"Masturbarse es hacerle el amor a la persona que uno más quiere''.
✟Woody Allen✟
NARRADOR OMNISCIENTE.
Rosé estaba en una esquina, esperando atenta a que Jisoo saliera de su clase.
Esa mañana estaba planeando hablarle a la coreana. No sabía como iba a comenar; Rosé jamás fue una chica tímida en ese aspecto, no temía acercarse a una chica y hablarle.
Pero Jisoo no era cualquier chica, y la ponía nerviosa con el simple hecho de mirarle. Le resultaba atractiva y una chica con un aura llamativa. Definitivamente tenía algo, no sabía que, pero mirarla de lejos ya no le bastaba.
Estaba segura de que lucir fuerte y segura delante de Jisoo, sería algo que le traería buena suerte, dado que era lo mejor. Se había enterado que la castaña se sentía atraída hacia esa personalidad. En parte no la iba a fingir, Rosé tenía confianza en ella misma.
Había quedado con Lisa más tardo, dado que esta se había ido con Nayeon que le propuso terminar una tarea entre las dos. Ahora mismo se suponía que debían de estar en la biblioteca.
Esperaba que Jisoo no tuviera planes, ya que sin duda quería quedarse a conversar con ella y que se diera cuenta de que podían llegar a tener más cosas de las que ella creía en común.
Cuando Rosé notó que Jisoo salió, corrió hasta ella y cuando estuvo un poco cerca, caminó casual, hasta estar a su lado y así hablarle.
—Hola —saludó, casual.
Jisoo -la cual estaba guardando su cuaderno- levantó la mirada con el ceño fruncido, topándose con la media sonrisa en los labios de Rosé.
—¿Hola? —no se encontró raro que la otra le estuviera hablando, pero sin duda, no se lo esperaba.
—¿Qué tal estás?
—Bien —se detuvo—. ¿Y tú? —se puso frente a Rosé y esta ya sentía ganar, ya que nunca pasó de un hola con Jisoo.
—Bien, bien —y silencio. Rosé no quería que la situación se tornara incómoda, así que sacó un tema cualquiera—. ¿Cuál es tu siguiente clase?
—Oh, es historia, pero de vez en cuando la salto. ¿Cuál es tu materia favorita? —el corazón de Rosé le saltó del pecho al ver como Jisoo tenía interés en seguir hablando.
—Matemáticas. Soy muy buena.
Jisoo abrió los labios incredula.
—¿En serio? —Rosé asintió—. Yo estoy necesitando ayuda con matemáticas, se me horrible.
—Pues cualquier cosa aquí tienes una profesora, me encantaría ayudarte.
Hubiese sido un sueño que Jisoo hubiera hablado de esta manera antes con ella, pero ahora que lo estaba haciendo no se quejaba. Y Jisoo en el fondo no quería dejar pasar esto por alto, ya que veía que una chica estaba frecuentando mucho a Rosé.
<<No estoy celosa>>. Se decía la coreana a ella misma.
Pero lo cierto es que muchas cosas la delataban.
Siempre ignoró a la rubia, pero algo estaba cambiando y ambas lo había notado.
—¿Te puedo hacer una pregunta? —se dirigió Jisoo hacia Rosé.
—Sí, ya me la estás haciendo pero me puedes hacer otra —sonrió—. Adelante.
Jisoo jugó con su lengua, pensando en si estaba bien lo que preguntaría a continuación y aunque casi no pensaba a la hora de soltar las palabras; ahora resultaba diferente.
ESTÁS LEYENDO
Amando La Terquedad De Tu Alma. (Jenlisa)
RomansaJennie Kim era la famosa y muy recatada hija del pastor, claro, famosa por lo hermosa y recatada porque nadie se podía acercar con malas intenciones. Siempre ha sido muy cuidadosa y ordenada, tanto así, que sabe lo que quiere hacer en diez años a fu...