Capítulo 17

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Joey

Estamos todos parados alrededor de su tumba. Las palabras de Robert se repiten una y otra vez en mi cabeza.

—Esas pastillas no son tan factibles de conseguir, y no me refiero a las de dormir, me refiero a las otras. Eres médico, ¿No las tenías guardadas?

—Yo... jamás.

—Fue una mezcla, Joey, fueron pastillas epilépticas y para dormir, lo siento.

Toda la noche pensando y llorando, me llevó a una sola conclusión.

Las mismas pastillas que le di para dormir, son las que me dió a mí, y las que decidió tomar para acabar con su vida junto con otras que... No sabía cómo las había conseguido, ¿Ella era epiléptica?

El clima nublado y con una tormenta pronosticada, hacen del día, peor de lo que ya es.

Antes de ignorar a todos, hice lo que el motivo 99 pedía. Era más un pedido que un motivo.

99)Entrégale las cartas a todos.

Su madre llora en lo que el señor Wilson la abraza. Se rehúsa a aceptar que su hija ya no está aquí. Y ya no volverá.

Alguien se coloca a mi lado. Miro quién es y largo una pequeña risa ahogada al saber que lo hizo.

Anoche, Anne leyó la carta que Aislin le dejó,  frente a mis ojos. Luego de llorar desconsoladamente, dijo que lo haría.

Ella cumplió la promesa.

Entre tanto negro, Anne está de blanco.

La ceremonia termina y todos se van. Lamentan lo sucedido. Qué es una pena. Qué era muy joven. Qué blablabla.

Yo lamento no poderla haber ayudado. No saber que estaba mal. Yo lamento no darme cuenta de lo que estaba pasando. Ella parecía tan feliz....y los últimos días....esos momentos tristes....ella ya estaba decidida. Por más que me cueste aceptarlo lo tenía planeado de hace tiempo.

Me acerco a su tumba y me arrodillo. Miro durante un tiempo su lápida.

Aislin Wilson.

1992- 2015

Te extrañaremos por siempre.


Sorbo mi nariz en lo que dejo que mis lágrimas sigan cayendo. No he sido capaz de llorar frente a nadie, pero con ella, ¿Qué caso tenía fingir?

—Estos son...—carraspeo—...estos son mis 100 motivos, bonita—comienzo a leerlos en voz alta.

1) Porque amas con intensidad.

2) Porque eres obstinada y luchas por lo que quieres.

3) Porque eres de las que se lanzan. O es todo o nada.

4) Porque eres espontánea.

5) Porque nadie logró hacerme reír como lo hacías tú.

Y comienzo a hablar en presente, es lo que iba a hacer, ¿No?

6) Porque eres la mujer que quiero en mi vida.

7) Porque generas en mi cosas que creí jamás poseer.

8) Porque el sexo contigo es excelente.

9) Porque te entregas sin más.

10) Das sin esperar nada a cambio.

11) Porque eres mi fantasía hecha realidad.

12) Porque siempre creíste en mí.

13) Porque respetas y amas a los animales.

14)Porque.....

No pude seguir, la voz se me quiebra y bajo la cabeza para llorar con todas mis fuerzas. Poco a poco gotas caen del cielo. Pero no me importa nada.

***

Llego a casa empapado por la potente lluvia que se levantó.

Soy un pésimo médico. Pude haber hecho algo. Pude haber reaccionado. Pero estaba en shock, estaba tan preocupado que ni siquiera fui capaz de fijarme que pastillas ingirió. Pude haber hecho algo y no hice.

Fue mi culpa.

No pude salvarla.

Voy hasta la nevera y saco una botella de cerveza. Me siento en la cama.

Nuestra cama.

Acaricio su lado y cierro mis ojos con fuerza.

Tiro la botella estampándola contra la puerta y me aferro a las sábanas, a su olor.

Mi móvil suena. Al ver quién es lo ignoro por completo. Al no atender, me envía un mensaje.

Contéstame. Se trata de Aislin.

Rápidamente le marco y ella responde al instante.

Tenemos que hablar.

No es un buen momento.


Es sobre el padre de Aislin, Joey. Es importante.

Ese hombre no me...


Él y su padre abusaron de Aislin por años.

Suelta interrumpiéndome.

¿Qué?


Ella me lo dijo la noche que murió, antes de...

Que se quitará la vida. Anda, dilo, es la puta verdad.


Si te lo digo es porque ella me lo pidió. Esperaba y yo también espero, que sepas administrar la información y reaccionar con la cabeza fría.

¿Y desde cuándo ustedes hablan?


Desde hace años, Joey. Pero ese no es el punto aquí.

No, no lo era.

Mañana pasaré por ti.

Luego de eso, cuelga.

Me siento en el sofá y miro a la ventana.

¿Qué te pasó?—inspecciono el lugar.

—Nada, me caí.

—Okay, cambio la pregunta, ¿Quién te lo hizo?

Grito. Tiro las almohadas. Pateo el sillón. Rompo un jarrón.

Estoy invadido en ira.

—Me las van a pagar. ¡Juro que me las pagarán!

Cien momentos ✅  [ Libro 2 De La Biologia Cien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora