Cien momentos ✅ [ Libro 2 De La Biologia Cien]

Capítulo 20

3 años después

Joey

Ambos comparten mirada. Ella básicamente lo asesina a él cuando separa sus labios.

—¡Danna! ¡¿Quién demonios es Jackson?! ¿Si eres consiente de como está ella? ¡Habla!

—Soy consiente, pero si Aitana no te dijo nada, yo no debo hacerlo tampoco, no me corresponde.

Aitana...

Mierda, me odio.

—Danna— masculla Ben—, tiene que saberlo, ¿Cómo vamos a acabar con él si no pedimos ayuda?

—Habla.—insisto.

Ella cierra sus ojos con fuerza, suspira pesadamente y resignada, contesta:

—Jackson es— carraspea—...es su....su esposo.

¿Esposo?

<<Eso dijo>>

—¿De qué demonios hablas?

—Aitana estuvo durante años en una relación tóxica. Él la destruyó básicamente. En fin, ella tocó fondo y decidió denunciarlo. Las cosas se salieron de control y una vez que ella mejoró, nos mudamos de estado hasta aquí , ya que Jackson odia por alguna extraña razón, esta ciudad. Tuvo que cambiarse de identidad para estar a salvo.

—¿Tú no?

—No es de mi de quién huye y Jackson no es a mi a quién busca—se encoge de hombros —, escapó de la cárcel y claramente, quizo vengarse.

Cierro mis puños con fuerza. No conozco un solo Jackson que haya hecho algo benéfico.

—Dado que pasó esto, tememos que él siga aquí.

—¿Pero como es que nadie se dio cuenta? ¿Nadie lo vio?

—Una vez Aitana dijo algo como que le había parecido verlo, he intentó alejarnos a todos por "nuestro bien".

—Se... ¿Nadie te vio? ¿Nadie te siguió?

—¿Por qué me seguirían? Estuve siempre en lo de Maggie. —frunzo el ceño al ver que no se calmaba, de hecho, se puso peor—, estoy bien.

—Eso....eso está bien.... sí, está bien...muy...muy bien.

—Mírame—llevo mis manos a sus mejillas para que gire—, respira, tranquilízate, y habla.

—Me importas— suelta—, y mucho—seca sus mejillas.

—Irati...

—Y por eso necesito que no nos veamos más. No quiero que vuelvas a acercarte a mí, para nada, ¿Me oyes? Ni siquiera para devolverme un cubierto.

—¡Mierda!—me levanto abruptamente y camino sobre una misma linea.

—Tom ya está trabajando para encontrarlo, de hecho todo la central de policías de este estado está en ello—sigue Ben.

—Tengo miedo— confiesa.

—¿Qué está pasando, Irati?

—Hay mucha maldad afuera, y....no....simplemente no quiero que me pase nada, porque soy feliz. Mis amigos me hacen feliz, tú me haces feliz, porque estoy bien, cómoda y....no me quiero morir.

—No vas a morirte, solo fue un ataque de pánico, a mí también me solían pasar.

—¡Era eso!—freno y los miro—, por eso me dijo que tenía miedo. Ese día en el hospital, cuando tuvo el ataque de pánico.

Danna asiente en silencio bajando su cabeza apenada. Ben, por otro lado, se para y regresa a la sala de espera.

—¿Joey?

—¿Qué?—la miro.

—Tengo miedo...—confiesa en un hilo de voz—. Aitana es como mi hermana. No puedo perderla. Tiene que ser una broma, esto no puede estar pasando.

—Tiene que ser una broma—musita Anne entre lágrimas —, esto no puede estar pasando, no a ella.

Me siento a su lado y la abrazo de costado dejando que expulse todas aquellas lágrimas. Yo, por otro lado, no puedo llorar, tengo que estar fuerte, tengo que encontrar a ese hijo de puta, y hacer que pague por lo que ha hecho, y si a Aitana le llega a pasar algo...

Lo mato.