One shots de Timothée Chalamet

Hal (Henry V)

Tipo: Dramático

|TN VITORI|

Nervios era poco para lo que sentía en ese momento, estaba a nada de volver a ver al amor de mi vida. Por cuestiones de negocios de papá había tenido que dejar la corte real, recuerdo que solía pasar mucho tiempo con Hal; él era el hombre del que me había enamorado y no porque sería el siguiente rey de Inglaterra, claro que no.

Había descubierto en él un hombre muy sensible y carismático, podía hablar de lo que fuera con él y no me hacía sentir menos porque ser mujer; solía decir que admiraba como siempre estaba tan dispuesta a aprender cosas nuevas.

Mi corazón estallaba de felicidad cuando me decía esas cosas. También recuerdo lo bien que lo pasábamos cuando realizaban bailes en el castillo, era como si el mundo dejara de existir para mí. Le había confesado mis sentimientos, me llevé la grata sorpresa de que eran mutuos; me sentía tan feliz de ser amada por Hal, era un hombre maravilloso.

Pero mi felicidad se vio opacada por algo que me dijo mi madre, amar no es algo que esté permitido para un rey ambos están muy jóvenes si el día de la coronación Hal sigue amándote entonces aceptaré su amor.

Cuando iba a demostrarle que tanto Hal como yo estábamos profundamente enamorados, mi padre nos informó que debíamos viajar al campo. Había comprado unos terrenos y necesitaba que mi padre aprobara la construcción de la casa que harían; gran parte de la casa familiar ya estaba lista pero habían una cosas que mi padre tenía que supervisar y aprobar. Hal me prometió que esperaría por mí hasta que pudiera volver y que cuando lo hiciera por fin nos casaríamos. Con esa promesa en el corazón me fui, aunque sabía que nada sería igual pues una parte de mí se quedaría con Hal.

Tras tres años de estar lejos, por fin volvía. Todo el mundo en la corte real me saludaba con gran sonrisa. Muchas doncellas me decían lo mucho que me habían extrañado, mas, yo estaba impaciente por ver a Hal; una de las damas de compañía que siempre estuvo junto a mí se acercó al verme.

Me dio un fuerte abrazo, cuando le pregunté por Hal hizo una mueca, aquello me preocupó un poco pues pensaba que quizás algo podría estar yendo mal. Me costó un poco pero finalmente logré sacarle las palabras.

Hal se había ido hace un tiempo pues no quería ser rey y se estaba dando una vida bastante relajada. Sin embargo tras la muerte de su padre, inmediatamente volvió al castillo para comenzar a asumir su rol como rey de Inglaterra; una de las cosas que aún no se concluía era el matrimonio del nuevo rey, se rumoreaba que lo habían prometido a una joven noble llamada Catherine.

Aquello no me sentó nada bien, pues según me dijo Anne, la reina estaba más que encantada con aquel compromiso y no aceptaría a nadie que no fuera ella.

Con mucho más nerviosismo que antes comencé a buscar a Hal, cuando por fin pude verlo noté lo cambiado que estaba. El tiempo le había sentado muy bien pues sus rasgos estaban mucho más definidos, ya no llevaba esa sonrisa juguetona; su semblante ahora era mucho más serio. Lo único que no había cambiado en él eran sus ojos, seguían siendo tan hermosos como siempre, al momento en que se fijaron en mí sentí como todo se detenía.

En sus hermosos labios rosados apareció una sonrisa tan bella y cálida que hicieron que mi corazón se derritiera. No podía creer lo que mis ojos veían, por fin estaba frente a frente con el hombre que amaba, corrió hasta mí y me dio un fuerte abrazo; aún no asimilaba que estaba con el amor de mi vida, el característico olor suyo me llenó las fosas nasales. Sus brazos se mantuvieron firmes alrededor de mi cintura mientras me pegaba a su pecho tanto como podía.

Mis manos no se quedaron atrás, rodeé su torso con mis brazos tanto como pude. No quería dejarlo ir por nada del mundo; sabía que teníamos mucho de qué hablar pero en ese momento las palabras eran lo de menos. Después de tanto tiempo alejados el uno del otro, todo lo que quería era que ese momento durara por toda la eternidad. Al separarse de mí sus manos ahuecaron mi rostro y juntó sus labios con los míos.