Kyle Scheible

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Pedido: DecirmeUnUser

Tipo: Smut

|KYLE|

La suave y fría brisa de la noche me recordaba lo idiota que había sido pero, el vacío y el dolor que sentía en mi pecho me enrostraba que estaba apunto de perder lo más importante para mí. Aunque no sabía si tendría el valor suficiente para afrontar esta situación, lo que daba como resultado la actual escena. Estar sentado en un parque solo, con ramo de rosas blancas y rojas en la mano derecha y un ticket de entrada en mano izquierda. 

Cerré los ojos para recapitular cómo había acabado completamente enamorado de (TN). Se había mudado al barrio cuando era una niña de no más de seis años, a pesar de tener la misma que yo, se veía mucho más pequeña de lo que era. Sus hermosos e hipnóticos ojos azules, destacaban en su rostro casi haciéndole competencia a su tierna sonrisa. 

Con el paso del tiempo y la llegada de la pubertad, me di cuenta de que no habría mujer en la faz de esta tierra que pudiera hacerme caer rendido a sus pies, a no ser que fuera (TN). Era la chica más bella que había visto, desde los diez años ella practicaba danza contemporánea por lo que su cuerpo era tan pequeño y delicado que despertaba en mí un instinto de protección que nunca había sentido. 

Para cuando teníamos trece años, descubrimos lo adictivo que era besarse a escondidas de todo el mundo. No había rincón en el instituto en el que no nos hubiéramos escondido para besarnos, (TN) tenía los labios más suaves y adictivos del mundo, no me quejaría si los tuviera que besar de aquí al resto de mi vida. Pero a los quince, descubrimos que era aún más adictivo enredarnos entre las sábanas del otro.

Gracias a la flexibilidad y agilidad que había desarrollado en sus ensayos de baile, habíamos generado una dependencia y obsesión en el otro. No existía un solo momento en donde no estuviéramos tocándonos, aunque nuestra relación no solo era sexual, cuando las cosas en casa se ponían feas por la enfermedad de mi papá era ella quien me acunaba en sus brazos hasta que me calmara. 

O cuando sus padres no confiaban en que tenía talento de sobra para llegar lejos dentro del mundo del baile, era yo quien le hacía ver que ella podía lograr lo que quisiera con tan solo proponérselo. Yo la tenía en la cima de todo, en un pedestal del cual no tenía intensiones de bajarla porque ella era una diosa en el mundo de los mortales. 

Muchas veces había intentado hablar el tema de ser una pareja, yo estaba enamorado de ella y sentía que ella también lo estaba o eso quería pensar. Hasta que un día la vi besándose con uno de sus compañeros de baile, eso me rompió por dentro y no me contuve fui donde estaban y le pedí una explicación a (TN)

-- Kyle tú y yo no somos nada -- dijo ella con suavidad.

-- Eres mía desde lo quince años (TN) -- dije tomándola de la cintura.

-- Sabes que no es así como funciona -- dijo ella enrollando sus brazos en mi cuello. 

-- Ya no quiero esto -- dije tratando de alejarme.

-- No puedes vivir sin esto -- dijo ella aferrándose a mí. 

-- O eres mía o no eres nada -- dije para luego besarla frenéticamente. 

Estuvimos unos meses así, provocándonos el uno al otro hasta un día todo se salió de control. Pues solo habíamos permitido compartir los labios del otro, nada más el resto era todo exclusivo, pero un tipo no parecía entender y quiso pasarse de listo. Claramente lo detuve, solo que no de una manera muy civilizada; le rompí la nariz.  

Eso casi le cuesta la presentación a (TN), estaba furiosa con todo lo que había hecho. Incluso cuando le explicó ella se mostró indiferente y terminé gritándole que ya estaba harto de todo esto, de ver como otros hombres se la comían con la mirada y no poder hacer nada. Quería que ella fuera mía por completo no quería compartir nada de ella. 

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora