Elio Perlman

3K 108 13
                                    

Tipo: Romántico

|ELIO|


Mi corazón latía tan fuerte dentro de mi pecho que sentía que en cualquier momento me iba a dar algo. Por un momento me sentí tan cerca de la muerte, las manos me temblaban y no me negaba a creer las palabras que acaban de salir de sus labios. Esos que miles de veces besé y pensé que besaría hasta el final de mis días; todo se había vivido tan intenso.

Como si de una película se tratara todos nuestros momentos juntos comenzaron a reproducirse en mi mente. Desde el primer momento en que lo vi, nuestro primer beso; todas esas sensaciones que me produjo esa simple caricia por parte de sus labios. Sus manos tocando mi cuerpo haciendo que mi cabeza comenzara a volar, todo lo que Oliver me hacía se sentía tan bien como si por un momento hubiera ido al cielo.

"Voy a casarme en primavera"

Me sentí como si mis sentimientos se hubieran transformado en alguna especie de juguete que puedes tomar y tirar cuando quisieras. Sentía que el corazón se me iba a partir de todo el dolor que estaba viviendo, que después me contara con más detalles que había estado saliendo de forma irregular con una mujer. Las lágrimas corrían por mis ojos como las llamas flameaban por la chimenea.

De haber sabido que sus abrazaron jamás volverían a ser míos me habría aferrado aún más a él, le hubiera rogado que no me dejara. Me hubiese puesto directamente en las vías del tren para impedir que se fuera; no podía hacer eso, enamorarme y luego lastimarme de esa forma. Escuchar sus excusas de "yo no pensé que esto sería tan intenso".

Cuando sentí el teléfono sonar, al emoción se esparció por todo mi cuerpo. Al cerrar los ojos sentía que estábamos ahí, juntos en la misma habitación a tan solo unos centímetros de distancia. Y no a miles de kilómetros, si a eso le sumamos sus crueles palabras era la combinación perfecta para querer morirme.

Salí de casa, no sabía que hacer me sentía tan desorientado. A lo lejos escuchaba los llamados de mis padres pero no quería escuchar nada, yo solo quería escapar de esa horrible pesadilla. Si podía estar a miles de kilómetros de casa lo haría; me sentía tan perdido y las lágrimas corrían por mis mejillas con tanta fuerza que ni siquiera sabía por dónde estaba caminando.

Llegué a una pequeña pradera donde todo lo que pude hacer fue gritar y llorar hasta que me quedé sin energía. Me dejé caer en el pasto mientras mi mente pensaba en todo lo que nos faltó por hacer, en todo lo que yo lo estaba amando y como él tan solo había decidido que lo mejor sería casarse y contármelo todo por teléfono.

Recuerdo haberle pegado al pasto con los puños cerrado maldiciendo todo a mi alrededor, de pronto aquel paisaje me parecía nauseabundo. Me levanté y corrí lo más lejos y lo más rápido que me dieron las piernas, no sé en qué momento me enredé con una rama y caí colina abajo. Rodando por la tierra, sentía como mis piernas se iban llenando de heridas pero nada se podía comparar a la herida que había en mi corazón.

Como si todo estuviera en mi contra en ese mismo momento se puso a llover torrencialmente. Parecía que el mundo se estaba burlando de mí, ¿será mi karma por lo que pasó con Mariza? ¿Acaso yo no merecía ser feliz? Pensaba que por primera vez podría amar realmente y ser amado pero al parecer el único que amo fui yo.

-- Dios mío, ¿estás bien? -- escuché una voz por ahí.

Enfoqué la mirada y era una chica de largo y ondulado cabello castaño. Llevaba un abrigo grande de color negro y se le alcanzaban a ver unas botas del mismo color. Se agachó a mi altura y puso sus dedos en mi mejilla.

-- Me llamo (TN), ¿puedes escucharme?

-- Sí, me llamo Elio -- dije mirándola -- Me caí desde la colina.

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora