CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 27

EMY

Me despierto en los brazos de Nika y tomo una inhalación profunda llena de felicidad. Tengo agujetas en el cuerpo y no hace falta decir a qué se deben.

– Nena – susurra con una sonrisa.

– Tu móvil no ha parado de sonar – lo aviso.

– ¿Quien es?

– No sé, no lo he mirado – me acurruco junto a él.

– Debe de ser Kris – abre un poco los ojos para mirarme.

– ¿Kris? - me pongo en tensión de inmediato.

– Lleva unos días queriendo hablar conmigo – cuenta.

– ¿Y me lo dices ahora?

– No quiero hacerte pasar un mal rato, no es importante. No le he contestado porque yo no tengo intención de hablar con ella.

– Déjaselo claro y que deje de joder – gruño frustrada.

– Mmm tu faceta de celosa me gusta – me besa el cuello.

– Pues te aseguro que a mi no – me aparto.

– Venga nena – me sonríe – solo está llamando la atención. Ya se aburrirá.

– Como siga, no voy a hacerme cargo de mis actos – aviso.

Dejo que me bese para que se me pase el rebote. No me gusta ser así, pero no lo puedo evitar. Es decir no me importaría tanto que hablasen si es mutuo. Pero si él no le está contestado, ¿por qué no para? ¿Acaso no tiene dignidad? Yo no me arrastraría así por un hombre que pasa completamente de mí.

Nos vestimos a regañadientes para no llegar tarde al trabajo. Nos gustaría quedarnos aquí durante todo el día, abrazados. Lástima que tengamos obligaciones.

Espero que hoy puedan darnos noticias sobre el hombre al que maté, me muero de ganas de saber quien es y poder averiguar porqué nos jodía tanto.

Cojo un paquete de galletas que hay en su despensa para comérmelo después en la oficina. Siempre me da hambre a media mañana.

Llegamos a la central y hay más revuelo que otros días. Los lunes suelen ser el peor día.

– Buenos días – saludo a mi padre desde lo lejos.

Parece que no me escucha porque ni me mira ni me responde. Está buscando algo en su escritorio a toda prisa. Nika también lo saluda y ya parece que se da cuenta de nuestra presencia. Viene hacia nosotros rápidamente.

– Tengo que marcharme – nos da un beso a cada uno.

– ¿Pasa algo? - frunzo el ceño.

– Acaba de llegar una urgencia con una desaparición.

– Uf – Nika le palmea el hombro – suerte.

– ¿De quien se trata? - pregunto.

– No lo sé, luego hablamos en casa – se despide.

Sale a toda leche con dos compañeros más y veo los coches patrulla alejarse a toda velocidad.

– Si es de urgencia es porque es importante – hablo mientras vamos a nuestra oficina.

– Luego lo sabremos – se encoje de hombros.

Nos ponemos cada uno nuestro uniforme y le robo un beso antes de ponernos a trabajar. El traje le queda pintado, literal. Resalta todos sus músculos y se ve aún más guapo de lo que es. Me encantaría comermelo.