42.- Felicidad plena.

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 - ¿Sorprendido? - me preguntó la rubia sentándose a mi lado.

- Claro que estoy sorprendido. ¿Por qué no me has dicho nada antes?- le pregunté sin salir de mi asombro, ella sonrió al ver mi cara.

- Pues no sé Fla no estaba muy segura y cuando me convencí, Anajú me propuso hacerlo así para darte la sorpresa. - me respondió y yo sonreí alegre.

- Ahora que si no quieres que te acompañes puedes decirlo. - me explicó la rubia, pero yo negué.

- Cómo no voy a querer que me acompañes, pero que hacemos con Pol. - le pregunté con cierta preocupación.

- Flavio está todo previsto para que si queréis, viaje con vosotros. - respondió esta vez Iván con una sonrisa de satisfacción.

Yo me quedé sin decir nada simplemente cogí la mano de Samantha y la miré con todo el amor que sentía en ese momento, ella también me miró respetando mi silencio.

- Chicos no quiero romper este momento tan bonito, pero yo tengo que seguir trabajando así que si no os importa iros a miraros con amor y deseo a otro sitio yo os lo agradeceré. - rompió el silencio Iván de manera irónica provocando mi rubor y el de la rubia porque ciertamente nos habíamos quedado en trance.

Salimos del despacho del catalán y antes de entrar en el despacho que Samantha compartía con Anajú me paró y me comentó.

- Si no quieres que te acompañé dilo claramente, no me voy a enfadar.

- Claro que quiero que me acompañes y Pol también, estoy encantado porque no me apetecía separarme de vosotros, pero ¿por qué no me lo dijiste? - le volví a preguntar acariciando su mejilla.

- Es que no estaba segura de que quisieras que te acompañara, la verdad que entre Anajú y Bea me convencieron. - me respondió con cierta inquietud.

- ¡Qué tonta eres! Es la mejor solución para no tener que separarnos y como me ha dicho Iván me vas a cuidar incluso mejor que él. - le respondí abrazándola y dejando un beso en su cuello.

-¡Flavio! Que estamos en mi trabajo. - me espetó con nerviosismo, mirando por si había alguien observando la escena.

Entramos al despacho y yo me fui hacía la morena que sonreía al vernos pasar por la puerta. La abracé y dejé un par de besos seguidos en su mejilla.

- ¡Oye! ¿Me tengo que preocupar? - dijo Samantha al ver mi efusividad con la morena.

- Tranquila cariño, si no ha pasado nada en estos cinco años ya no pasará. - le respondió Anajú con un movimiento gracioso de cejas.

- Es que estoy seguro que ella ha sido la que más te ha empujado para que aceptaras ser mi manager. ¿Verdad? - aseguré y ambas asintieron con una sonrisa.

- Bueno entonces estáis los dos contentos al fin. - preguntó Anajú y ambos asentimos.

- Y veras lo feliz que se pone Pol cuando se entere. - esta vez fue la rubia la que comentó y yo sonreí contento porque no me imaginaba esta solución que me hacía muy feliz.

- Bueno chicas, me voy a acercar al local de ensayo para ver unas cositas con el director musical. - dije despidiéndome de ambas.

- Por cierto Fla. ¿Qué haces a la hora de comer? - me preguntó Samantha y yo me encogí de hombros.

- No sé, imagino que tomare algo con los chicos. - respondí sin mucho convencimiento.

- Pues tienes que cambiar los planes, como tu nueva manager te informo que tienes un almuerzo de trabajo conmigo. Así que sobre las dos y cuarto estaré para recogerte. - me informó ella con suficiencia sacándome una sonrisa.

Sobran las palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora