Timothée Chalamet

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Pedido de josefavergara57

Tipo: Romántico - Smut 

Inspirado en la canción Who de Jimin of BTS

|TIMOTHÉE CHALAMET|

Cada noche, cuando me acostaba en mi pequeña cama en el dormitorio de la universidad, las mismas preguntas rondaban mi mente. 

¿Cuándo llegará la chica que espera mi corazón? 

¿Por qué no he podido encontrarla?

¿La veo cada día o vive a miles de kilómetros de distancia? 

Mis amigos solían reírse de mis reflexiones y cuestionamientos sobre el amor, diciéndome que debía concentrarme más en el básquetbol y menos en las fantasías románticas.

Compartía el dormitorio con mis tres mejores amigos, Spencer, Jake y Chris. Los cuatro habíamos sido becados por nuestra destreza en el básquetbol, y aunque todos éramos buenos, yo tenía la mejor puntería y las mejores calificaciones. 

Estudiaba biología y estaba en mi tercer año de carrera. Sin embargo, esas habilidades no me habían hecho el chico más popular, ni me habían dado suerte con las chicas. 

Mis amigos solían llamarme "Romeo" en broma, siempre riéndose de mi romanticismo y mis sueños de encontrar a alguien especial. 

Una tarde, como cualquier otra, me dirigí a la cancha de básquetbol del campus, listo para una partida con mis amigos. El sol brillaba intensamente, y el sonido de las risas y el driblar de los balones llenaba el aire. 

Era un día perfecto para jugar. Al llegar, saludé a mis amigos y me preparé para entrar en la cancha. Pero ese día, todo cambió. Al girar la esquina, vi algo que detuvo mi mundo por completo. 

En la cancha de al lado, un grupo de chicas jugaba con energía y entusiasmo. Sus risas y gritos competitivos resonaban en el aire, creando una atmósfera vibrante y contagiosa. Entre ellas, una figura se movía con una gracia y destreza que me dejó paralizado.

Era ella.

La había visto antes en el campus, claro. 

Muchas veces. 

Pero nunca como ahora. 

Su cabello castaño estaba amarrado en una delicada coleta alta, que se balanceaba con cada movimiento que hacía. Llevaba una camiseta deportiva y unos shorts que mostraban la fuerza y agilidad de sus piernas. 

Aunque no medía más de un metro sesenta y tenía una cintura pequeña y piernas delgadas, su rapidez en la cancha era impresionante. Dentro de todas las jugadoras, ella era la más rápida.

Me quedé quieto, observándola. Cada vez que botaba el balón contra el suelo, cada vez que lo lanzaba al aro, sentía que algo dentro de mí también se movía. Cada vez que ella sonreía, ya sea por un acierto o un error, sentía que el mundo se volvía un poco más brillante.

Vi cómo hacía una finta, engañando a su defensora, y se desplazaba con rapidez hacia el aro, saltando con una ligereza que me dejó sin aliento. El balón atravesó la red con un suave susurro, y ella levantó los brazos en señal de victoria, sonriendo con una alegría tan pura que me hizo desear estar cerca de ella, conocerla, saber qué la hacía reír y qué sueños tenía.

Spencer, quien era el más cercano a mí, se dio cuenta de que mi mirada estaba fija en la chica de coleta alta. Con un tono divertido, comentó a los demás

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora