14.-Algunos problemas de comunicación.

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La reunión duró tres horas, durante el cual se sucedieron las preguntas del cliente y de sus asesores, yo iba respondiendo todas con la ayuda de Carlos y de Anajú, siempre demostrando seguridad y tranquilidad. Notaba la mirada severa de mi padre sobre mí todo el tiempo, pero decidí obviarla para no perder la calma. Cuando terminé de explicar el último punto terminado el cliente tomó la palabra.

- Juan, Carlos, estoy muy impresionado con el trabajo que ha realizado vuestro equipo. Samantha enhorabuena, me habéis convencido vamos a seguir adelante con la demanda. Quiero que tú y tu compañera me representéis. - terminó de decir con una sonrisa.

- Sr. Aguirre muchas gracias por la confianza depositada, no le fallaremos. - le respondí intentando mantener mi alegría a raya.

- Por favor llámame Andrés. - me pidió él levantándose para despedirse.

Tras despedirse de todos los asistentes le acompañé hasta la salida, tanto él como sus asesores volvieron a despedirse de mí y quedamos en seguir hablando. Volví a la sala y estaban todos recogiendo sus cosas, Carlos hablaba con su padre y con el mío con una sonrisa en la cara.

- Bueno habrá que ir a celebrarlo. - dijo al verme entrar.

- Juan y yo nos vamos para Valencia, el coche nos está esperando. Id vosotros que sois jóvenes. - le respondió rápidamente.

Nos despedimos de ellos, mi padre a modo de despedida me soltó.

- la reunión ha estado bien pero ahora viene lo difícil, hay que ganar la demanda. Los beneficios tanto económicos como de prestigio que nos aportará son muy grandes. No te confíes ni te relajes. - tras eso beso mi mejilla y salió de la sala.

Carlos padre fue más cariñoso, me dio dos besos y un abrazó y me felicitó por el gran trabajo. No hizo ninguna referencia a su hijo, por lo que no sabía si recordaba nuestra ruptura. Tras la marcha de nuestros padres Carlos volvió a insistir, yo disimule para no responder, pero Anajú si lo hizo.

- Hemos quedado con las chicas.

- Bueno podemos sumarnos si no os molesta. - propuso Carlos.

- Si no te importa ir al sitio al que vamos. - le respondió Anajú provocando un suspiro de hartazgo.

- ¿Seguís yendo al bar del rubio canijo ese del que estas encaprichada? - le preguntó con tono desagradable.

- Yo no estoy encaprichada de nadie, simplemente me da lo que otros no y...

En ese momento Javi intervino poniendo un poco de paz.

- Oye yo creo que el sitio está muy bien.

- Tú no dices nada Sam.- me preguntó directamente.

- Venid si queréis, pero por favor Carlos cambia la actitud. - le pedí cansada.

Javi preguntó la hora y Anajú se la dijo, salimos todos del despacho, siendo los últimos. Anajú y yo nos fuimos con paso cansado hasta casa, íbamos en silencio hasta que mi amiga lo rompió.

- Ha ido estupendamente la reunión. Te veo seria. ¿Pasa algo?

- No me pasa nada, pero por favor esta noche no entres en las tonterías de Carlos. No quiero dar un espectáculo otra vez. - le pedí y ella asintió.

- Perdóname, pero a veces me saca de mis casillas con ese aire de superioridad. Entonces tu cara a que viene. - insistió.

- Me apetecía una noche tranquila, esperar a que Flavio saliera y acurrucarme en sus brazos hasta mañana, ahora tendré que aguantar toda la noche a Carlos. - le expliqué molesta.

Sobran las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora