-Hola, preciosa. Al fin te encontré -habla mirándome de arriba abajo con media sonrisa.
-Qui... ¿quién eres? -mi voz sale temblorosa.
-Tu dueño -dice con una sonrisa divertida, lo cual hace que un escalofrío pase por toda mi columna vertebral. Pero...
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Siento como la rabia se apodera de mí, Melissa me mira con nerviosismo, y Dakota con burla.
Ella cree que esto se quedará así, pues no. Lanzo el vaso a la pared con enojo y este cae al piso vuelto pedazos, de un rápido movimiento golpeo a la rubia en la cara. Y la halo por el brazo haciendo que caiga al piso de forma abrupta; me subo a horcajadas sobre ella y golpeo su rostro.
Ella intenta cubrirse el rostro con las manos, pero no se lo permito, le agarro la cabeza y la golpeo repetidas veces contra el piso. Dakota me hala por el cabello y cambia de posición colocándose encima de mí.
—¡Te voy a matar por quitarme a Alex! —grita mientras intenta ahorcarme.
Melissa intenta intervenir, pero Dakota le dice que no y sale corriendo, siento como me falta el aire mientras que ella ríe como una desquiciada. La odio, con una de mis manos agarro un pedazo de vidrio del vaso y se lo incrusto en uno de sus muslos, ella grita del dolor y se descuida, ya que afloja su agarre a mi cuello.
Aprovecho y con mi mano vuelta puño le doy un golpe en su pómulo izquierdo, la halo por el cabello y la aparto de mí, me incorporo sonriéndole con burla. Ella me fulmina con la mirada, y se coloca de pie apoyándose en la pared.
Camino peligrosamente hacia ella, pero veo que Thomas se posesiona en medio de nosotras. Y Melissa nos mira desconcertada.
—¡Quietas! —vocifera mirándome fijamente.
—Apártate, Thomas —replico de mala gana—. Esta mujer no tiene porque golpearme, ¿quién se cree?
—¿Cómo pretendes que esté, sabiendo que por tu maldita culpa Alex ya no está conmigo? —habla con los dientes apretados.
—No es mi culpa, ¿no te has preguntado por qué ya no te busca? —Sonrío con burla.
—Alexia, yo soy su mujer. Y siempre será así, deberías tenerlo presente. Alex siempre estará conmigo, tú no podrás satisfacerlo así como yo lo hago. Yo sí soy una verdadera mujer. —Siento la furia correr por mi cuerpo al escucharla, doy un paso hacia ella.
—¡Basta! —vocifera Thomas jalándome por el brazo.
—Déjame, Thomas.
—¡Eres una basura, Alexia Watson! —grita Dakota enojada, ante sus palabras, me suelto del agarre de Thomas.
Corro hacia ella y la vuelvo a tirar al piso mientras la golpeo, nunca había agredido a nadie, pero ella no tiene porque hablarme así, en ese momento unas manos me sujetan por la cintura Y me apartan de Dakota.
—¡¿Pero qué diablos sucede?! —grita Alex posicionándose en el medio.
—¡¿Qué sucede?! —grito molesta alzando mis brazos. —¡Dakota me dijo zorra y me agredió primero, todo porque tú! —Lo señalo con el dedo índice. —¡No la buscas desde que yo llegué aquí! —añado de forma histérica fulminándolo con la mirada.
