Capítulo 23

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No era fácil para mi estar parado frente a la tumba de Ben, había pasado muy poco tiempo para acostumbrarme a la idea de que ya no estaba. Hablaba con él como si realmente me escuchara, como lo hacíamos antes de entrar a la vida adulta, en esos momentos que nos sentábamos en el jardín a la luz de las estrellas a platicar de cualquier tontería.

—Cassi, está aquí conmigo Ben, venimos a contarte que decidimos estar juntos, eso pasó antes que tú... que tú... —No podía decirlo, se me había formado un nudo en la garganta que no me permitía hablar—, la cosa es que ella me aceptó, y venimos juntos para que lo supieras y prometerte que la haré feliz Benjamín, dedicare mi vida por llenar su mundo de colores, no tienes que preocuparte que ella estará segura a mi lado.

Cassi había ido al baño y estaba seguro que era para poder tomarse el tiempo y decir unas palabras sin derrumbarse. Más de un momento a otro sentí como alguien me abrazaba por detrás, creía que era ella, y me giré para devolverle el abrazo, pero mi sorpresa fue mucha al notar que no era así.

—¿Qué haces aquí? —fue lo único que podía preguntar.

—Me enteré de lo ocurrido y de lo importante que era para ti ese chico y vine a ofrecerte mi compañía, mi amor —indicaba Keira acercándose a mí de nuevo.

—Ni se te ocurra acercarte de nuevo a mí.

—No me rechaces Jorge, vine para darte mi apoyo y demostrarte que me gustas de verdad que quiero ir en serio contigo —volvía a insinuarse.

Me giré para dejarla allí, lo que menos quería era que Cassi viniera y la encontrara aquí, no había nada entre nosotros, pero la capacidad de Keira para entender que no deseo nada de ella era tan nula, que la creía capaz de crear un romance para arruinar mi relación.

Cuando me giré para marcharme ella me tomó del brazo para darme un beso. Era lo que me faltaba para que este día se fuera a la mierda. La tomé por el rostro para alejarla de mí, no quería ser rudo con ella, una mujer no merece ningún tipo de maltrato, por más acosadora que sea. Pero Keira se resistía. Se aferró a mi posando sus brazos en mi cuello, dificultándome la tarea de quitármela

—¡¡Vaya manera de decirle a Ben quién es tu novia!! —manifestaba la voz de Cassandra y el tono que usaba, era de decepción total.

—Por favor, Cassi. Sonora cliché, pero no es lo que crees, debes creerme —supliqué, esto no podía quedarse así, ¡maldita sea mi suerte!

—No seas descarado Jorge, si tú mismo me dijiste que terminara la campaña y que viniera a acompañarte, lamento llegar tarde —indicaba Keira agregándole más leña al fuego.

Eso fue suficiente para que Cassandra saliera de allí hecha una furia. Corrí tras de ella, me fue imposible alcanzarla, se marchó en un taxi.

—Ya que ella se fue me puedes llevar, bonito auto —indicó esa arpía sin más, como si no fuese hecho nada.

Antes de mirarla intenté calmarme, no estaba en mi decir cosas hirientes para maltratar a las mujeres, las aprendí a tratar fuera el caso que fuera. Sin embargo, esto estaba sobrepasando los límites de mi cordura.

—Esto Keira, fue el colmo de todos, soy un caballero y no me caracterizo por ofender, sin embargo, los pensamientos que cruzan por mi cabeza no son para nada lindos —expresé con rabia encarándola sorprendiéndola—, si crees que con todas estas estupideces harás que me acerque a ti, estas logrando lo opuesto, porque ni como amiga te quiero, ni como compañera tampoco te quiero, aléjate de mí, que esta sea la últimas vez que vea tu rostro Keira, porque jamás te perdonare esta ridiculez que acabas de hacer, te hablé con la verdad, date tu puesto como mujer y acepta que no a todos puedes gustarle.

Me giré para dirigirme a mi coche e ir tras Cassi, sabía dónde buscarla y me fui hasta allí, muchos pensamientos cruzaron por mi cabeza de cómo pedirle disculpas de cómo explicarle que lo que vio no era lo que pensaba. Esto no era lo que me imaginaba para comenzar nuestra relación, y menos frente a la tumba de mi hermano, no podía creer como esa loca, porque no tiene otro adjetivo, pudo llegar hasta allí, y justo cuando estaba con ella.

Esto no tenía sentido y temía que su obsesión traspasara los límites y nos lastimara. Así que mientras iba de camino, hice algunas llamadas. Mi cabeza era un caos, no sabía que decir, ella era mi vida han sido años donde mis sentimientos fueron solo para ella, admito que durante ese mes intenté darme mi propio espacio para olvidarle, la cosa es, que la amo, le amo de verdad, y no veo mi vida sin ella ahora que tengo esa oportunidad.

El saber que estaba con Ben, debería haber sido motivo suficiente para olvidar mis sentimientos, pero no fue así. Estaban allí, solo que no los manifestaba por respeto, a lo mejor era porque sabía que él no la amaba y deseaba protegerla. Ya que estoy segura que, si las cosas fueran sido diferente, mis sentimientos hubieran cambiado. O quizás no, nunca lo sabré.

Estaba cerca de la playa preparándome mentalmente para lo que haría, porque daría mi vida para recuperarla. Estacioné el coche donde correspondía quité mis zapatos dejándolos en el asiento caminando hasta la playa. Estaba sentada en la arena admirando el ocaso, me había percatado de su corte de cabello, se veía más hermosa que nunca, además todo en ella le sienta bien. Me senté a su lado sin que se inmutara.

No era momento para hablar. 

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