Me despierto por el horrible sonido de la alarma, me quedo sentada unos segundos en la cama mirando hacia un punto fijo de la habitación, hoy es mi primer día de trabajo.
Me dirijo al baño aún somnolienta, abro el grifo y de inmediato todos mis músculos se relajan. Ya lista, bajo las escaleras y atravieso la sala hasta llegar a la cocina por un poco de café. Al llegar, veo a Thomas preparando el desayuno.
—Abuelo, buenos días. —Le doy un beso en la mejilla.
—Buenos días, siéntate para que desayunes.
—Gracias. Tengo hambre —digo buscando una taza en la alacena. Vierto café y me siento a la mesa.
Thomas me sirve un plato con huevos revueltos, pan tostado, tocino y un vaso con zumo de naranja.
...
Llego al trabajo y me coloco el uniforme, antes de salir a atender a los clientes me miro al espejo, mi cabello está largo, con decir que me llega a la cadera, lo recojo en una coleta, mi maquillaje es suave, inhalo y exhalo para después salir de allí.
Voy hacia una mesa en donde hay tres chicos, llego, me presento con ellos y les tomo la orden. Claro, a excepción de un cabello castaño, el cual sonríe de lado y me mira de arriba abajo, esto es muy incomodo.
—¿Qué vas a ordenar? —pregunto con amabilidad, de verdad que ya me está cansando. Y no quiero ser grosera.
—A ti —murmura con media sonrisa, luego guiña un ojo.
Confundida pestañeo en repetidas ocasiones. Me cruzo de brazos esperando su respuesta. Nuevamente dice que yo soy quien está en su lista, por lo que lo fulmino con la mirada y soplo el cabello que cae sobre mi frente, los otros dos chicos ríen a carcajadas como si yo fuera un payaso en un circo.
De acuerdo, Alexia, se amable con estos idiotas. No querrás que te echen.
—Como no van a ordenar nada más, me retiro. —Giro sobre mis talones, pero me sujetan por la mano. Pongo mi mejor cara paga que no noten lo irritada que estoy y me me doy la vielta, viendo al castaño.
—Aún no he ordenado —dice en tono seductor.
Me suelto de su agarre.
—De acuerdo, ¿qué vas a ordenar? —inquiero.
Al terminar de apuntar el pedido, me retiro de allí. Son tan exasperantes, los tres. Cuando su pedido está listo, nuevamente voy y se los llevo.
Todo mi día transcurrió con normalidad, hoy no he visto a mi jefe, aunque quisiera verlo, no lo niego. Ya sólo faltan unos minutos para salir.
Me pregunto, cómo estará Ethan, después que me fui de la mansión no volví a saber nada de él, será que Alex lo buscó y mató junto con los demás cazadores.
—Alexia. —Me llama una de mis compañeras, su nombre es Martha, ella es rubia, ojos miel, es de mi misma edad.
—Dime —digo caminando hacia ella.
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Oscura obsesión |COMPLETA|
Vampiri-Hola, preciosa. Al fin te encontré -habla mirándome de arriba abajo con media sonrisa. -Qui... ¿quién eres? -mi voz sale temblorosa. -Tu dueño -dice con una sonrisa divertida, lo cual hace que un escalofrío pase por toda mi columna vertebral. Pero...