Me encuentro sentada en el regazo de Alex mientras el acaricia mi cintura con sus manos, la verdad anhelo ese día en el que viva con Alex sin problemas. Es decir, que no haya nadie que nos intente hacer daño. Que sólo haya tranquilidad y paz. Pido sólo un poco; ya que en esta vida nada dura para siempre.
-¿En qué piensas? -La voz de Alex me saca de mis pensamientos.
-En nosotros. -Suspiro. -Quiero vivir tranquila a tu lado, sin ningún problema. -Sonrío y acaricio su mejilla.
-Pronto lo estaremos. -Toma mi mano y deposita un suave beso en ella.
...
Me dirijo a la cocina y veo a una chica cabello negro azabache al lado de Melissa, saludo y ella contesta.
-Señorita Alexia. Ella es Sophie, trabajará aquí, el señor Alex me pidió que buscara a alguien para que se encargara de la segunda planta. -Dice Melissa.
-De acuerdo, bienvenida -digo con una sonrisa. Ella asiente, salgo de allí y me dirijo al jardín.
Alex no me dijo nada. No quisiera enojarme, pero no puedo evitarlo.
Recuerdo todo lo que pasó con Dakota y no quiero a ninguna chica en la mansión.
Sí, sé que no debo pensar que quizás volverá a pasar lo mismo. Dado que la situación con Dakota era diferente, peino mi cabello con los dedos y después lo echo hacia atrás. ¿Siento celos? Sí, es cierto. Pero no tengo porqué sentirlos.
Sostengo en mi mano una hermosa flor. Ha pasado una hora, en la cual sólo me he limitado a admirar el hermoso jardín, ya que nunca lo había echo. Pues, Alex siempre me tenia encerrada en la habitación, después pasó lo de las heridas. En fin, sólo no había tiempo para contemplar lo hermoso que está.
Además, la vez que quise hacerlo, un vampiro intentó dejarme sin una gota de sangre; y, gracias a Alex no me pasó nada.
Camino hacia el interior de la mansión, y después camino hacia el despacho de Alex, abro la puerta lentamente; veo a Alex, y Sophie. Él le da algunas indicaciones.
Voy a entrar cuando observo que la chica nueva le acaricia el brazo a Alex, él le mira y se la toma para después alejarse de ella. Entro y él abre los ojos sorprendido ¿Quién se creé esa estúpida? No soy de pelear por chicos, pero por Alex lo haría mil veces si es necesario.
-¿Quién te crees que eres para tocar a Alex? -Ella abre la boca para hablar, pero no logra articular una sola palabra. -Yo soy su prometida. ¿Entendiste? -Noto como Alex me mira divertido mientras muerde su labio inferior, para no soltar una carcajada.
-Sí, señorita. Disculpe. -Se excusa.
-Bien, ahora retírate. -Ella asiente y sale del despacho.
Ignoro a Alex, y me dirijo a la puerta, cuando la voy a abrir una mano la cierra. Alex coloca su otra mano en mi cintura. Siento que mete su mano por debajo de la falda y acacia mi muslo. Siento mi corazón latir de una manera desenfrenada ante el tacto de Alex, besa mi cuello y siento una estúpida corriente por todo mi cuerpo.
-¿Estás celosa? -pregunta y lame el lóbulo de mi oreja.
Le quito la mano y me parto de él, el vampiro me mira divertido.
-Ella te estaba tocando, y muy bien que te dejaste -replico molesta.
-Preciosa, le quité la mano. Además, ella no es el tipo de mujer que me gusta. -Hace una mueca.
-Como tú digas. -Giro sobre mis talones para salir del despacho.
En menos de nada, Alex me tiene acorralada en la pared, me mira con diversión y muerde su labio. Quisiera besarlo. Amo cuando hace eso, hace calor aquí o sólo soy yo.
-No estés celosa, Alexia, yo soy tuyo. -Pasa su nariz por mi mejilla. -¿Confías en mí? -Pregunta y pasa la yema de sus dedos por mi piel.
Y ahora es cuando odio tener la ponzoña de Alex en mi cuerpo, porque sé que el disfruta manipularme. Cierro los ojos al sentir los labios de Alex en mi cuello, noto que sonríe en el y muerde levemente mi piel, haciendo que gima.
