Timothée Chalamet

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Pedido: arimagcasa 

Tipo: Smut 

|TIMOTHÉE CHALAMET|


 No podía sentirme más agradecido con la vida, pues todo iba saliendo muy bien para mí. Desde que hice la película "Call me by your name", los trabajos actorales había llegado a mi como abejas a un panal de miel. Desde ese entonces ya no tenía que audicionar, todos los papeles me eran ofrecidos sin dudar en mi capacidad para poder llevarlos acabo. 

Estaba feliz y emocionado, porque por fin podría divertirme haciendo lo que más amo en el mundo. La fama y el reconocimiento son un agregado que comenzó a llegar poco a poco y se volvió una constante en mi vida. Me costó un poco poder aprender a sobrellevarlo, hoy en día estaba más que acostumbrado a tener a los paparazis siguiéndome o un reportero buscando hacer alguna nota de mí. 

Lo que a veces me hacía sentir mal, era el perder mi privacidad. Ya no era tan libre para amar y querer a alguien porque todo el mundo se sentía con el derecho de opinar con respecto a mi vida amorosa. Me lastimaba el hecho de que las personas se sintieran con el derecho de criticar a la chica que estuviera a mi lado por motivos muy absurdos: que no era tan bonita, que no era talentosa, que solo buscaba fama, que me quería por mi dinero, que no debíamos estar juntos porque no éramos del mismo nivel social. 

Hasta la fecha mantenía una relación amorosa con Kylie, quien al igual que yo, era famosa por su calidad de modelo y mujer de negocios. Lo otro que teníamos en común es que ambos éramos alfas.

Ella de verdad creía que la relación entre ambos podía funcionar, pero habían cosas que me limitaban en mi actuar con ella. Stormi, era un encanto de niña, pero mi lado alfa territorial a veces quería gruñir cuando ella estaba cerca porque ella no era mi cachorro. Y yo tampoco me sentía capaz de criar a un cachorro que no es mío. 

Tenía la cabeza revuelta en mil y un pensamientos, lo que me tenía dando vueltas en la cama de un lado a otro. Intentaba no despertar a Kylie con mis inquietudes ya que por un lado estaba ansioso por la premier de Wonka. Cosa que me emocionaba mucho, fue un proyecto el cual disfruté al máximo mientras lo realizaba. 

Por el otro lado, algo que me tenía muy preocupado era que mi celo estaba por empezar. Tenía que revisar sí contaba con las pastillas suficientes para poder sobrevivir al evento sin delatar mi celo. Al no tener una compañera definida, mi celo era cada vez más violento y agresivo; principalmente a mi lado territorial aún estaba en búsqueda de mi pareja predestinada. 

Sabía que Kylie no podía serlo, ya que no sentí más que atracción física al verla. Desde pequeño he pensando en que solo amaré a mi pareja predestinada, mi padre siempre me contaba historias de cómo conoció a mamá y cómo en el instante en que la vio supo que ella era la mujer que sería su compañera de vida y la madre de sus cachorros.

Salí de la cama tratando de no despertar a Kylie, fui hasta el baño para poder refrescar mi cara. Me fijé en el frasco de pastillas rojas y no me quedaba muchas, solté una pequeña maldición por la mañana tendría que hablar con mi manager para conseguir más supresores o algún spray que no haga notorias mis feromonas. 

Tomé una fuerte respiración y me dirigí hacia el balcón de mi habitación. Cuando de repente sentí un olor muy delicioso, era a fresas; sin darme cuenta el calor comenzó a invadir mi cuerpo y mi corazón comenzó a latir muy fuerte. En ese momento lo supe, mi compañera estaba cerca.

Podía sentirla, estaba en este mismo edificio. Busqué con la mirada y vi una silueta de una chica; era del tamaño perfecto para mí, ni muy alta y ni tan baja, aunque sí podía asegurar que le sacaba una cabeza. Su cuerpo se veía algo menudo, iba cubierto por un polerón oversize negro que cubría parte de sus piernas. Su cabello iba oculto en una gorra con visera y alcancé a ver que usaba unas botas tipo militar.

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora