-Hola, preciosa. Al fin te encontré -habla mirándome de arriba abajo con media sonrisa.
-Qui... ¿quién eres? -mi voz sale temblorosa.
-Tu dueño -dice con una sonrisa divertida, lo cual hace que un escalofrío pase por toda mi columna vertebral. Pero...
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Alexia
Me siento avergonzada con Christian por todo lo que acaba de pasar. Noto una pizca de confusión en su rostro, veo como Alex sube que su auto y se marcha. Suspiro aliviada.
–Alexia, creo que me debes una explicación –dice frunciendo el ceño.
–Sí, ¿te parece si hablamos mañana? –digo agarrando las bolsas.
–Vale. –Me despido de Christian y él se marcha.
Me adentro a casa y veo a Thomas, le sonrío y lo abrazo, de inmediato siento como las lágrimas se hacen presente, sollozo como niña pequeña mientras me aferro a él con fuerza. Thomas no me dice nada, quizá escuchó la conversación que tuve con Alex.
Después de no sé cuantos minutos llorando, me separo de Thomas mientras limpio las lágrimas. Me siento en el sofá y él, me imita.
–Si quieres hablar de ello, puedes hacerlo. Sabes que estoy para escucharte porque he llegado a quererte como a una hija –toma mis manos y me da un leve apretón. –escuché toda tu conversación, ya sabes, cosa de vampiros.
–Sí, lo sé. –Paso las manos por mi cabello. –Abuelo, aún lo amo y me dolió haberle dicho todo eso –susurro casi inaudible.
–Entonces dale otra oportunidad, la última y si ves que nuevamente te causa daño; entonces si te alejas de él; sabes que te apoyaré en tu decisión, además ¿por qué negarle otra oportunidad al amor? ¿Por qué no darte la oportunidad de ser feliz? –Sonríe –el amor es algo hermoso, por mucho que intentes escapar de él, siempre llegará a ti.
–No sé si será buena idea. –ladeo la cabeza. –No quiero terminar herida otra vez, es eso a lo que le temo. –Me coloco de pie. –Yo creo que ya es hora de que me dé otra oportunidad con alguien y dejar mi pasado atrás.
–Bueno, sólo espero que sepas tomar tus decisiones. –Sonríe. –Buenas noches –dice antes de irse.
–Buenas noches, abuelo –subo a mi habitación y después me tumbo en la cama.
Al cabo de varios minutos, me dirijo al baño y me doy una ducha rápida, al terminar me visto con mi pijama. Luego me acuesto a dormir. Algo imposible. Dado que cada vez que cierro los ojos, logro ver el rostro de Alex cuando le dije que estaba con Christian, me duele todo esto.
...
Estoy en el trabajo, recibiendo los pedidos. Mi mente está distraída, pienso en Alex, en Christian. Me gustó que me besara, ¿será buena idea darle una oportunidad.
Llevo mi último pedido y Martha me informa que el jefe quiere verme, me encamino hacia allá y toco la puerta esperando que me autorice.
Escucho un "adelante" y lo veo sentado mirando unos documentos en su escritorio. Él me sonríe y le devuelvo la sonrisa. La conversación comienza lenta, con algo de tensión, pero poco a poco el ambiente va cambiando. Minutos después, estamos riendo a carcajadas a causa de sus anécdotas de cuando era niño.
