Kyle Scheible

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Tipo: Romántico

Recuerdo el día en que vi a Kyle por primera vez, estaba recién llegando a la ciudad junto con mis hermanos. Habíamos decidido ir a un bar para relajarnos un poco tras el estrés de la mudanza mientras que nuestros padres se iban a cenar como una pareja de recién casado; desde el momento en que lo vi tocando el bajo en aquel bar quedé flechada por él.

Con el paso de los días me di cuenta de que ambos estábamos en el mismo instituto, por lo que decidí acércame a él. Sufría contantemente las burlas de mis hermanos y es que ser la única mujer de cinco hijos no era tarea fácil, si me mimaban bastante, pero al mismo tiempo hacían mi vida imposible cuando quería salir con un chico.

Incluso mi hermano Ross, que era un año menor que yo era sobre protector conmigo, ni que decir Riker quien solo un año mayor que yo. Iba con ellos al instituto y rápidamente le dejaron claro a todos los chicos que tenían absolutamente prohibido salir conmigo o tan siquiera mirarme. Fue un milagro que no se dieran cuenta, al principio, que me gustaba Kyle.

Como él siempre estaba leyendo sobre un auto en el estacionamiento del instituto, me daba la libertad de poder acercarme a él y conversar de muchas cosas interesantes. Era un chico muy misterioso y bastante bien entendido en la literatura, me llamaba mucho la atención los textos que leía eso me atraía a él como un imán es atraído por un campo electromagnético.

Un día fui sorprendida por mis hermanos hablando "muy cerca" de Kyle, según ellos, en menos de cinco minutos Riker me tenía colgada en su hombro como saco de papas mientras que Ross comenzaba a interrogar a Kyle. Él simplemente soltó una risita y les dijo que solo hablábamos luego alagó a mis hermanos por ser tan sobre protectores.

- Carly es muy bonita, eso no lo negaré- dijo él mirándome mientras los colores subían a mi cara, no sabía si era por lo que dijo o por como me tenía mi hermano- Tiene mucha suerte de que ustedes la cuiden de esa manera, si tuviera una hermana sería igual que ustedes.

- Riker ¡Bájame en este momento! -dije golpeando su espalda.

Vi como mis hermanos empezaron a hablar entre ellos, Riker me bajó y Ross me dijo que tenía la aprobación de ambos para quedarme hablando con Kyle, pero que si me veían muy cerca hablarían con Rocky. Los mandé al diablo y luego ellos se fueron por donde habían llegado, comencé a disculparme con Kyle por el numerito que mis hermanos montaron.

Él no paraba de reír y de decir que no había problema, me miró intensamente por unos segundos para luego sonreír. "Mañana en la noche tocaremos en un bar cerca de aquí, me gustaría mucho que fueras" me quedé congelada por unos segundos no supe que decirle, claro que quería ir a verlo tocar, pero mis hermanos no me dejarían ir sola. "Me gustaría mucho ir, pero la última vez que traté de escaparme mi hermano mayor me estaba esperando al lado del árbol cerca de mi ventana". Kyle soltó una muy contagiosa risa que me hizo seguirlo, "En ese caso, me gustaría que fueran, trae a tus hermanos" me quedé mirándolo y no pude evitar sonreír mientras asentía con la cabeza, "Es una cita" dijo para luego irse dejándome con el corazón latiendo a mil por hora.

Al día siguiente por la noche estaba muy nerviosa, había inventado a mis hermanos que quería ir a divertirme a un bar. Algo tranquilo quizás tomar un poco de alcohol y escuchar música en vivo, ellos rápidamente se unieron a mi plan sin sospechar que en realidad los llevaba a ver a Kyle. Mi primera cita con él y tenía que llevar a mis molestos hermanos; me arreglé con una falda negra que caía como cascada de vestido y un top manga larga blanco junto con una chaqueta negra de cuero. La falda no era muy larga ni muy corta, solo tres dedos sobre la rodilla por lo que había decidido usar mis botas que quedaban a una mano de la rodilla. Arreglé mi cabello con una onduladora y puse un poco de brillo en mis labios.

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora