Amando La Terquedad De Tu Alma. (Jenlisa)

Capítulo 34.

"Quiero ahogarme en tus labios, susurrarte con palabras mudas el deseo que siento por ti".

JENNIE KIM.

Estaba en el mismo lugar en el que me dijo Lisa, no me había movido. Mis manos temblaban un poco, no sabía lo que me esperaba en este día; pero confiaba en Lisa como jamás confié en nadie. Jisoo y los demás parecían estar al tanto porque en todo momento me dieron consejos tontos.

FLASHBACK.

—Tú relájate, cuando sientas que te toca la pierna, tu muévela un poco a su dirección para que sepa que tienes las mismas intenciones —me direccionó Jisoo.

Fruncí el entrecejo.

—Pero tampoco seas una lanzada, si ves que se le pone dura, ya ahí sí —ladeé la cabeza ante el comentario de Doyeon.

—¿Tú como sabes que ella tiene... pene? —quise saber, algo desconcertada.

—Jennie, ese no es el punto. El punto está en que no le puedes hacer una mamada la primera noche, eso es muy rapido —aconsejó Doyeon.

—¿Una qué?

—No le digas así, Doyeon, la pobre no sabe lo que es; la vas a asustar —rodó Jisoo los ojos—. Lo siguiente es que te relajes, ¿estás depilada?

—Bueno...

—No le preguntes eso, Jisoo. Ni siquiera se preparó —esa fue Doyeon.

—Tampoco es como que tenga que decir como voy —declaré.

—Esa es la actitud, Jenduekie —apoyó Doyeon—. Algo si te diré, no gimas bajito, a nadie le gusta eso.

—Pero tampoco finjas los gemidos, se nota cuando es exagerado —explicó Jisoo.

—¿Entonces? —alcé los hombros, dubitativa.

Ambas se miraron, y respondieron.

—Sé tu misma.

—Pero Lisa y yo no haremos eso —expuse.

—Amiga... ¿tú quieres?

Miré algo ansiosa mis dedos, —Yo... creo que sí.

—Un crees no es suficiente, piénsalo bien, no vayas a luego arrepentirte, no es bueno, Jenduekie —Doyeon tomó mi mano—. Pero eso sí, toma detalles, quiero saber todo. Si no es suficiente toma un video.

—¡No, video no! —exclamé—. Jamás me grabaría con Lisa... ni con nadie teniendo intimidad.

—Tranquila, Jendeukie —Jisoo hizo un ademán con las manos—. Está bromeando, sabemos que no harías eso.

Solté el aire.

—Bien. Pero no creo que Lisa quiera, no parecía ser su plan —inflé mis mejillas.

Lo cierto era que, yo sí quería. Sentía la necesidad de querer hacerlo; me atraía mucho, me gustaba como era ella y la manera en que mi cuerpo dejaba de ser mío para convertirse en el de Lisa. Su manera de tocarme me dirigía a otro planeta, era una tensión la cual hacía que mi zona latiera por su atención, iba a la par con mi corazón.

Donde no buscábamos sino aplacar el deseo que se asomaba por los valles de nuestra mirada.

—Créeme, si te invitó a eso, no fue para ver My Little Pony —se mofó Jisoo.

—Chu, no todo es sexo.

—Jen, cuando tienes ganas, deseas a la persona, y encima de eso, vas a estar a solas con esa persona; todo lo que grita tu mente en ese momento es una sola cosa. Sexo. Sexo y más sexo.