HARRY POV
Como cada día que pasaba y, desgraciadamente para mí, volví a despertarme. No había ruido aún, por lo que supuse que aún era de noche o una muy temprana hora. Todo estaba sumido en el más torturador de los silencios, en el que mi cabeza empezaba a girar cada engranaje hasta que el humo me dificultaba la respiración. Cada mínimo movimiento que llevaba a cabo me pesaba demasiado. Volví a cerrar los ojos, con la esperanza de acercarme lo más posible a la muerte que tanto deseaba: dormir. Y parece ser que lo conseguí, ya que lo siguiente que recuerdo eran unos golpes secos en la puerta.
Bajé de la litera y empecé a vestirme, fijándome en que Nial aún se encontraba bajo las sábanas. Al terminar de colocarme el uniforme, me dispuse a cepillarme el cabello y a reflexionar sobre los últimos acontecimientos, llegando a una sola conclusión: todo era tan distinto que se me retorcía el estómago nada más de pensarlo. ¿En qué momento hablaba de mi pasado, de aquellas situaciones tan difíciles y perturbadores para mí, con gente que realmente eran desconocidos? Sin embargo, algo me llamaba a arriesgarme, a aceptar la compañía de otros, disfrutando hasta cierta medida de su simple presencia. Nada más que el hecho de estar completamente solo y roto respondía a la pregunta. Cada pieza que forma mi alma está hecha añicos, esperando a que alguien tuviera suficiente valentía como para acercarse y arreglarla poco a poco, devolviendo un trocito de vida que tanto anhelaba. Una vida que había quedado tan atrás que la recuerdo con una asquerosa opacidad: sensaciones, risas, colores... Todo aquello se lo había llevado el viento como una pluma de pájaro. Tal vez, el apoyo de alguien más le ayudara a curar. Alguien con un nombre, un apellido y una historia que contar.
- ¿En qué piensas tan concentrado?-
Me giré bruscamente, sin esperar que alguien rompiera mi estado de reflexión, encontrándome con Niall sentado a la orilla del colchón, mientras se rascaba un ojo.
-Pensaba en... cuanto te detesto- le contesté, con una sonrisa sarcástica.
- No me digas cosas tan bonitas, que me ruborizo.- me dijo en un tono irónico.
No pude evitar echarme a reír, nada más con el gesto en el rostro de Niall. Y cuanto más se reía él, con la risa tan escandalosa y tan maravillosa que tenía, más lo hacía yo. Una escena digna de admirar, diría yo. Era un simple sosiego el que sentía cuando reí, no obstante, el principal problema recaía en que pocas veces aquello ocurría.
Mientras desayunábamos, recaí en que hoy me volvía a tocar ir a la psiquiatra. Resoplé cansadamente y me apiadé de mí mismo. Me parecía de los actos más desagradables el sentirte obligado a hablar con un total desconocido sobre temas realmente repulsivos para uno. Y eso era exactamente lo que yo tenía que hacer con esa señora que, por cierto, me irritaba enormemente.
Un enfermero vino a por Louis y por mí. Caminamos juntos aquellos pasillos que tan angostos me parecían, mirando de reojo de vez en cuando, fijándome en cómo se mordía las uñas, nervioso. Finalmente, llegamos al pequeño hall y cada uno entró en su respectiva consulta, no sin que antes Louis me deseara suerte, a lo que yo sí le respondí esta vez lo mismo.
- Buenos días, Harry. Siéntate si estás más cómodo así.- me saludó, con aquella sonrisa que tanto me sacaba de quicio.- ¿Cómo te ha ido desde el último día que nos vimos?-
Me paré a pensar la respuesta. ¿Debía de decirle realmente como me sentía o simplemente un borde "bien"? Opté por la primera, ya que no me apetecía que se quejase y siguiese insistiendo. Era algo que realmente me molestaba de la gente. Que insistiesen. Si yo no te he dicho algo, tendré mis motivos. No hace falta que me sigas preguntando. También soy consciente de que me irritan la mayor parte del comportamiento de las personas, sobre todo si yo mismo estoy de por medio. Sin embargo, mis propias vivencias habían sido las que me habían esculpido así, por lo que era demasiado pronto para cambiar la manera en la que tomaba la conducta de los demás.
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CLÍNICA COWELL (editada)
FanfictionHarry Styles es ingresado en la Clínica Cowell, un hospital psiquiátrico situado a las afueras de Bradford, una ciudad inglesa en el ecuador del país, tras un intento de suicidio. Entre paredes blancas y una exhaustiva vigilancia, intercambiará mira...