-Alex, echa a Sophie, no la quiero aquí. -Digo y meto mis dedos en su cabello para jugar con el.
-La necesitamos, ella ayudará a Melissa. Confía en mí, jamás pasará nada entre ella y yo. -Me sujeta con fuerza por la cintura.
-Que la eches. -Ordeno.
-¡No empecemos, Alexia! -exclama apartándose de mí. -Te digo que jamás te engañaría. ¿Acaso no me crees, no confías en mí? -Estampa su puño en la pared haciendo una abolladura.
-¡Sólo te estoy pidiendo que la eches, además estuviste a punto de acostarte con Dakota, ¿o ya se te olvidó? ¿Cómo quieres que esté? -grito mientras alzo las manos.
Y entonces reacciono ante lo que acabo de decir, he traído el pasado.
Alex patea el escritorio y lo estrella en la pared haciendo que impacte con brusquedad, me sobresalto ante el escándalo que formó.
-¡Ya te pedí perdón por eso, pero por lo que veo lo logras olvidar lo que pasó! -grita y agarra la silla para después estrellarla en la pared.
-Alex, yo... Yo no quería. -No puedo hablar al ver sus ojos color carmesí. -No quería decirlo, me dejé llevar de la rabia. -Paso las manos por mi cabello.
-¡Ya cierra la boca! -grita enardecido.
Me sobresalto y retrocedo hasta chocar con la pared, una lágrima se desliza por mi mejilla.
Alex al verme, me mira arrepentido y se acerca para acariciar mis mejillas, se lo permito; puesto que es mi culpa que él esté así. Me abraza con fuerza y yo paso mis manos por su cintura mientras sollozo.
-Perdóname, no debí mencionar nada de lo que pasó, eso ya es pasado. -Beso su pecho por encima de la tela.
-Ya basta, no hablemos de eso.
Perdóname tú a mí por haberte gritado. -Besa mi sien. -Aunque me gusta que seas celosa. -Niego con la cabeza, entonces él toma rostro entre sus manos. -Deberías admitirlo, porque es así.Suspiro y cierro los ojos.
-Sólo tengo miedo de que me dejes. -Susurro llena de angustia.
-Mírame. -Lo hago y él sonríe complacido. -Para mí, sólo existes tú. ¿Entiendes?
Asiento.
Alex besa mis labios de una manera salvaje, llevo las manos a su cuello y lo traigo más a mí para profundizar más el beso. Alex mete su lengua en mi cavidad bucal y explora cada parte de esta. Gimo en su boca.
Me aferro a su cuello y Alex me sujeta por los muslos, me alza e inmediatamente enredo mis piernas en su cadera.
Me recuesta a la pared y siento que Alex acaricia mi muslo, así hasta que posa su mano en ni glúteo y me da un leve apretón.
-Eres mía. -Susurra en sobre mis labios.
-Sólo tuya, Alex. -Muerdo su labio inferior, él sonríe y me vuelve a besar con la misma intensidad. Al cabo de un rato jadeo por falta de oxígeno y aparto mi rostro, Alex besa mis mejillas; después mi cuello.
Unos golpes en la puerta nos hacen detener. Alex gruñe en respuesta, me deja en el piso y me acomodo la falda, la cual se encuentra en mi cintura dejando a la vista mis bragas.
Siento mis mejillas teñirse de rojo. Alex sonríe y me mira atento mientras muerde su labio. Al terminar de acomodar mi falda, el vampiro abre la puerta.
-¿Qué quieres? -Inquiere y pasa una mano por su cabello.
-Disculpe la interrupción, Señor Owens, pero están atacando la mansión y son cazadores. -Y esas fueron las palabras que me hicieron sentir un escalofrío en toda mi espina dorsal.
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Oscura obsesión |COMPLETA|
Vampiros-Hola, preciosa. Al fin te encontré -habla mirándome de arriba abajo con media sonrisa. -Qui... ¿quién eres? -mi voz sale temblorosa. -Tu dueño -dice con una sonrisa divertida, lo cual hace que un escalofrío pase por toda mi columna vertebral. Pero...