Capítulo 12. Heather

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***Advertencia*** Escena sexual  entre una menor y un mayor de edad.

Si tienes conocimientos de que un menor mantiene relaciones con un adulto, sean consensuadas o no, denúncialo. No lo calles.


—Parece que tu hermano no viene solo —rezonga Cassian en dirección a Adler, el cual se ha mantenido cabizbajo sobre el asiento del jet sin inmutarse ni un segundo en devolverme la mirada a mí o, incluso, a su padre—. Leah.

Tomo mi chaqueta y me peino mi cabello con los dedos, escuchándolo, sentada frente a ambos.

—¿Es la vecina? —decido intervenir.

—Sí... He olvidado cuantas veces los han atrapado a ambos en sus engaños, pero es irónico que, a pesar de que no se aman, siempre vuelven juntos y no pueden dejarse por completo.

Observo a la chica que cuelga del brazo de Trevor y no puede negarse que ambos son el uno para el otro, físicamente hablando. Si no fuese porque conozco lo capullo que es él, definitivamente me parecerían adorables por el gran parecido que guardan respecto a la forma de vestir en este momento. Parecen dos góticos salidos de una secta satánica, salvo que ella mantiene cierto encanto adorable y aniñado en su rostro, con sus dos medias colas y sus largos pestañeos intermitentes.

—Leah —habla Cassian.

—Sr. Cassian. —Mueve su cabeza—. Un placer verte, Adler.

—¿Y Wyde? —Cassian mira su reloj—. Se suponía que debíamos alzar el vuelo hace diez minutos. El tiempo no apremia.

—Padre, lleva en el avión desde antes de que entráramos nosotros —murmulla Adler—. Y el placer no es mío, Leah.

Cassian frunce el cejo en dirección a su hijo en un movimiento molesto.

—Leah, ella es Heather. Vive con los chicos y conmigo. —Hay un breve silencio—. Ahora es una Hunter... Trevor, haz traer a tu hermano de inmediato.

—Se encuentra en el servicio, papá. Yo no pienso ir a buscarlo —impone el gemelo—. Si tanto deseas verle la cara a tu hijo, búscalo tú mismo. —Le coge de la mano a Leah—. Es mejor que nos sentemos.

La muchacha se resigna a negar con la cabeza antes de pedirme si puedo cederle mi sitio, así que aprovechándome de que me veo en la obligación de cambiarme de asiento al lado de Adler, le quito de las manos la botella de agua que está a punto de abrir y me hago con su goma negra. Sin embargo, él se acerca tanto a mí que hasta puedo sentir su aroma, como también noto mis rodillas debilitarse.

—No —simplemente niega, haciéndose de nuevo con la goma—. ¿Sabes lo que jamás puede ocultarse?

Aprieto mis ojos y respiro hondo.

—Un embarazo.

La puerta del baño se abre, saliendo de este tanto Wyde como la azafata del vuelo. Cassian le dispara una mirada helada a su hijo, sin embargo, no le dirige ni una sola palabra.

—Un corazón roto, princesa de hielo — me susurra Adler.

Durante el resto del trayecto, no vuelve a decir nada más.

Princesa de hielo.

Su mirada se encuentra con la mía y yo me encuentro sonriéndole por primera vez de manera genuina.

Su mirada se encuentra con la mía y yo me encuentro sonriéndole por primera vez de manera genuina

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Dulce Caída [TERMINADO] (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora