-Hola, preciosa. Al fin te encontré -habla mirándome de arriba abajo con media sonrisa.
-Qui... ¿quién eres? -mi voz sale temblorosa.
-Tu dueño -dice con una sonrisa divertida, lo cual hace que un escalofrío pase por toda mi columna vertebral. Pero...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Te encuentras bien? —Pregunto jadeando, me inclino hacia adelante apoyando las manos en mis rodillas mientras tomo un poco de aire. Odio la clase de gimnasia.
— Sí, ya estoy acostumbrada a que la idiota de Alice me golpeé cuando jugamos —suelta una carcajada—. La profesora Johnson no debería permitir que esa jugara.
—Es cierto, ¿vamos a las duchas? —Mi amiga asiente, así que caminamos hacia allá.
— ¿Cómo te ha ido esta semana con tu padre? —pregunta emocionada esperando una respuesta.
Ese mismo día llamé a Sophia para contarle que mi padre había aparecido en casa después de 17 años, porque cuando mi madre me tuvo él se marchó.
Cómo hago para contarle que Patrick esta semana se la ha pasado tomado todas las noches y llega borracho, que he intentado hablar con él y me grita cosas horribles, como que no soy su hija, que soy una desgracia. Cosas que la verdad no tendría por qué importarme, pues igual y nunca estuvo a mi lado, sin embargo, me da una punzada en el pecho cuando lo oigo hablar así. Quizás porque pensé que volvió para enmendar el daño causado y para recuperar el tiempo perdido, pero no, la triste realidad es que él no vino para eso.
Entonces mi pregunta es: ¿para qué vino?
Desde que ese señor llegó a casa todo ha cambiado: gritos a todo momento, discusiones. La última vez, mi madre le gritó porque no trabaja y se la quiere pasar sin hacer nada, antes le saca el dinero a Lucia de su bolso, yo intervine y me empujó haciendo que cayera al piso, luego intentó golpearme Mamá intervino con un bate.
Después de recordar todo lo sucedido, vuelvo a la realidad, donde Sophia me mira ansiosa esperando una respuesta.
—Pues muy bien, amiga —miento forzando una sonrisa.
—Qué bueno —se adentra a uno de los cubículos, suspiro mirando mi reflejo al espejo —oye, hoy es vienes, vamos a la fiesta de Ryan. —Entreabre la puerta, asomando la cabeza. Pongo mis ojos en blanco y ella ríe. Ryan es el capitán del equipo de fútbol, el chico más sexy y lindo de toda la escuela... —Tú qué sabes, Alexia Watson, que Ryan se fije en ti —guiña un ojo y cierra la puerta.
—¡Sí, claro! — Exclamo con sarcasmo mientras alzo las manos al aire de forma exagerada.
...
Ya en clase de literatura, el profesor da algunos temas para realizar un trabajo y traerlo para la próxima clase. Siempre me ha gustado todo lo referente a la lectura. El timbre suena y todos salimos rápidamente del salón. Voy a mi casillero en busca de los libros para la siguiente clase: Biología.
Después que termino todas las clases me voy a casa... o debería llamarla: "mi tortura" puesto que ese es el nombre que le asigné después de la llegada de Patrick.
