Capítulo 37 "Ya todo está bien"

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Alex

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Alex

Ya ha pasado una semana, en la cual no he visto a Alexia, quisiera verla, pero no quiero molestarla. Además, ella no ha mostrado ningún interés en hablar conmigo, según lo que me dijo Carlos la ve feliz con Christian, su jefe.
Es por eso que ella no quiso venir a vivir a la mansión, porque sabía que si me enteraba de que ella salía con su jefe, no la dejaría ir más.

De Dakota y Víctor no he sabido nada, pero le ordené a dos vampiros que los buscaran.

Apoyo los codos en el escritorio y dejo mi rostro en las palmas de mis manos, bufo frustrado y tiro todos los papeles al piso, me levanto de mi puesto para después estrellar la silla en la pared.
¿Por qué tenía que tratar mal a Alexia cuándo la conocí? ¿Será qué sus palabras son ciertas? De qué ya no siente nada por mí; Sé que la traté muy mal, pero quiero estar con ella. La amo, me odio por ser tan imbécil y no valorarla, ella soportó mis humillaciones, mis golpes, mis maltratos; y, aquí estoy yo, sufriendo porque ella ahora es feliz con alguien más.

Estampo mi puño en el escritorio y este se parte, le doy una patada haciendo que impacte en la pared y quede vuelto nada. Escucho que tocan la puerta, así que sólo me limito a responder un "Adelante" La puerta se abre dejando ver a Carlos. Se supone que debería estar cuidando a Alexia.

—Señor Owens, disculpe la interrupción —dice y pasa, pone los ojos como platos al ver todo destrozado.

—¿Qué quieres? —pregunto molesto.

—Es la señorita Alexia. —Le hago una seña para que prosiga. —Ella golpeo a un joven hoy cuando él le dio una palmada en sus nalgas. —Tenso la mandíbula, siento como todos los músculos de mis brazos se contraen por la fuerza que ejerzo al empuñar las manos.

—¿Y tú qué hacías?, ¿mataste a ese humano? —Camino peligrosamente hacia él.

—Sí, después que salió del hospital y se fue a casa. —Sonrío y le doy una palmada en el hombro.

—Espera, ¿dijiste que estuvo en el hospital? —Él asiente. —¿Qué pasó?

—La señorita lo golpeó con mucha fuerza, salió corriendo y después se fue a casa. —Eso quiere decir que los poderes de Alexia ya están apareciendo.

Los cazadores al cumplir la mayoría de edad, sus poderes comienzan a aparecer, eso es algo de lo que debí hablar con ella..., me imagino que debe estar asustada porque no sabe que pasa con ella. Suspiro y paso una mano por mi cabello.

—Carlos, quiero que tu también busques a Dakota; ya no es necesario que cuides a Alexia porque Thomas está con ella. Gracias por cuidarla, buen trabajo.

Asiente.

—Iré a buscar a el traidor de Víctor y a Dakota.

En ese momento llega Thomas, los tres nos dirigimos al salón, le dije que averiguara el paradero de Derek, tengo que deshacerme de todos lo que quieren a Alexia muerta. Él me cuenta que Derek está planeando atacarnos nuevamente con ayuda de los lobos.
Tras varias horas de organizar un plan para atrapar a Derek, decido preguntarle a Thomas por Alexia.

—Y, ¿Alexia cómo está? —Sé con exactitud todo de ella porque Carlos me lo cuenta, pero quizás ella le diga algo, es decir, si es verdad que ya no siente nada por mí, aunque dudo mucho que Thomas hable de ello.

—Cuando venía para acá estaba dormida, llegó temprano del trabajo, no sé por qué —dice preocupado.

—Sus poderes de cazadora están apareciendo. —Thomas agranda los ojos desconcertado. —Voy a hablar con ella. —Me pongo de pie.

Me dirijo al auto con Thomas, tengo tantas ganas de abrazar a Alexia, y decirle que todo estará bien, que yo estaré con ella. La pobre debe estar muy asustada..., no es normal golpear a alguien así  como ella lo hizo.
Al llegar escucho la voz de Alexia. Y también la de un hombre, frunzo el ceño, miro a Thomas, agudizo mi oído para escuchar nuevamente.

