Elio Perlman

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Pedido de:  Rousecasalino

Tipo: Triste


Los meses pasaban y poco a poco comenzaba a superar el dolor que dejó Elio en mi corazón, no había día en el que no me preguntara como no lo vi venir. Mi novio era gay y yo jamás me di cuenta, al inicio de nuestra relación se veía como un chico hetero no había nada que diera señales de lo contrario. 

Éramos una pareja sexualmente activa, nunca me rechazó un beso o alguna muestra de afecto. Eso lo empezó a hacer cuando llegó Oliver, quizás en ese momento las señales me gritaban en la cara y yo no quise verlo. 

Muchas veces me regañaba a mí misma por no haber sido capaz de terminar ese día en los casilleros, quizás me habría ahorrado mucho sufrimiento. Por más que quisiera sacármelo del corazón estaba segura que eso me tomaría mucho tiempo, él había sido mi primer novio, mi primer todo básicamente. 

Sabía que uno no siempre se queda con su primer amor, pero tenía la esperanza de poder disfrutar un poco más de su cariño antes de que este me dejara por completo en el olvido. Tampoco podía hundirme en una depresión, no sería justo para mis amigos o para mi familia, de poco tendría que ir recomponiéndome para salir a adelante. 

Me concentré en mis amados patines, cada vez que necesitaba salir de la realidad me montaba en ellos y recorría las hermosas calles de Crema. Un día tuve la desagradable suerte de encontrarme con Elio y Oliver, ambos estaban de la mano; pude ver un extraño brillo en los ojos de Elio que se fue tan rápido como llegó. No quise darle vueltas al asunto y seguí con mi ruta para desestresarme. 

La exhibición que nos habían pedido nos respiraba en la nuca, era el acontecimiento más grande dentro de la ciudad por lo que se llevaría acabo en la gran plaza de Crema. Todo el mundo estaba invitado y no podíamos defraudar las expectativas de la gente, además de que muchas personas estaban comentando mi "gran" vuelta al patinaje artístico. 

POV ELIO 

Mi cabeza estaba hecha un lio, se supone que tenía mi sexualidad clara, se supone que estoy enamorado de Oliver. Teniendo eso en cuenta, no sé como rayos me siento tan mierda de persona; nunca quise lastimar a Bella de ese modo.

Sabía que tarde o temprano ella se iba enterar de lo que me pasaba con Oliver, pero no quería que lo hiciera como lo hizo. A fin de cuentas ella tenía razón, había sido un poco hombro al no tener los pantalones suficientes para pararme frente a ella y decirle "lo siento, ya no podemos seguir juntos, amo a otra persona". 

Mamá estaba molesta conmigo por el modo en que todo terminó con Bella, sabía que la quería como a una hija y muchas veces tuvo que mentirle para que ella no dejara. Pero todo tiene su limite y Mafalda llegó al suyo al ver que seguía con Bella y al mismo tiempo me besaba con Oliver en los rincones de la casa cuando pensaba que nadie nos veía. 

Los meses pasaban y la fecha de que partida de Oliver se acercaba, tenía miedo de que se fuera y me dejara, que se olvidara de mí. Pero más miedo me daba lo que estaba sintiendo, me obligaba a recordar su nombre cuando nos besábamos porque a veces el rostro de Bella se colaba en mi mente. 

Un día nos vio de la mano mientras ella patinaba, me sentí tan mal que instintivamente solté la mano de Oliver. Claro que ella no llegó a ver eso porque se había ido tan pronto como había llegado, me excuse usando la mano para comprar un helado en el puesto más cercano que encontré. 

Sabía por las chismosas de sus amigas que se estaba concentrando en el patinaje, ella siempre amado recorrer las calles sobre sus cuatro ruedas. Muchas veces me pidió que aprendiera a patinar así ambos podríamos disfrutarlo juntos, pero nunca le dije que yo disfrutaba de verla moverse con tanta gracia y elegancia. 

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora