Kyle Scheible

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Tipo: Smut 

|KYLE|

Era un viernes por la noche, mi cuerpo se movía al ritmo de la música. En mi mano tenía un vaso con, no recuerdo qué, solo sé que era alcohol y con eso estaba bien para mí; necesitaba despejar mi cabeza por un rato. 

Así estaba la cosa, una chica que siempre me llamó la atención por su forma de ser andaba tras de mí. Coqueteé un poco con ella en una de las fiesta de Jenna, la verdad es que solo quería un polvo rápido; pero la chica se acobardó porque quería que su primera vez fuera especial. Y de alguna forma me transformé en su novio.

Cosa de la que yo no estaba enterado hasta hace poco, lo que de todos modos no veía tan malo. Pues varias chicas al saber que estaba "tomado" se me habían ofrecido en bandeja para un buen rato de diversión... y quién era yo para desaprovecharlo. 

Quería disfrutar plenamente de la fiesta, esperaba poder terminar la noche con una chica gritando mi nombre en la cama. Aunque no contaba con que Ladybird, mi supuesta novia, también vendría a la fiesta y no se me despegaba por nada del mundo. 

Intenté dejarle en claro que no quería nada con ella, que no era mi tipo. Ella me decía que si quise acostarme con ella era porque había algo de sentimiento por ella de mi parte; pero la verdad es que yo solo quería coger un rato y ya estaba. No había un significado muy profundo ni nada, yo quería que se abriera de piernas y no lo hizo. Debería buscar a otra chica que sí quiera hacerlo y que no me pida nada a cambio. 

Me acerqué a la barra improvisada cuando de repente mis ojos quedaron clavados en una chica. Era alta pero no más que yo, su cabello era largo con leves ondas, color castaño; vestía una top negro que le llegaba hasta el ombligo junto con una falda de cuero cinco de arriba de la rodilla. El look cerra con una botas largas que le llegaban cerca de la rodilla. 

Aquella chica era un bombón andante. Partiendo por sus ojos, eran tan azules que era imposible que no destacaran por sobre los demás; siguiendo con sus labios, los cuales estaba decorados por una sexi argolla; se me estaban haciendo muy apetecibles. Rojos y rellenos, ideales para morderlos mientras me entierro en lo más profundo de su cuerpo. 

Y no podemos negar lo obvio, su cuerpo era un verdadero reloj de arena. Sus senos eran grandes y me preguntaba cómo se sentirían en mi boca y en mis manos; su cintura era tan pequeña que me daban muchas ganas de apretarla mientras ella salta sobre mi polla. 

Y no podía dejar de mencionar su tremendo culazo, apretadito y bien paradito. Mis manos comenzaron a picar por darle una buenas nalgadas mientras grita mi nombre; esta chica con solo aparecer frente a mí, me tenía duro como roca.

Definitivamente ella era mi tipo de mujer y necesitaba acercarme a ella a como diera lugar. 

Se metió a la pista de baile, la seguí. Algo me decía que ella me había visto observándola y siguiéndola desde hace un rato; los movimientos que hacía eran realmente sensuales y llamativos. Lo sentía como una invitación para acercarme a ella, luego decidí seguirle el juego y comencé a moverme de manera sexi y provocativa. 

 Lentamente me fui acercando a ella, aunque a cada paso más cerca ella se alejaba; en un contante tira y afloja que me tenía enviciado. Me hizo una señal con la cabeza y salió de la pista de baile.

Pude ver como caminaba hacia el jardín sentándose en las escaleras hacia la piscina, el ambiente que se creó con su sola presencia era tan erótico. Necesitaba acercarme a ella, le hice una seña a Jenna para que distrajera a su amiga mientras yo me iba por un poco de diversión. 

Al salir me acerqué sigilosamente a ella, tratando de que ella no se diera cuenta. Logré mi misión porque no notó que me senté a su lado; vi que tenía un cigarro entre sus labios, aproveché para sacar mi encendedor.

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora