sabía el motivo, su familia cuando niña al contrario de mí, pasaron mucho trabajo, carecían de todo, y muchas veces le tocaba repetir vestimentas, así que ella misma buscaba como combinar, tenía un talento nato para la moda.
Se convirtió en diseñadora desde joven y con ello pudo sacar a su familia de la dureza, siendo una diseñadora anónima para poder disfrutar de su libertad y privacidad. La adoré mucho más cuando confió en mi revelándome quien era, y eso fue la muestra más grande de amistad. Así que dejé un poco mis recelos y aquí estábamos como adolescentes planeando nuestro viaje con nuestros novios.
—Jorge me dice que me tiene una sorpresa, así que debería llevar algo un poco más formal —mencionaba yo mientras revisaba el armario sin estar segura de nada.
—Sí, eso me comentó también, No me gustan esas cosas, pero tengo algo en mente que lo resolverá todo, ya vas a ver, y tú déjamelo a mí —indicaba sofí haciéndome reír.
—Bueno confió en ti así que bueno, haz milagros.
—¡Oh no!, tu eres el milagro con esa cuerpa, todo queda bien, así que tranquila, te dejo, porque ya llegó mi chico.
—Cuídate y me lo saludas, no hagan desastres usen protección, no quiero ser tía todavía.
Me senté de manera repentina en la cama, miraba por el ventanal como el mar estaba calmo, y después de que le dije eso a mi amiga, un pensamiento llegó a mí. ¿Está mal que no esté preparada para querer un hijo?, me sentía un poco mal al no sentir esa sensación maternal, y pensándolo bien ni con Ben sentí eso. Debía preguntarle a Jorge al respecto, porque ya somos una pareja y su opinión también es importante. Me asusté cuando sentí que alguien se sentaba a mi lado y me abrazaba.
Mi nana estaba aquí y lloré al verla, tenía mucho que no la veía, estábamos muy ocupadas, y vernos se nos complicaba un poco, extrañaba tenerla cerca siempre, pero me alegraba mucho que no estuviera sola y que un gran hombre la hiciera feliz. Se le notaba diferente, más radiante y hermosa, llevaba unas vestimentas dignas de una mujer como ella, estaba increíble.
—Perdón por no poder haberte mimado como era, te ves grandiosa —halagué mientras la levantaba para admirarla mejor.
—No debes disculparte por algo que fue mi decisión, ustedes me pagaban lo suficiente para poder verme bien, pero me sentía mejor con lo que llevaba, solo que este hombre es insistente y fastidioso —indicaba con una gran sonrisa.
—Eso me alegra mucho, nana, mejor dicho, futura señora de Jensen.
—Se siente raro, pero me toca acostumbrarme, sin embargo, te noto un poco cabizbaja. ¿Qué pasó?
—Siempre de inquisidora —comenté mientras sonreía—, la cosa es que no se si está bien el hecho de que no quiera traer niños al mundo, muchas mujeres sueñan con eso, pero yo no siento esa necesidad, amo a Jorge, pero no entra en mi lista por ahora.
—Eso no te hace menos mujer mi niña, al contrario, te hace más responsable, porque sabes y estás clara de las responsabilidades que eso acarrea, y no deseas enfrentarla mientras no estés preparada, y es entendible, y más cuando viviste años sin disfrutar de la vida y lo que ahora deseas es la anhelada libertad —explicaba con simpleza haciéndome sentir mejor—, no te dejes engañar por la sociedad hija, las mujeres no solo son para traer hijos al mundo, esa no es la única tarea que tenemos en la vida.
» La sociedad es la encargada de poner en duda la mente de la mujer haciéndole creer que la mujer solo sirve para estar en la casa y cuidar a los muchachos y atender al marido. No para nada, la mujer nació para ayudar y ser ayudada, para vivir y ser, para demostrar que puede superarse, si tiene hijos soltera no la hace menos tampoco, la hace maravillosa e independiente.
» Mírame, yo no tuve hijos propios porque no quise, porque muy bien pude hacerlo, te cuidé y eso me bastó te vi y te veo como mi propia hija. Y con eso me daba por satisfecha, así que no sientas que, por no tener la sensación, eres menos que cualquiera que sí.
Era maravilloso volverla a escuchar, volver a sentir seguridad y claridad. No iba a negar que me estaba haciendo un pajar en la cabeza pensando en qué le podía decir a Jorge, pero estoy completamente segura, que él, ya lo sabe y mucho antes que yo misma. Igual debo comentarlo con él y saber lo que opina y quiere.
Continuamos arreglando las ropas mientras platicábamos de la evolución de mi exsuegro, y gracias a Dios, estaba mucho mejor. El volver a la empresa de manera directa y los cuidados de nana hicieron que sobrellevara el dolor. Así como hacemos todos, porque esto jamás pasara.
Se sentía tan bien estar con ella aquí en el sofá en tarde de chicas, preparamos comida, bocadillos y nos sentamos a ver tele, esas novelas que nos gustaba ver juntas. La extrañaba muchísimo, pero ya era tiempo de que cada una de nosotras siguiera su propio camino. Por más que la amara y deseara tenerla junto a mí, no era justo retenerla. Se había quedado dormida, agradecía que fuera un sofá cama, así que lo abrí para acomodarla mejor y dormir juntas allí.
Mi cabeza daba vueltas y vueltas, me preocupaba que Jorge no me apoyara, que por solo complacerme hiciera a un lado lo que deseaba solo para hacerme sentir bien mientras él no. Tampoco sería justo para él. En cambio, todo era cuestión de llegar a un acuerdo, y esperaba que así fuera.
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Soltar #PGP2022
RomansaDesde que lo conoció su sueño siempre fue estar con él, ser su amor, su mundo y su universo. Después de mucho tiempo consiguió estar con él y formar parte de su vida, quizás no de la manera que ella deseaba, pero ya todo estaba hecho. Un matr...