CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 9

EMY

Zoe me suelta contra la cama y parece nerviosa.

– No lo tienes controlado – me mira.

– Está claro que no – inspiro hondo calmándome.

– ¿Has sido consciente? - se sienta a mi lado.

– Se me ha olvidado que estabas tú, quien era él... No – respondo a su pregunta.

– Llama a James y pide cita ya, que te la adelante – me mira seria.

– Ahora estoy caliente joder – digo con la mandíbula apretada.

– Creo que él también se ha quedado caliente.

– Tengo que verlo – me levanto deprisa.

– Emy – me detiene – No. Es Nika, el hijo de Martha. No puedes, tienes que hacer el intento.

– Es verdad – asiento cuando entro en razón.

– Pasado mañana nos vamos a Alaska – me recuerda – esta noche podemos salir si quieres. Así te quitas las ganas.

– Vale – suspiro.

– ¿Quieres que te acompañe a ver a James?

– No, él prefiere estar a solas conmigo. A mi madre no la dejó entrar la semana pasada.

– Puedo ir contigo y esperar fuera – sonríe.

– Vale, voy a llamarlo.

Me dio su número para que pudiese contactar con él por si tenía algún problema.

Hablamos y me dice que no hay ningún inconveniente, de hecho puedo ir en cuanto coma.

– Listo – dejo el móvil en la mesita de noche.

– Vamos a comer, tengo hambre – se toca la barriga.

Salimos y el salón huele delicioso.

– ¿Que hay de comer tita? - le pregunta a mi madre.

– Pollo con patatas – sonríe.

– Bua – se relame los labios.

Pongo la mesa junto a mi hermano y solo falta mi padre por llegar de trabajar.

– Vamos a salir esta noche – digo cuando estamos sentados.

– No estaba informado de eso – mi hermano me señala con el cuchillo.

– Lo acabamos de decidir – dice Zoe.

– Avisaré a los demás – saca su móvil.

– ¿Pueden quedarse a dormir? - le pregunto a mi madre con una sonrisa.

– Claro – asiente.

Me encanta salir de fiesta y luego dormir con ellos. Siempre comentamos la noche porque suelen pasarnos cosas, si no es a uno, a otro. Espero que salga mejor que la última vez.

– Papá – sonrío cuando entra en el salón.

– ¡Hola! - exclama feliz.

Nos da un beso a cada uno y se sienta a comer.

– Tengo cita ahora con James – les aviso.

– ¿No era en unos días? ¿Ha pasado algo? - se preocupa mi padre.

– Nos vamos de viaje así que prefiero verlo antes – pongo la excusa perfecta.

– Ah, si es por eso – mi madre asiente.