CAPÍTULO 39

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EMY

Las vacaciones terminan y por lo tanto, tenemos que volver cada uno a nuestro trabajo. Es la primera vez que tengo tantas ganas de volver, quiero saber de una vez por todas donde está Martha y ojalá seamos nosotros quien lo averiguemos, o por lo menos la capturemos.

Tengo mil ganas de verla. Pero verla muerta. No tengo duda en que en cuanto la encuentre, lo que voy a hacer es matarla.

Toda mi familia sabe lo que pasa con ella y todos me apoyan, incluso Nika. Y aunque no tuviera apoyo de nadie, también lo haría. No me hace falta ninguna aceptación para quitarme a más escorias del medio.

Me despido de mi madre que también se va al trabajo y me monto en el coche con mi padre. Hoy hemos decidido ir juntos, pero en el mío.

– ¿En qué piensas? - pregunto cuando lo veo distraído mirando por la ventana.

– En el siguiente viaje – se ríe.

– Ojalá sea pronto – suelto una risa yo también.

– Los viajes que hacemos todos juntos, recomponen el alma.

– Y que lo digas – asiento con vehemencia.

Estoy segura de que si no hubiésemos ido, todo estaría mucho peor. Gracias a esta semana juntos las cosas están como han estado toda la vida: tranquilas y en su sitio.

– ¿Por qué no ha venido Nika con nosotros? - pregunta.

– Cuando salga del trabajo va directamente a comer con sus amigos. Por eso se ha ido en el suyo.

– ¿Y tú no vas?

– No.

– ¿No te sientes cómoda?

– Si me siento, sobre todo con Lena – asiento – pero nosotros nos hemos visto muchos días. Quiero darle su privacidad con ellos. Que estemos juntos no
significa estar como lapas pegados a cada momento.

– Llevas razón – asiente.

– Los veré a la próxima.

Aparco el coche y nos adentramos a la comisaría.

– Luego nos vemos – le doy un beso – que te vaya bien.

– Igualmente princesa.

Voy hacia mi despacho y escucho movimiento en el baño. Debe ser Nika cambiándose. Cojo mi ropa del armario y espero a que salga. Sé que si entro, soy capaz de no salir y pasar la mañana enterrada en él.

– Buenos días – sonrío cuando sale.

– Hola nena.

Viene hacia a mi y me planta un beso digno de película.

– Ya te echaba de menos – susurro sobre su boca.

– Te amo – sonríe enormemente.

– Voy a cambiarme porque sino, peligramos – me río.

Entro en el baño y rápidamente me pongo el uniforme. Sitúo todas mis armas en el pantalón y ya estoy lista.

– Detesto trabajar contigo – me mira Nika cuando salgo.

– ¿Por qué? - pregunto entre sorprendida y confusa.

– Por esto – lleva mi mano a su entrepierna.

– ¡Nika! - me río con ganas.

– Verte con el uniforme es un sufrimiento – se quita el sudor de la frente.

– Para mi también lo es.

Levanto su barbilla haciendo que me mire a los ojos y lo compruebe. Mi cuerpo arde ante lo que veo.

CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora