Capítulo 3.

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"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos".

✟Pablo Neruda✟

NARRADOR OMNISCIENTE.

Jennie siempre fue reservada, ella cree que desde cuna, por eso, siempre se le fue muy difícil conseguir amigas, su círculo era pequeño y se encontraba la mayoría de veces con ellas cuando llegaba a la universidad. Dos enormes sonrisas la esperaban en la entrada, la primera era la de Kim Jisoo, su mejor amiga desde la infancia y con la cual sus padres más le dejaba interactuar.

La otra era Kim Do-yeon, una chica hermosa que a diferencia de Jisoo, tenía el pelo pintado de rojo, unas pestañas largas y era algo menos... abierta en lo que al tema de relaciones nos referíamos. Jisoo tenía el pelo tintado de naranja, lo cual le quedaba increíble, pero sus padres detestaban eso, decían que a Dios no le gustaba eso, con lo que Jennie jamás lo intentó.

Jisoo era cuatro años mayor que Jennie, estaba en su tercer año de universidad, a ella no le faltaba mucho para terminar. Doyeon a penas y estaba empezando al igual que Jennie, las tres chicas eran buenas amigas, se divertían y pasaban tiempo juntas.

Aunque Jennie era la más limitada y reservada de las tres, eso no le impedía escuchar muchas de las conversaciones «Atrevidas» departe de Jisoo -y de vez en cuando de Doyeon- lo más increíble de todo, es que, Jennie a veces ni interés le mostraba.

Jamás capturó su atención, ella solo tenía algo en mente ser el orgullo de su familia, no quería que su padre se decepcionara de ella. Su orgullo y su honor estaba primero.

Por otro lado, Lisa prestaba atención a aquella universidad de la que Minnie tanto habló, era común, tanto que se pensó si entrar o no.

Hastings University.

Una universidad bastante famosa -más que el mismo pueblo- era grande, y se veían las comodidades. Había muchas personas, y es que a contar las casas no parecían que por el pueblo habitaran tantas personas.

Pero seguro había muchas calles que Lisa todavía no había investigado, esa fue la conclusión a la cual llegó Lisa.

—¿Perdida? —Lisa desvió la mirada, apartándola de todo el lugar para centrarla en una rubia un poco alta y con una sonrisa amable.

Lisa no era sociable, evitaba tipos de conversaciones monotonas que terminaban en simples y llanas despedidas, por esa razón, siempre prefirió alejarse de hacer amigos teniendo lo menos posible, en este caso ella sabía perfectamente cuanto le convenía tener amistades.

Admiró las facciones de la otra, cabello largo y rubio, ojos no muy grandes, una bonita nariz, un bonito cuerpo. 

<<Sin duda es guapa>>. Pensó la pelinegra.

—Algo —musitó—. ¿Tú eres...?

La rubia tendió su mano, esperando que Lisa la estrechada, luego de unos segundos observándola con suspicacia, aceptó y la estrechó.

—Park Chaeyoung, pero tú puedes decirme Rosé. Un gusto —le dedicó la sonrisa más auténtica.

Luego de tener una mañana agitada, ella consideró que conocer a una persona como Rosé, era justo lo que necesitaba. Percibiendo a una persona auténtica y amable en la chica que tenía al frente, no dudó en darle una sonrisa sin separar sus labios.

—Lalisa Manoban, pero me puedes decir Lisa. Es un gusto Rosé —sonrió con amabilidad.

—Sin duda eres nueva, nunca había visto antes y es muy raro no conocer a alguien de aquí ¿Hace cuánto te mudaste? —Rosé se interesó.

Amando La Terquedad De Tu Alma. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora