28.- Cuando la verdad nos golpea en la cara.

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Han pasado un par de semanas desde que supe de Samantha, ella ha vuelto a intentar hablar conmigo, pero se ha encontrado con mi negativa. Sé que estoy siendo muy cabezón con no querer escucharla, pero mi orgullo me lo impide, además no quiero tenerla delante, no sé cómo me comportaría sí volvería a ser un borde o finalmente me derrumbaría.

Además, hice caso a Anajú y contraté a un manager externo que ha sido el que ha mantenido todo el contacto con la compañía. Pancho ha intentado hablar conmigo varias veces y yo siempre lo he remitido a Iván, mi nuevo manager. Hoy tenemos reunión en la discográfica la situación está tensa, porque ellos no quieren lanzar el álbum sin antes haber renovado el contrato.

Llegué a la cafetería donde había quedado con Iván y con Anajú, mi amiga había insistido en acompañarme por si había temas legales, a Iván no le pareció mal así que yo hice caso a ambos. Al entrar los vi ya sentados y con una taza delante de ellos. Le di la mano a él y un beso en la mejilla a ella, ambos me sonrieron y fue Iván el que llamó al camarero para que yo pudiera pedir algo.

- Se nos va a hacer tarde si pido algo. - dije confundido.

- Tranquilo Flavio, dejémosles que esperen. - respondió con una sonrisa Iván, yo asentí y pedí un café.

- ¿Sigues con la intención de dejar la compañía? - me preguntó Iván tras darle un sorbo a su taza.

- Si ya sabes mi postura. - le recordé al catalán.

Cuando lo contraté le conté todo lo que había pasado y mis motivos para querer dejar la discográfica. Iván se mostró comprensivo y empático, entendió mi postura y desde ese momento puso todo su empeño en solucionar mi salida de la compañía. Ya tenía una oferta muy buena de Sony que el mismo Iván había conseguido fácilmente. La verdad que había otras propuestas, pues afortunadamente mi carrera estaba en un gran momento y eran varias las compañías interesadas en contratarme.

Tras terminar y pagar la cuenta, subimos a las oficinas de la discográfica, nos hicieron pasar a la sala donde se realizaría la reunión. Al poco entró Pancho con una carpeta bajo el brazo, se asombró de vernos a los tres.

- ¡Vaya! Vienes bien acompañado. - dijo saludando a todos con gesto serio.

Al poco entró Roberto también con gesto serio, nos saludó sin decir palabra y se sentó al lado de Pancho y frente a nosotros.

- Vamos a esperar un momento por favor, está llegando nuestra directora del departamento legal. - pidió Roberto mirándome fijamente, Anajú apretó mi brazo bajo la mesa para intentar calmarme.

Al poco entró Samantha disculpándose por la tardanza, estaba preciosa, más que antes si cabe, yo aparté la mirada pues me sentía estúpido observándola embelesado. Tras el saludo y la presentación de Iván se sentó al lado de Roberto, noté su mirada fija en mí, pero me resistí a levantar la vista.

- Bueno estamos reunidos porque Flavio no quiere renovar su contrato con nosotros. - expuso brevemente Pancho.

- Mi cliente ya ha expresado su parecer, cree que su ciclo en esta empresa ya acabo y quiere afrontar nuevos retos. - respondió Iván con tranquilidad y un tono alegre muy diferente al utilizado por Pancho.

- ¡Vamos a dejarnos de tonterías! Flavio quiere dejarnos tirado después de haberle puesto en el mercado y haberle conseguido una carrera en la música. - exclamó Roberto enfadado, Anajú apretó mi brazo pues estaba a punto de saltar.

- Claro y se lo agradecemos, también han ganado bastante con él de hecho, estamos seguros que el álbum que está por salir dejara cuantiosos beneficios para todas las partes. No entiendo las trabas para que mi cliente pueda explorar otras vías. - respondió Iván manteniendo calma.

Sobran las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora