One shots de Timothée Chalamet

Kyle Scheible

Pedido de gama_05

Tipo: Smut

P2

|TN|

Hace mucho tiempo, había tenido una relación seria y estable con un chico. El cual en su pasado había sido todo un fuckboy y según él eso cambió desde el momento en que me conoció; en ese tiempo yo era una niña que creía en los cuentos de hadas y en el amor. 

Es por eso que cuando empezamos a salir, bajé la guardia y me enamoré como una loca de él. Durante el primer año había sido todo maravilloso, él era super detallista y muy considerado conmigo. Me pasaba a buscar en su auto y me llevaba al instituto, siempre era muy cariñoso y también teníamos una vida sexual responsable y activa. 

Según yo era el hombre perfecto y yo tenía la suerte de que estuviera enamorado de mí. Pobre ingenua. 

Grande fue mi sorpresa cuando me llegaron fotos de mi novio, entrando y saliendo de las casas de distintas chicas. Y lo peor de todo es que era justo antes o después de estar conmigo, me sentí asqueada y muy dolida; por supuesto que lo dejé y no fue el típico show de chica dolida. 

Él me rogaba por los pasillos del instituto que no lo dejara, que él me amaba con todo su corazón que solo fue un error. En ese momento, me pregunté qué estaba mal en él y conmigo. 

– ¿Cómo puedes creer que voy a confiar en ti, cuando ya me decepcionaste? – dije mirándolo seriamente.

– Estoy verdaderamente arrepentido, (TN), me di cuenta de que lo que hice estuvo mal – dijo él mirándome con dolor.

– No puedo volver a confiar en ti, ni siquiera podría tocarte Shane – dije mirándolo con tristeza – Me da asco de solo pensarlo. Espero que lo que obtenías valiera mucho más de lo que acabas de perder.

Así fue como me alejé completamente de él, seguí adelante con mi vida pero me prometí a mi misma no volver a enamorarme. No quería volver a pasar por ese dolor.

Sin embargo, desde que conocí a cierto chico de cabello rizado castaño se me estaba haciendo algo difícil el no pensar en él. Kyle además de ser el amigo de mi hermana, era un fuckboy y no quería volver a pasar por lo mismo. 

Pero no se daba por vencido por más fría y distante que fuera con él. Lo peor de todo es que se me aparecía a donde sea que fuera; lo peor no era eso, sino que siempre encontraba un rincón en el cual me comía la boca y me corría mano por donde sea que fuera. 

Iba al supermercado, ahí estaba él con esa sonrisa de niño inocente. Me arrastró hasta el área de cuidados para mascotas, que solía ser la más vacía y comenzó a besarme el cuello mientras que sus manos se iban directamente a mi culo. 

– Me encanta el sabor de tu piel bajo mi lengua – susurró en mi oído haciendo que tuviera apretar las piernas. 

– Kyle, aquí no – dije tratando de alejarme, que resultó peor porque me dio la vuelta y me pegó a su entrepierna en el culo. 

– No respondes mis llamadas o mensajes, si tengo que tomarte en el lugar en que el te encuentre – dijo él moviendo sus caderas en mi culo – Así lo haré.

No pensé que sus palabras me fueran a afectar. Pero la verdad es que esa noche todo lo que podía hacer para aliviar el cumulo de deseo que dejó en mi interior fue, masturbarme con el recuerdo de aliento, sus palabras en mi oído y el vaivén de sus caderas.