Kyle Scheible

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Tipo: Romántico

Rasgaba las cuerdas de mi guitarra viendo al horizonte, jugando con las posibles melodías que podía sacar. Sin que nada me importara realmente, quería perderme en el mundo y dejar de sentir que mi vida se iba a través de mis ojos. O mejor dicho que la luz de mi vida se iba, me había enamorado como una loca de un chico, que ni siquiera sabía quién era yo. 

Lo veía pasearse por la escuela con sus alborotados rizos marrones y en sus cansadas esmeraldas veía como todo perdía el sentido para él. Quería acercarme a él, poder conocerlo y sacar de mi cabeza esa imagen idealizada que tenía de él. 

Mis amigas sabían de mis sentimientos por Kyle, siempre me aconsejaban que me acercara a él que al menos le hablara. Y que de esa forma, todos aquellos pensamientos románticos tuvieran algún tipo de fundamento ya que no se puede caer rendidamente enamorada de alguien solamente por mirarlo. 

Pero lo que nadie sabía es que éramos amigos por correspondencia, me contaba de sus teorías conspiranoicas  y su visión del mundo. Como la decadencia humana iba quitándole el sentido a todo lo que una vez fue bello, Kyle me había confesado millones de secretos y él ni siquiera sabía mi nombre y aún así afirmaba que era la persona en quien él más confiaba.

Un día había entrado a un grupo de personas que se escribían correos para contarse cosas, muchas veces eran personas que no tenían con quien hablar de sus pensamientos porque les daba vergüenza o no tenían con quien hacerlo. Luego de un par de correos me di cuenta de que se trata de Kyle, en una de mis correos le pregunté por qué estaba en esto y me dijo que sus amigos solían decir que él no necesitaba de drogarse para subirse a esa nube, que los libros ya lo hacían por ellas. 

Fue en ese momento que comencé a ver al verdadero Kyle, ese que se esconde del mundo porque tiene que mantener su imagen de chico excéntrico inalcanzable. Iba a verlo de vez en cuando a algún bar, siempre sabía donde tocaría porque me lo contaba por correo, me invitaba a verlo pero yo no tenía el valor de pararme frente a él y decirle que era su amiga por correspondencia. 

Para el mundo entero era la asustadiza y tímida ____(TN), pero para él era Butterfy su amiga que compartía sus locas ideas sobre los celulares como futuro método de rastreo mundial. Un día en una de sus correos me escribió que conmigo se sentía de una manera distinta que podía ser él sin esconderse de nada. Solo yo había logrado sacar a Kyle Scheible de su coraza, decía que le gustaría mucho conocerme y quizás ir a tomar algo juntos. 

Aunque sabía muy bien a donde nos iba llevar esa salida, él no era un chico de tener citas románticas y tranquilas. Por supuesto que no, Kyle buscaba chicas para pasar la noche y divertirse un rato luego las dejaba y seguía con otra. No quería vivir ese sufrimiento, sentir que si le importo y que de la noche a la mañana yo deje de existir para él. 

Además ya había pasado por el estigma de ser la chica a la cual ningún chico mira, a la que le piden favores como fingir ser novios o la que le piden ayuda para conquistar a otra chica. A mí nadie me ve soy invisible y eso me duele como nadie tiene idea.

El día que supe que Kyle y Ladybird eran novios me quería morir, recuerdo haber llorado hasta que me desmayé de tanto dolor. Mis amigas me miraban con pena mientras que yo solo huía de sus miradas, me escondía donde podía sacar mis sentimientos por medio de las cuerdas de mi guitarra. 

Yo solo quería mostrarle que ella ni siquiera lo conocía, que nunca lo va amar como yo quiero amarlo. Pero Kyle solo ve a través de mí, si él tan solo me conociera dejaría de ser invisible y podríamos ser algo hermoso. 

La lágrimas comenzaron a bajar mis mejillas sin que yo pudiera hacer algo al respecto, quería sacar el dolor que llevaba en mi pecho. Pero no sabía cómo, sin pensarlo mucho comencé a escribir todo lo que sentía y no podía dejar de llorar mientras lo hacía.  

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora