capítulo 42

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Ya an pasado 4 meses, desde que llegué con la abuela a su casa, la verdad me la he pasado muy bien con ella.

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Estaba cansado de no saver nada de Ga-on, así que la abuela me trajo noticias, me dijo que el despertó una semana después de que yo desapareci o al menos eso creen, que estoy lejos. Días después la abuela trajo a Ga-on a quedarse con ella para que se recuperará.

De mí embarazo, ya pasaron 7 meses, mi barriga exagerada mente grande ya pesa un montón, ya caminar me es difícil, siempre me llevo con dolor en la espalda, ése maldito dolor me está matando.

11:12 am.

Sali al jardín dispuesto a arreglar las plantitas todas descuidadas que tiene la abuela,  busque la tijera, un recipiente para hechar los restos secos de la planta, me coloque un sombrero, me puse guantes y así salí y empecé mi labor.

De repente, miré cómo un auto de colór rojo va llegando, pude reconocerlo a la distancia que se trata del auto de Mew, pero no tuve tiempo para correr hacía  dentro de la casa, mi única opción fue quedarme detrás de las macetas, que por suerte son lo suficientemente grandes para cubrirme.

Mew bajó del auto, buscando a la abuela con la mirada, ella salió poco después muy preocupada buscando indiscreta mente a su alrededor, pude notar que es a mi a quien me busca.

¿Qué haces aquí? ─preguntó de forma muy tosca─ ¿vienes con ella?

Sabía que con ella, se refiere a su esposa, enseguida está habrio la puerta saliendo del auto.

¡No salgas! ─demandó la abuela, pero ella no hizo casó y salió completamente del auto.

Una barriga no muy grande, pero notable, está embarazada...la abuela quiso impedir que me diera cuenta de eso. Las ganas de llorar me invadieron, lo hice en silencio... mi niño parece haberlo sentido también, porque enseguida se empezo a mover cómo loco.

¡así que tu, seguiste con tu vida! ─susurre para mi mismo─ fui el único que se quedó estancado.

Lo siento mucho ─se disculpó la abuela─ pero no te puedes quedar en mi casa, tu sabes muy bien que no quiero a tu esposa, si querías verme, hubieras venido sólo.

─¡abuela! ─se quejó Mew.

Vamos Mew ─sugirió la chica, después se marcharon.

Pude verla forma tan amable en la que la trató, la cuido en todo momento, e incluso se marchó para que la abuela no le dijera nada.

¿¡Gulf!? ¿¡Gulf!? ─grito desesperada la abuela.

¡aquí, aquí estoy! ─hable más fuerte que pude, ya que el nudo que ahora tengo en mí garganta me lo impide.

¡Gulf, mi niño! ─ella llegó a zancadas a donde estaba y me miró.

¡dijiste que aún me ama!─reproche ─ ¡hera mentira, si fuera así! Ella no estuviera embarazada, no anduviera con ella paseándose por todos lados...soy un tonto ¡soy un tonto!

Ga-on bajó, cómo pudo se agachó y me abrazo.

─No llores, no llores mi gatito precioso, el no vale la pena, tus lágrimas son muy preciadas cómo para que las desperdicies llorando por Mew ─me comsolo,pero aún con sus palabras tan lindas, el dolor de mi pecho no disminuyó.

Ése día desidi olvidarme de Mew, pero dejar muy presente todo lo vivido para no volver a caer y no,no siento odio por él, pero tampoco amor, a ése amor tonto lo enserre con llave muy adentro y no saldrá más de allí.

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Tres días pasaron desde la última vez que vino Mew, desde entonces trató de pensar menos en él y enfocarme más en el presente, en mi niño,en mi vida y  en Ga-on que aún no se recupera. Empecé a leer un libro que explica cómo atender las heridas de un vampiro, la abuela lo tenía guardado y yo lo robe. Desde entonces lo leo todas las noches en el jardín trasero, bajo la luz de un farol que coloqué yo mismo.
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Mientras leía, me dió la impresión de estar siendo vigilado, no le Di importancia pensando que es Ga-on, puesto qué aveces pasa y se queda viéndome mientras yo me meso en la silla y leo, dice que me veo muy bien.

Minutos después, volví a sentir esa mirada sobre mí, entonces miré hacia la dirección que creo que me observan y me incontre con una mirada penetrante, unos ojos rojos cómo la sangre. Allí estaba él, a unos pasos de mí observando en silencio.

¡Mew! ─hablé, más como confirmación que como pregunta.

El camino hacía mí a pasos lentos, con euforia lo miré acercarse.

¡Detente!...¡detente! ─suplique de forma desesperada, el se detuvo por unos instantes, pero luego comenzó a avanzar nuevamente, por inercia puse mis brazos para detenerlo, bajé mi cabeza y cerré mis ojos.

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Fin del capítulo. Uff, porfin se encontraron de nuevo...

Gracias por leer, sigan con migo  que esto aún no termina ❤

☆Depredador☆ (MewGulf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora