CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 7

EMY

Mi hermano me abraza y parece preocupado.

– Emy por favor – me coge la cara con las manos.

– No va a pasar nada – repito por enésima vez.

– ¿Seguro que no puedo ir contigo?

– Tengo que hacerlo sola – le sonrío para demostrarle seguridad.

– Si te pasa algo...

– Que no Alan – le doy un beso – voy a intentar controlarme.

– Por eso, intentar – resopla – ni siquiera sabes si puedes.

– Tendré que averiguarlo, ¿no?

– Ya pero...

– Confía en mi – le digo.

– Está bien.

– No te preocupes si tardo o no. voy a estar bien, además sé defenderme de todo – me río.

– Eso sí – ríe nervioso también.

– Luego nos vemos – lo abrazo.

Han pasado tres días desde que estuve en el psicólogo y ya no aguanto más a hacerlo. Cuanto antes, mejor. A ver si de una vez por todas puedo quitármelo de la cabeza y de mi vida.

Mis padres se han ido angustiados al trabajo porque tienen el mismo miedo que mi hermano. Les he prometido mandarles un mensaje cuando terminara de hablar con Nika.

Salgo y respiro hondo antes de andar hacia su casa. Estoy nerviosa, y no porque tenga que verlo. Sino por mi reacción. Todavía no confío del todo en mí. Sinceramente, no se como puedo actuar si me saca de quicio de nuevo.

Toco al timbre y espero a que abra. Escucho música y proviene de una habitación porque sale de la ventana de arriba. Vuelvo a tocar más rápido y nadie abre. Seguramente no me escuche.

No me queda otra, empiezo a escalar sin dificultad hasta que entro en la habitación.

Lo veo de espaldas a mí y parece que está arreglando un mueble. Está tirado en el suelo. Lleva un pantalón de pijama y no tiene camiseta puesta. Niego con la cabeza y me concentro.

– Oye – digo cuando apago el altavoz. Pega un salto y se lleva la mano al pecho.

– ¿Que haces aquí? - viene de malas maneras con la respiración agitada.

– ¿Te asusté? - me río.

– ¿Por qué mierdas escalas mi casa? - me encara.

– He tocado al timbre y no me escuchabas – me encojo de hombros.

– ¿Y no has pensado que no quería abrirte? Te he visto por la ventana.

– Que feo eso – finjo estar dolida.

– Habla de una vez o vete – señala la ventana de nuevo.

– Perdón – digo simple.

– ¿Qué? - me mira incrédulo.

– Por apuntarte con el arma – especifico. Por lo demás no voy a pedir perdón.

– Ah – se queda confuso – Yo también lo si...

– Cállate – lo corto – no quiero tus disculpas. He venido obligada.

– Eres una estúpida – me mira mal.

– No te pedí opinión – sonrío falsamente.

Se exaspera y se le tensan los músculos.

'¿Tienes deseo sexual hacia Nika?'