Capítulo 28.

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"Apaga la luz y enciéndeme".

LALISA MANOBAL.

Esta mañana era como despertar y que el sol en vez de molestar, no hiciera sino alegrarte el día. Eso ocurría conmigo hoy, y no era inexpiclable, sabía perfectamente quien era la causante de eso. Tenía nombre y apellido.

Jennie Kim.

Y como negar algo que estaba más que obvio, desde que Jennie entró a mi vida esta había mejorado, aunque ella todavía siga tímida, cosa que entiendo, pero sé que con el tiempo se irá soltando, que es lo que más deseo.

Una sonrisa se plantó en mi rostro cuando por mi mente pasó los acontecimientos de la mañana. Era estúpido, pero sin duda hermoso, y no sé en que momento Jennie dejó de verse como algo simplemente sexual, algo que quería poseer; a verse como una mujer en la cual no podía dejar de pensar y estaba cada vez mas adentro de mí. Ella era unica.

—Wepa, pero si mira a quien tenemos aquí —Rosé se colocó a la par mía—. Y con una enorme sonrisa.

—A mí se me hace que a Manoban se le cumplió anoche —festejó Somi.

—Ja, ja, ja —fingí una sonrisa—. Saben perfectamente que no me acosté con ya saben quien, y que mi noche se fue a la mierda por esa pelea con Kai.

—Pues sí es cierto —afirmó Jungkook—. Todos fuimos testigos de como la felicidad no duró tan siquiera cinco segundos.

—Pero seamos realistas —Rosé colocó su mano sobre mi hombro—. Si eso no hubiese ocurrido, las horas se te pasan muy lento con Nayeon.

Fruncí los labios en desagrado, —No pasó nada, ni iba a pasar nada.

Principalmente porque no estaba viendo Nayeon mientras nos quitábamos la ropa, sino a Jennie. Y ya no sé que es peor, no poder funcionar con alguien o pensar en Jennie mientras estoy a punto de hacerlo.

—Eso dices ahora, pero te veías algo agitada cuando bajaste de la parte de arriba.

—Paren con esos comentarios —le espeté a Jungkook—. No quiero que los sigan, se supone que son mis amigos, no tienen que andar diciendo eso. Y no pasó nada con Nayeon, ya se los dejé muy en claro.

—Por favor, Manoban...

—Buenas tardes —el director interrumpió a Somi—. Quiero a ustedes cuatro en mi oficina, sin un minuto de retraso, y es para hoy.

Pasó directo hacia el grupo de Kai, el cual no dejaba de mirarme mal. Sabía que esto no podía terminar bien.

Si la mañana inició con buen pie, ya pueden irse imaginando el resto del día. La felicidad era poca.

*****

—¡Esto es inaudito! —gritó el director.

Jennie, Somi, Jungkook, Rosé, Kai, Nayeon, Jisoo, Doyeon y yo. Así estábamos los nueve en la oficina. Sin ni siquiera poder mirar al director a los otros, y en realidad, amigos de Kai estaban en la parte de afuera, esperando que terminaran de regañarnos a nosotros.

—No ocurrió como te lo dijeron, papá —se defendió Nayeon—. Nosotros...

—¡Tú cállate, que luego tengo un buen castigo para ti. Hiciste eso sin pedirme el permiso, Nayeon!

—Bueno, pero no se despeluque —comentó Jisoo.

El director no hizo sino suspirar.

—No considero que la Pelea que hubo en mi casa estuviera bien. Y señorita Kim Jisoo, llamaré a sus padres —no fue una advertencia ni mucho menos una amenaza, fue una afirmación.

Amando La Terquedad De Tu Alma. (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora