Capítulo 7. Adler

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Mi equipo resultó ser vencedor.

Ganamos.

Dejo la equitación perfectamente colocada en el interior de mi mochila mientras sacudo mi cabello mojado, salpicando pequeñas gotas de agua a mi alrededor.

Cuando eres un adolescente crees que tus planes se harán realidad, crees que al cumplir la mayoría de edad estarás camino al éxito o, al menos, en dirección a convertirte en la persona que siempre uno quiso ser... Pero lo que no te dicen es que acabarás más confundido a los veinte que a los diecisiete.

Saliendo del vestuario, saco los iPods y me los coloco en las orejas, dejando que la música empiece a captar mi atención. Nadie me espera, nadie me ve y nadie me molesta porque una de las condiciones que impuse al aceptar formar parte de este equipo fue que solo jugaría los partidos importantes. No espectadores. No entrenamientos intensivos con el resto de mis compañeros de equipo. Tampoco fiestas de celebración tras partidos, ni salir por la puerta grande para ser avasallado por cientos de periodistas o aficionados... Y, para ello, estaban mis hermanos y mi padre, dispuestos a darles a la prensa aquello que yo jamás voy a darles.

Mi imagen.

Cassian Hunter, además de ser padre, también es mi representante y con él, mis hermanos siempre bajo sus brazos, saludando, coqueteando y respondiendo preguntas por mí. Haciendo que la persona que se supone que soy para el resto de la población sea cierta... Dándoles a la prensa el contenido que ellos demandan.

Los hombres Hunter.

Dulce Caída [TERMINADO] (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora