Amando La Terquedad De Tu Alma. (Jenlisa)

Capítulo 20.

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única".

✟Jorge Luis Borges✟.

NARRADOR OMNISCIENTE.

Lisa bajó silvando las escaleras, la felicidad se le veía hasta en la manera de caminar, sus padres y su hermana se miraron entre sí. Preguntándose que bicho le había picado.

—¡Hola, familia. Que guapos que están hoy! —besó la mejilla de sus padres y por último la de Minnie.

—¿Y a ti que te picó? —dijo Minnie.

—Nada, ¿por? que rico se ve el desayuno —se sentó en la mesa y se sirvió del desayuno—. Delicioso.

—Pero si ni siquiera lo has probado —respondió Minnie.

—¿Y? todo lo que haga mamá es delicioso, es una chef de primera —y se metió el primer bocado a la boca—. Exquisito.

No era algo normal presenciar a Lisa de tan buen humor, usualmente, ella ni desayunaba. Pero tenía una luz en su cabeza que gritaba que algo había pasado para que Lisa estuviera.

Y era cierto, la noche se le había arreglado a Lisa con Jennie, y no solo la pelinegra estaba sí, sino que también Jennie. Aunque el único que se había dado cuenta fue Jaemin, esta tampoco quiso que sus padres lo notaran, que a juzgar. Hubieran creído que es por Kai.

Pero nada que ver.

Todo se resumía a una sola persona.

Cuando llegaron a la universidad, en la puerta, Jennie fue detenida por sus amigas, asimismo, interrogada. Su cara decía mucho.

—¿Por qué esa felicidad, Jendeukie? —interrogó Jisoo.

—Estoy normal, no sé de que hablas, Chu.

—No, no estás normal, casi siempre te levantas y vienes aquí con una cara de muerto. Y hoy estás radiante, sonriente e incluso, te brillan los ojos —opinó Doyeon.

—A mí se me hace que algo pasó.

Jennie estaba tentada a decirselo a sus amigas; y es que eran sus amigas, y ya le estaba ocultando muchas cosas. Pero no quería que lo de ella y Lisa saliera de ellas dos. Por lo mismo tanto, dio por sentado de que era mucho mejor mentirles, por lo menos hasta que se sintiera segura de decirle aquello.

Ni siquiera tenía una idea de si lo suyo con Lisa se alargaría.

Por ahora, se limitaba a recordar lo de anoche, y de como dio su primer beso.

—No pasó nada, solo estoy feliz, mis padres por fin no se levantaron dándome una lección... —se encaminó hasta su casillero con sus amigas a los lados.

—Pues creo que sí es suficiente para levantarse con una sonrisa.

—No, no es suficiente —interpuso Jisoo—. ¿Qué es eso? —levantó el cuello de Jennie—. No jodas que es un...

Jennie procedió a alejarse de golpe.

—Me di un golpe, o fue Jaemin, jugamos brusco a veces.

Se le olvidó cubrirse aquello. Se estaba muriendo de la verguenza, y Lisa sabía lo mal que estaba eso. No dudaría en echarle la bronca en cuanto la viera.

—Oh, vaya, ¿juega con la boca o cómo? —se burló Jisoo.

—No, Jisoo, sólo fue un golpe. Pasa todo el tiempo.

—En los años —comenzó Doyeon—. Que tenemos conociéndonos y que tienes siendo hermana de Jaemin, o sea, siempre. Jamás te hizo eso, Jen.

—Puede pasar, los tiempos cambian —se sentía encerrada ante tantas preguntas—. Paren con sus preguntas. Si quieren y le preguntan —vale, psicología inversa—. Jaemin les dirá la verdad.