- Hugo vamos a la clínica donde estuvo Pol. ¿Sabes la dirección? - le pregunté al rubio mientras colocaba a Samantha lo más confortable posible.
- Sin problema hermano. - respondió arrancando el coche y llevándose la primera bronca de Anajú que iba a su lado
Yo miré a Samantha que iba con la mirada pérdida apretando mi mano, acaricié su mejilla con delicadeza llamando su atención.
- ¿Cómo te encuentras? ¿Te duele algo? - le pregunté y ella negó con un pequeño puchero.
- Tengo miedo Fla. - fue todo lo que dijo y yo sólo supe abrazarla para intentar espantar sus miedos.
Llegamos bastante rápido al hospital, aunque los gritos de Anajú no pararon de escucharse durante todo el trayecto, la verdad es que la forma de conducir de Hugo había sido algo temeraria.
En cuanto entramos en urgencias la enfermera vino con una silla de ruedas y empezó a hacer preguntas, yo estaba sin saber que decir y la rubia también estaba como ausente, así que fue Anajú la que explicó todo. Se la llevaron para la zona de atención dejándonos a los tres en la fría sala de espera.
- Anajú me puedes contar que ha pasado, por qué no sabía que Sam estaba embarazada y que ha pasado con la noticia que habéis visto. - le pedí intentando mantener la calma.
- Tranquilo Fla, lo primero el embarazo lo hemos sabido esta misma tarde. Sabes que lleva varios días cansada y yo de broma le sugerí la posibilidad de estar embarazada, así que cuando fuimos al centro comercial se compró un test y aprovechamos cuando te fuiste a recoger a Pol. La pobre no ha tenido material de asumirlo, así que imagina contártelo. - me explicó con esa calma que tan bien transmitía.
- ¿Qué habéis visto para que se haya puesto como lo ha hecho? - volví a preguntar y Anajú me tendió su móvil para que pudiera verlo por mí mismo.
La noticia, si se podía llamar así, relataba que el hijo de Samantha no podía ser mío, ya que por fechas no concordaba y que era muy probable que fuera del empresario Roberto Aguilar antiguo jefe de Samantha en Londres, la noticia daba más detalles para hacer más creíble la historia.
- ¡Hijos de puta! - exclamé entregándole el teléfono que lo cogió Hugo para ver la noticia.
- Bueno Fla, ahora lo importante es que Samantha y el bebé estén bien, esto con un par de querellas lo solucionamos. - me intentó tranquilizar mi amiga hablando por encima de las maldiciones que iba soltando el rubio sentado al otro lado.
Nos quedamos los tres en silencio hasta que vimos aparecer a varios de nuestros amigos con Bea, Débora y Mai a la cabeza, se acercaron a nosotros pidiendo noticias sobre la rubia, pero los tres negamos. Una de las enfermeras al ver tal barullo nos pidió silencio y fue, como siempre, Anajú la que puso orden.
- Chicos aquí no podemos quedarnos todos, iros que en cuanto se sepa algo yo os aviso. - les pidió y todos aceptaron más o menos.
Así que finalmente nos quedamos mi hermana, Débora y Anajú que volvió a contar la mismo que me contó a mi cuando Débora preguntó por lo que había pasado. Yo las escuchaba metido en mi mundo, estaba intentando asimilar que iba a ser padre otra vez y que esta vez estaría desde el principio y no me perdería nada de este bebé.
En esas estaba cuando una doctora con rostro alegre se acercó a nosotros.
- ¿Familiares de Samantha Gilabert? - preguntó con tono amble y los cuatro nos levantamos en el acto.
- ¡Vaya! Que bien acompañada viene. - exclamó echándonos una mirada cariñosa.
- Bueno soy la Dra. Márquez, soy la ginecóloga que estoy llevando el caso de Samantha. Ella y el bebé están bien, ha tenido un pequeño sangrado y estamos descartando que haya probabilidad de aborto...
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Sobran las palabras
ФанфикElla abogada de éxito, con una familia adinerada y bien posicionada. Él luchando por salir adelante en una vida que no se lo ha puesto fácil. Ambos coincidirán en un momento importante de sus vidas, se entenderán o la diferencia de clases marcará su...