"Hay menos maneras de hacer el amor de lo que se dice, pero más de lo que se cree".
✟Colette✟.
NARRADOR OMNISCIENTE.
Lisa jamás se esperó que aquel momento llegara tan de golpe. Era sentir a Jennie contra sus labios, era mucho más que sólo mirarla desde lejos. Estaba en el agua, con Jennie rodeándolas con sus piernas, una boca inexperta sobre la suya pero que sabía como ninguna otra. Unos brazos rodeándole el cuello, y ella pegándola a la orilla de la psicina, presionando sus cuerpos.
Los labios de Lisa no querían llevar a la castaña a un ritmo muy rápido, ya de por sí le costaba seguirla, así que siempre trató de mantenerla a un buen ritmo. Las manos de Jennie estaban fuertemente amarradas a su cuello, como si temiera a caerse.
La castaña estaba en su propio mundo, pero lo compartía con la pelinegra. Sus habiles manos sostenían sus caderas, y su boca tomaba la suya con experiencia y lamentó no saber como manejarlo.
Era un beso más que fosogo, un beso que exigía más, pero al mismo tiempo pedía que todo fuera lento. Lisa no tardó en atrapar el labio de la menor, muy lentamente, robándole un jadeo casi inaudible.
Y cumplió su sueño, mordió el labio de Jennie con tanta suavidad, y lo llevó con ella para luego acercar y chuparlo.
Las manos de Lisa rodeaban a Jennie, arrastrandola más hacia ella, en un beso el cual aunque no quisieran, subía de intensidad, llevándola a alguien hasta sentirse mareada. Los labios de Lisa eran expertos, sabía como moverse. Y Jennie no quería perder el tiempo para aprender.
Lisa tomó a la coreana por detrás y pegó más sus bocas -si es que era posible- Jennie sentía aquel bulto el cual presionaba justamente con su zona más sensible la cual latía con desespero. La lengua de Lisa no tardó en entrar a la boca de Jennie, tomando aquella con fervor.
—Mmmh... —gimió Jennie entre el beso.
Se separaron por un segundo para tomar aire, pero no pasó nada cuando sus bocas se volvieron a unir, creando sonidos y respiraciones agitadas. Jennie posó sus manos sobre los hombros de Lisa, pero no precisamente para separarla.
La tensión del momento incrementaba, ya no era sólo un beso inocente, no, ambas deseaban más. Y aunque Jennie se decia que estaba mal, no podía alejarse, Lisa la tenía contra la pared y sus ganas de seguir el beso eran grandes.
Para Lisa Jennie tenia una boca caída del cielo, suave, unos labios adictivos los cuales eran recién probados y recién sentidos por alguien. Un cuerpo lleno de curvas por las cuales se podía perfectamente perder.
Sus labios fueron bajando por el cuello de la menor, y chupó ahí, dejando una marca.
—Lisa... marcas no... —rogó Jennie, entre cortantes jadeos.
—Tu boca... toda tú Jennie, te quiero probar —la respiración de Lisa era agitada, permitiéndole a penas poder hablar.
Jennie subió su mano y con su pulgar, acarició el labio hinchado de Lisa, y supuso que el suyo debía de estar igual o peor. Ambas se miraron a los ojos, como si aquellos dijeran todo y sí que lo hacían. Los de Lisa brillaban, estaba feliz, reflejaba tranquilidad. Y los de Jennie por igual, con la diferencia de que estaba un poco más preocupada.
Era su primer beso, pero también la primera vez -a pesar de haber sido tomada de la mano por muchas personas- Lisa había sido la unica en provocarle ese tipo de sensaciones. Placenteras, y calientes.
Jennie la miró por unos segundos más y ahora fue ella la que se animó a besarla, la tomó por la mejilla y metió su lengua sutilmente en la boca de Lisa. Ese atrevimiento no había hecho sino poner a Lisa al cien -más de lo que estaba- le encantaba como había tomado la iniciativa.

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Amando La Terquedad De Tu Alma. (Jenlisa)
RomanceJennie Kim era la famosa y muy recatada hija del pastor, claro, famosa por lo hermosa y recatada porque nadie se podía acercar con malas intenciones. Siempre ha sido muy cuidadosa y ordenada, tanto así, que sabe lo que quiere hacer en diez años a fu...