EXTRA 3

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Lo prometido es deuda. Espero que les guste y no se olviden de comentar. Siempre los leo❤️








Maggie


—¿Es en serio? No inventes, amor....

—¡No me llames así, Jack!—me exaspero — o debo decir, Jackson —acabo entre dientes.

—De verdad, no sé de qué hablas.

Intenta acercarse a mí, pero lo esquivo tomando el cuchillo que tengo a mi lado.

Y de pronto, así de sencillo, cae su máscara. Toda su actitud inocente y desentendida se borra en cuestión de microsegundos.

Y sí, lo admito, tengo miedo.

—No te me acerques —mascullo apuntándole.

Él sonríe y da un paso. Yo retrocedo otro.

—Maggie....

—¡Maggie las pelotas!

<<Grrr, niña, ¿y eso?>>

—No cometas sus errores. ¿Sabes cuál fue el de ella? pensó que podía defenderse con un par de golpes, un cuchillo en mano,  y ¿Has visto dónde acabó? Dime, ¿quieres terminar igual?

Le doy una patada en su entrepierna, cuando lleva su mano ahí, paso el cuchillo por su playera cortando un poco de aquella tela y seguramente piel.

Chilla de dolor y sin soltar el arma, salgo rápidamente de mi casa.

Bajo las escaleras a la misma velocidad, y salgo acercándome hasta mi coche.

Intento ponerlo en mancha, pero no arranca.

Intento una....

Dos....

Y tres veces.

—Mierda—mascullo dándole un pequeño golpe al volante—. Funciona—suplico—. No ahora, chiquita.

Las lágrimas se me agolopan bajo los párpados.Y entonces se escucha un grito.

—¡Maggie!

Me doy vuelta y veo como él viene hacia mí a todo lo que da. Entonces, como si Dios, el universo, y mi mismo coche, hubieran estado escuchando mis súplicas, comienza a andar, y no tardo mucho en acelerar y huír de ahí.

Lo veo por el espejo retrovisor. Al principio me sigue, pero luego se detiene, quedando así en medio de la calle.

****

—¿Qué haces aquí? ¿Estás bien?— es lo primero que pregunta mi hermano al verme.

Seguramente mi estado no es para nada agradable. Seguramente estoy hecha un desastre, pero no puede importarme menos. Lo único que hago es abalanzarme hacia su cuerpo y abrazarlo. Abrazarlo tan fuerte como me fuese posible. Hacerlo como si nunca en la vida lo hubiera hecho, aunque es una de mis cosas favoritas.

—¿Qué tienes?

—No me sueltes— susurro en un hilo de voz.

Mis ojos se cierran con fuerza y escondo mi cara en el hueco de su cuello. Quiero estar así, quiero estar protegida. Mi hermano me protege, mi hermano es mi lugar seguro.

—¿Todo en orden?—levanto mi vista y me encuentro a Aitana. Nos mira confundida y yo me separo de él.

Mis labios tiemblan al querer decir lo que había pasado anteriormente, sin embargo, lo único que sale es un:

Cien momentos ✅  [ Libro 2 De La Biologia Cien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora