Capítulo 32

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Aitana

Miro a la ventana. Es lo que estoy haciendo desde que Joey se fue. Simplemente observar el día despejado.

La puerta se abre y giro a ver quién era.

Lleva tacones y un jean con una blusa. Está cruzada de brazos y se mantiene a una distancia prudente de mí.

«—Hola, hermanita»

Quiero decir. Pero las palabras no me salen. Supongo que es temporal, ¿No?

A pasos lentos y sin descruzar sus brazos, se acerca a mí. Más lo hace, más puedo ver su rostro. Sus mejillas húmedas, ha llorado. Y está....enojada.

—Lo has arruinado todo— dice entre dientes —, lo jodiste otra vez, Aitana.

«¿Qué?»

—¿No tienes suficiente con todo el daño que has causado? Siempre te he apoyado, siempre he sido tu maldito cómplice. Pero claro, dejaste de vernos, nos hiciste a un lado y arruinaste a la familia, la destruiste. Felicidades, Aitana — aplaude—, una vez más te llevaste el protagonismo. A ver cómo te va ahora que mamá no estará y yo mucho menos. Porque, por más que seas mi hermana, no te lo perdonaré jamás— su voz se quiebra —, estás muerta para mí, Aitana— se le salen las lágrimas — a partir de hoy lo único que tendremos en común será la sangre, porque, si preguntan por tí, diré que has muerto. Ya no eres nadie. Te quedaste sola y....

—¡Ariana!— grita alguien de atrás.

«¿Qué está pasando?»

Mi hermana...esto es una pesadilla.

Ella se da vuelta y veo que quién gritó fue Danna.

—Lárgate.— señala la puerta. Ella también estuvo llorando.

—Como sea, ya terminé.

No voltea a verme. Ni de reojo. Solo se limita a caminar hacia adelante hasta salir de la habitación.

Danna corre hacia mí y me abraza como puede. Ben entra y hace lo mismo.

—Lo siento tanto...siento tanto todo. Soy una mala amiga, yo....

La freno apretando su mano.

¿Por qué estaba llorando? Si yo ya me encuentro mejor, bueno, visualmente, porque en cuanto a mi organismo y dolores, no diré lo mismo.

Ya vi a todos y cada unos. Pero falta....

—¿D....don.....de?

—¿Qué?— se acerca Danna.

—M..

Mamá.

<<M. A. M. A. Dilo, Aitana, no es tan difícil.>>

—Ma...m..a

—¿Mamá? ¿Tu madre?

Asiento

—Eeh..

Danna fulmina con la mirada a Ben y es tan obvia que insisto.

«¿Dónde está?»

—Ella...

—Cállate.

«No te calles»

Diría, más solo me queda asesinarlo con la mirada. Me conocen, no me daré por vencida

—Por tu bien, Ben, cierra el pico.

«No hagan como si yo no estuviera. Si no me dicen ustedes acabaré por enterarme de otra parte.»

Él cierra los ojos y suspira.

—Ben— masculla Danna.

—Murió— farfulla.

—¿Qu... qué?— comienzo a temblar.

—Okay, tranquila, ¿Sí?

—N..o— susurró mirando a todos lados— ¡N! ¡N..o! ¡N...o! ¡No!

—¡Aitana! ¡Cálmate!

Intentaban controlarme, estaba retorciéndome en mi lugar , quería arrancarme los cables e ir con ella, comprobar que lo que decían no era más que mentira.

Siento un crack en mis costillas seguido de un grito que me lastima las cuerdas vocales.

Lo que controla mis latidos comienza a sonar rápidamente, me importa una mierda, quiero a mi mamá.

—¡Ve por el médico!—escucho a Ben a la lejanía.

Sigo gritando, ya que las palabras no me salen  mi cuerpo tiembla y mi cara está inundada en lágrimas.

—Aitana, tranquila—dice Danna preocupada.

Mis alaridos retumban la habitación. Me tiro del cabello con mis brazos temblorosos con mis ojos cerrados negada a lo que me acaban de decir.

—¡¿Qué pasó?!

Joey.

—Ben le dijo lo de su madre

Él me agarra de mis hombros e intenta calmarme, me abraza pero yo no hago más que llorar y gritar.

—Tranquila, chts, calma—me susurra al oído sin soltarme.

Poco a poco comienzo a ceder. Seguramente vino con alguien más y me están sedando.

—Mi...m...a..má—voy dejando de moverme.

—Calma—Joey me acaricia el cabello—. Tranquila, pequeña, todo estará bien.

Mi cuerpo vuelve a punto muerto y caigo en un sueño profundo.

Cien momentos ✅  [ Libro 2 De La Biologia Cien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora