El lunes fue un día estresante de trabajo el haber faltado el viernes anterior había hecho que se me acumulase bastante trabajo. Lo mejor fue la llamada con Alba que al enterarse del plan de Flavio para verse con ella gritó entusiasmada.
- Gracias Sam, espero que tú también vengas a la comida. - me dijo ella.
- Claro estaré allí y así dejamos los flecos legales recogidos. - le respondí con alegría.
Lo peor del día de trabajo fue la visita de Roberto, su cara no era muy buena, yo la verdad que había obviado varios mensajes suyos durante el fin de semana, pues no me apetecía mucho hablar con él. Cuando vi su cara supe que estaba molesto por haberlo estado ignorando.
- Hola Roberto. ¿Qué te trae por aquí? - le pregunté con tono amable.
- ¡vaya! Te acuerdas de mi nombre. - me espetó irónico.
- He estado liada con la intervención de Flavio. Lo sabías así que no entiendo porque te quejas. - le replico con calma.
- Pero podrías haber contestado algún mensaje, eran para saber cómo te iba el fin de semana. - me explicó y yo lancé un suspiro aguantándome las ganas de mandarlo a la mierda.
- Pues si lo que te preocupa es eso todo ha ido bien, el sábado le dieron el alta y ya ayer estaba bastante mejor. Yo he estado haciéndole compañía al igual que Pol, por eso no he atendido los mensajes del móvil. - le explico con toda la paciencia de la que soy capaz.
- ¿Quieres algo más de mí? Referente al trabajo. - le pregunté con esa puntualización pues ya conocía sus intenciones.
- Quiero invitarte a comer para hablar de algunos temas pendientes. - me propuso y yo negué con la cabeza.
- Hoy lo tengo muy complicado pues tengo mucho trabajo atrasado. Mañana tengo una comida con un par de nuestros fichajes para temas contractuales y el miércoles tengo un almuerzo con Alba y Flavio para la colaboración de ambos. - le expliqué y él me miró suspicaz.
Nos quedamos en silencio, la expresión de la cara de Roberto no me gustaba, pero ya tenía decidido que esto era lo que debía hacer, sacarlo de mi vida y mantener una relación más laboral.
- Roberto si lo que tenemos que hablar es sobre temas de trabajo, podemos reunirnos aquí o en tu despacho y lo tratamos. - le propuse con la misma serenidad de antes y en su cara se pintó una risa irónica.
- Claro Sam, ya veo que no tienes tiempo para mí, pero no pasa nada ya te llamaré para cuando podamos reunirnos o mejor aún le pediré cita a tu asistente. - dijo burlón y se levantó para marcharse.
- Roberto estás siendo un poco borde. ¿Por qué? - le pregunté levantándome y parando su salida de mi despacho.
- De verdad me lo preguntas. Yo te he abierto mi corazón infinidad de veces, pero me has rechazado siempre y lo he aceptado. Ahora además también me apartas como amigo, no crees que me puedo sentir dolido. - me espetó bastante molesto.
- Sabía que nuestra última vez fue un error, no eres capaz de separar una cosa de otra y sabía que al final saldrías herido. Roberto no puedo darte lo que quieres ya te lo dicho muchas veces. Cuando se te pase el enfado ya sabes dónde estoy. - le respondí manteniendo la calma e intentando que la cosa no fuera a mayores.
Roberto me miró durante unos segundos y finalmente asintió con la cabeza antes de salir del despacho. Yo volví a mi mesa pensando con lástima en cómo había acabado todo con Roberto. Pasó un rato hasta que al fin pude centrarme en el trabajo.
Cuando por la tarde llegué a casa me encontré con Pol y Mati viendo la tele y me extrañó no ver a Flavio así que le pregunté a la pelirroja por él.
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Sobran las palabras
FanfictieElla abogada de éxito, con una familia adinerada y bien posicionada. Él luchando por salir adelante en una vida que no se lo ha puesto fácil. Ambos coincidirán en un momento importante de sus vidas, se entenderán o la diferencia de clases marcará su...