CLÍNICA COWELL (editada)

/diez/

LOUIS POV.

La cabeza me daba vueltas como si se tratara de una noria, provocándome un mareo casi insoportable. El cansancio físico no se podía comparar con el psicológico, pero era en el que la gente ponía más atención al verme. Odiaba mi reflejo en el espejo. Porque sabía todo lo que se escondía detrás de aquellas ojeras infinitas, palidez extrema y caída del cabello. Una adicción que me había repugnado desde el primer día. Y la había amado tanto como aborrecido. 

El camino hacia la consulta se me hizo pesado, como si cada paso que daba lo hiciera con un zapato hecho de plomo. Harry andaba a mi lado, con la cabeza alta y gesto serio. Se veía bastante mejor que yo aparentemente, porque se me abría un vacío en la boca del estómago cada vez que le veía a través de los ojos. De precioso color verde. Realmente eran bonitos. 

- Buenos días, Louis. ¿Quieres tomar asiento?-

- Hola, doctor Brown.- 

- Me puedes llamar Daryl, si te sientes más cómodo. ¿Cómo te sientes hoy?- 

- Exhausto. Cada mínima cosa que hago me agota, no solo psicológicamente, sino físicamente también. Y el sentir un cansancio físico, la cabeza me empieza a dar vueltas y me golpea la cruda realidad: esto me lo he buscado yo solo. Y es horrible tener tan mala imagen de uno mismo porque no te dan ganas de mejorar o enfocarte en ti lo más mínimo. -

 - Supongo que has experimentado el mismo estado durante los últimos días, ¿no?-

- Así es.- 

- Es totalmente normal sentirse de esa manera. Quiero que sepas que uno de mis objetivos contigo es hablarte totalmente sincero, por lo tanto, algunas cosas van a sonar duras, pero eso implica una aceptación más temprana de la realidad. Y eso implica que vas a empezar a sanar y, sobre todo, a querer hacerlo, antes. Acabas de vivir el rechazo de tu propia familia, algo que nadie merece. Es un trauma muy duro y que ahonda mucho en la persona, a lo que hay que sumarle tu adicción. Y el intento de suicidio no queda atrás, siendo una respuesta totalmente coherente a lo que estabas pasando. Esa huida que tuviste en aquel momento se refleja en la percepción que tienes de ti mismo y como no te gusta lo que ves e tu reflejo, tanto literal como metafórico. Pero quiero que quede claro que eso no es culpa tuya, sino de las circunstancias en las que te has visto envuelto, durante tantos años, sin quererlo siquiera.- 

- Eso significa que, aunque he pasado por algo muy difícil y que ahora todo se me va a hacer cuesta arriba, algún día conseguiré sanar. Al menos, parcialmente.- intenté hacer un pequeño recuento, sobrepasado por la situación.

Estaba claro que la debilidad me estaba carcomiendo por dentro, cada día más. Me dolía la cabeza a todas horas y me costaba escuchar lo que los demás me iban diciendo, digiriendo la información poco a poco. No tenía ninguna esperanza en superar las drogas, acabarían terminando conmigo de una manera u otra: o por tomarlas o por lo contrario. Y estaba muriéndome sin duda alguna. 

- Eso es, Louis. Sé que ahora es muy complicado tener algo de esperanza o ver la luz al final del túnel, pero al final se consigue. Sino lo crees, pregunta a cualquiera. Piensa que estás rodeado de gente que tiene problemas como los tuyos y que están en proceso de sanación también. Te aconsejo que no tengas miedo a hablar. Con nadie. Sé que te vendrá bien, porque han sido muchos años escondiéndose. Y ya es hora de abrirse.-

- Gracias. Lo intentaré.- 

- Me gusta esa actitud.- comentó, sonriéndome. Me sentía cómo estando con él, eso era un avance. No me suelo sentir cómodo con la mayoría de hombres, aunque parezca una paradoja, así es. Nunca he sabido buscarle una respuesta coherente.- La sesión de hoy me gustaría que se centrase en tu familia: el funcionamiento que tenías, la convivencia, cada miembro... Me gustaría remontarme al inicio de tus problemas y empezar a entender las diferentes vivencias dentro de tu casa. ¿De acuerdo?-