—Por favor, déjame —dice Alexia con dificultad.

—Después que te grabe, entonces te dejaré.

—Suéltame —murmura con voz débil. —No diré nada, solo déjame.

—No, ya cierra la boca.

—¿Qué me diste? —Su voz se escucha quebrada, a punto de romper en llanto.

—No hables —habla con dureza.

Tenso la mandíbula y de un salto entro por la ventana, veo al tal Christian besándola mientras ella grita y llora, lo sujeto por un brazo para luego estrellarlo en la pared, lo agarro por el cuello.

—Acabas de cometer el peor error de toda tu vida. —Sonrío al ver su cara de miedo.

—¿Qué vas a hacer? ¿matarme? Podrías ir a la cárcel sí lo haces. —Inquiere con desdén.

—No me hagas reír. —Aprieto con fuerza su cuello, a tal punto que se le dificulta respirar. .

—Tú..., quién... eres — pregunta con dificultad.

—Un vampiro. —Siento como mis ojos se tornan color carmesí. Rompo una de sus piernas y él grita. Pero de repente una mano se posa en mi brazo, me giro y veo a Alexia; ella está llorando.

—No, Alex, aquí no. —Solloza y me abraza por la espalda.

—¡Thomas! —De inmediato aparece. —Ya sabes que hacer con él. —Se lo paso y Christian intenta soltarse de su agarre, pero Thomas lo golpea con fuerza y queda inconsciente. Después sale de la habitación.

Abrazo a Alexia y tomo su barbilla para que me mire a los ojos, está drogada, él muy imbécil la drogó para abusar de ella. Siento rabia, no lo maté yo mismo porque Alexia no me dejó, pero sé que Thomas sabrá cobrárselas, dado que él quiere a Alexia como una hija.

La acuesto en la cama, ella está en sostén y bragas, si no llego a tiempo ese imbécil habría abusado de ella, nada más con pensarlo la sangre me hierve, me tumbo a su lado y ella se aferra a mí mientras solloza.

—Ya todo está bien. —La abrazo con fuerza pero sin hacerle daño. —No permitiré que te pase nada, siempre estaré para ti.. —Beso su cabello.

Tras varios minutos sollozando se queda dormida.

Me levanto de la cama y salgo de allí a buscar a Thomas, agudizo mi oído y logro escuchar los gemidos de dolor de Christian. Camino por el pasillo y me adentro en la ultima habitación, veo a Thomas dándole de puñetazos.
Me acerco a ellos y le hago seña a Thomas que pare.

—¿Te crees muy valiente por intentar abusar de una mujer? —Lo golpeo y su cuerpo impacta en la pared de forma abrupta. —Te metiste con la chica equivocada. —Lo sujeto por el cuello.

—No me maten, me iré del país. Pero por favor no me maten —murmura con voz entrecortada. —Además, ella siempre me coqueteaba y se me insinuaba, yo soy hombre. A cada rato me decía que te quería olvidar y que la hiciera mía. —Lo golpeo con fuerza al escucharlo, sé que todo lo que dice no es verdad.

—Mentira, conozco perfectamente a Alexia. Y sé que todo lo que estás diciendo es mentira y si fuera así, ¿por qué la drogaste? O, ¿por qué ella estaba llorando? No me quieras ver la cara de idiota.

—Teníamos un acuerdo, yo le daba mucho sexo y ella se dejaba grabar, era todo. —Lo fulmino con la mirada—. Lo hacía porque se sentía muy mal por todo lo que le hiciste.

—No debiste tocar a mi mujer —espeto entre dientes.

—Déjenme ir, no sabrán de mí. —Sonrío y perforo su pecho, un grito desgarrador sale de su garganta.

Le arrojo el cuerpo a Thomas y digo que se deshaga de él.

Nadie que intente dañar a Alexia, vive para contarlo.

Oscura obsesión |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora