Llegué a casa con una sonrisa en la cara, Flavio había respondido con "ahora mismo voy" preocupado. Dejé mi bolso en la entrada y pasé a mi dormitorio para quitarme el elegante traje de dos piezas que llevaba. Que quedé sólo con las braguitas y una camiseta de tirantes que usaba para estar por casa, sabía que a Flavio le encantaba porque al ir sin sujetador dejaba que mis pechos se insinuaran aun más tras la camiseta.
Me senté en el sofá a esperar que llegara, le escribí a Anajú diciéndole que el plan estaba en marcha. A los pocos minutos sonó el portero electrónico, contesté y era él le abrí y dejé la puerta entreabierta de mi piso para que pudiera entrar sin llamar y me fui a esperarlo al salón tumbada en el sofá de manera provocadora.
Cuando Flavio entró, cerró la puerta y tras dejar su mochila pasó al salón, su cara era de preocupación, pero al verme tumbada en el sofá, se quedó sorprendido. Recorrió mi cuerpo con sus ojos recreándose en mis piernas y en mi pecho.
- ¿Qué era tan urgente? - preguntó cuándo pudo hablar.
Yo me levanté y lentamente me acerqué a él, sin aviso besé sus labios mientras mis manos desabrochaban su camisa y la abría dejando su pecho al aire. Al separarnos baje mi boca para besarlo e intentar morder uno de sus pectorales. Flavio se quejó con una sonrisa y levantó mi cara.
- ¿Esta es la urgencia? - preguntó con una mirada lasciva.
- Si no podía aguantarme más sin verte. - le respondí mientras volvía a besarlo y le quitaba la camisa dejándola tirada en el suelo.
Él me agarró de las caderas pegándome a su cuerpo mientras el beso subía de intensidad. Bajé mis manos para desabrochar su pantalón e intentar llegar a su miembro. Paró mis manos y con un rápido movimiento me agarró del culo para que enrollara mis piernas a sus caderas. De esa manera me llevó hasta mi dormitorio mientras devoraba mi boca.
Cuando llegamos al dormitorio me soltó con cuidado sobre la cama y tras mirarme con lujuria se quitó las zapatillas y tras ellas se quitó los pantalones y el bóxer quedándose totalmente desnudo con una prominente erección apuntándome.
- ¿Esto es lo que quieres? - preguntó con la voz tomada por el deseo, yo asentí con la cabeza mientras me acercaba a él gateando.
Flavio se subió a la cama y yo aproveché para agarrar su miembro y llevármelo a la boca. Besé, lamí y mordí su pene provocando gemidos de placer en el moreno. Mi mano subía y bajaba al ritmo de mi boca, él se apoyó en su espalda cuando sus piernas no le sostuvieron. Con una de sus manos me paró e hizo que lo mirara, con un hilo de voz me susurró.
- Si sigues me voy a ir.
Yo sonreí obscenamente y volví a meter su miembro en mi boca con ganas, con varios movimientos de mi mano y mi lengua noté como Flavio se tensaba y se deshacía en mi boca, tragué con ganas y cuando terminé me acerqué para observar su cara de placer. Él me devolvió la mirada mientras intentaba recuperar el aliento.
En un movimiento rápido, Flavio se colocó encima de mí y empezó a recorrer con su boca mi cuerpo, se deshizo de la camiseta mientras jugaba con mis pezones, tras morderlos y chuparlos a placer, bajó por mi tripa recorriéndola con su lengua, provocando pequeñas descargas de placer por todo mi cuerpo. Cuando llegó a mi pubis se deshizo de las braguitas y empezó a besarlo abriéndome poco a poco las piernas. Cuando me tuvo totalmente a su merced me miró lujuriosamente esperando que yo le dijera algo.
- Flavio sigue. - le pedí con voz entrecortada mientras que mi mano se enredaba en su pelo y lo conducía a mi centro.
Su lengua se introdujo entre mis pliegues buscando con fruición mi clítoris. Lo atrapó y lo chupó con avidez haciéndome gritar de placer. Su boca me estaba haciendo llegar al paraíso. Cuando dos de sus largos y virtuosos dedos se colaron dentro de mí solté un enorme gemido a la vez que apretaba mi mano que tenía sobre su pelo. Tras varios movimientos de sus dedos acompañados de su lengua sentí como un enorme orgasmo crecía en mis entrañas. Con un sonoro grito por mi parte hizo acto de presencia dejándome totalmente desmadejada sobre la cama. Flavio se acercó a mí con una sonrisa canalla.
ESTÁS LEYENDO
Sobran las palabras
FanfictionElla abogada de éxito, con una familia adinerada y bien posicionada. Él luchando por salir adelante en una vida que no se lo ha puesto fácil. Ambos coincidirán en un momento importante de sus vidas, se entenderán o la diferencia de clases marcará su...