Hal (Henry V)

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Tipo: Romántico - Smut

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|HAL/HENRY|

Desde hace una semana mi corazón había dejado de latir, vivía por inercia. No encontraba otra manera de seguir adelante, quería la cabeza de la persona que había asesinado a (TN) y con condenarlo a muerte por su crimen no me bastaría.

Lo torturaría hasta que me implorara morir, cuando no tuviera otro deseo más que acabar con su sufrimiento y ni así lo dejaría escaparse. Debía sufrir en carne propia lo que me estaba haciendo vivir, él debía agonizar en vida.

Jackson llevaba tres días encerrado en el calabozo, llorando e implorando por su vida; gritaba que él no había asesinado a la reina, que jamás se atrevería a cometer tal acto de traición. Pero todo el mundo sabía de sus desprecios hacia (TN).

No era un rumor que el ex-cardenal Jackson, intimidaba y muchas veces acosaba a (TN). Los principales testigos de aquellas escenas habían sido las criadas de (TN), quienes lloraban desconsoladas por la pérdida de su reina, incluso me habían implorado por castigar severamente al hombre que asesinó a su amada reina.

- Se suplicamos su majestad - Lloraba la criada principal.

- Su alteza real, la reina, era siempre el blanco de sus acosos - lloraba otra criada.

- Un día tuvimos que curarla porque el cardenal la había golpeado fuertemente en el rostro - dijo la criada principal - Ella nos suplicó que no dijéramos nada porque usted tenía que atender a la delegación extranjera que acababa de llegar.

- No me queda duda de que han cuidado a la reina en cuerpo y alma - dije mirándolas, ambas se abrazaban fuertemente mientras lloraban en silencio - Les daré una compensación económica de por vida.

- Su majestad - dijo la criada principal.

- Ustedes fueron contratadas para servir a la reina de Inglaterra - dije mirando al cielo - Hace unos días tuvimos que enterrarla y luego de ella no habrá más reinas. Nadie ocupará el lugar de (TN).

Ambas se supieron de rodillas y lloraron con mucha pena, sabía que eran muy cercanas a (TN). Habían sido una de las primeras mujeres que ella comenzó a educar y a entrenar para el mundo, por eso quería cuidarlas como sé que (TN) lo habría hecho.

Tomé la decisión de bajar al calabozo, quería saber porqué Jackson había asesinado a (TN). Ya no le quedaba nada en este mundo, sabía a lo que se enfrentaría si llegaba a cometer tal crimen. Quería saber cuál había sido su motivación para asesinar a la madre de este reino.

Pero quería esperar un tiempo más, quería que su tormento no se terminara muy pronto. Lo quería ver sufrir hasta que perdiera todo sentido de humanidad y dignidad; es por eso que lo tuve encerrado en el calabozo por dos meses.

Bajé a verlo y su aspecto satisfacía levemente mi sed de venganza. Estaba completamente desnutrido, las cicatrices por los latigazos adornaban la piel de su espalda. Y su cuerpo completo estaba manchado de barro; daba asco de solo verlo.

- Su majestad, no tenía que bajar - habló el jefe de los caballeros.

- Quería ver al traidor con mis propios ojos - dije con repulsión - ¿Aún no confiesa?

- No mi señor, insiste en que es inocente- dijo el caballero.

- Las criadas de la reina fueron testigos de cómo la golpeaba - dije con rencor - Es de todo menos inocente.

- ¡Su majestad se lo imploro! - gritó Jackson desde su celda - ¡Soy inocente! ¡Yo no maté a la reina!

- Veremos si el pueblo opina lo mismo - dije antes de salir del calabozo.

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora