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—No quería hacer esto, pero creo que realmente voy a venderte.—JoonSuk observaba con desprecio a Jimin en una camilla.

—¡Cállate, todo el dinero que se está usando es suyo y el mío, no creas que estás haciendo un bien ayudándolo porque tú solo pagaste el taxi!—exclamó, Taehyung, con la amargura a flor de piel.—Si no tienes nada bueno que decir, puedes irte.

La salud de Jimin se deterioró después de aquella noche, su apetito pasó de ser mínimo a nulo, durante el día se mantenía callado y en las noches que se abría el burdel, cumplía con su trabajo hasta que un día no pudo más y se desmayó en pleno salón. Todos los clientes hablaban de su cambio, de la delgadez extrema de su figura y lo poco carismático que se había vuelto. Ya no era la misma persona y los rumores de una recaída de su supuesta enfermedad, volvieron a mencionarse.

—No sé qué mierda le pasa, Jimin sigue siendo mi propiedad y debe cumplir con su maldito deber, pero no come, no duerme, no vive. ¿Se quiere morir?—preguntó al ahora peli verde por el tono decolorado.

—Cuando una persona está enferma, no puede vivir tan tranquilamente como tú. Este trabajo requiere mucho más que una puta sonrisa, no tenemos autonomía de nuestro cuerpo, somos títeres. ¿Te has puesto a pensar que harías en una habitación con un hombre que quiere meter el pene en tu culo sin importarle si te gusta o no?

El contrario palideció.

—Tú nunca vas a sentir lo doloroso que es.— sentenció acariciando la mejilla del rubio mientras este dormía.—Pasaron muchas cosas que tuvo que procesar rápido, la masacre que recibió, despedirse para siempre del hombre al que veía cuando escapaba, la muerte de la maestra y mi ausencia. Está solo ahora y eso le duele porque no hay nadie en quien pueda apoyarse, pero sigues exigiendo jornadas largas y muchas reservas.—suspiró cansado.—A este punto, él morirá de pena.

Después de la noche con Min Yoongi, Taehyung fue comprado para luego firmar su libertad y una constancia de matrimonio que no logró ver, pero que tuvo que asumir. Siendo libre podía divorciarse, pero el idiota que lo timó era lindo, adinerado y lo trataba como todo un rey, por lo que decidió aceptar el anillo y la luna de miel.

Ya era libre, pero visitaba cada día el burdel esperando ver a Jimin y así fue hasta que se negó a aceptar sus visitas.

—Debes olvidarte de este lugar, Tae.—dijo la última vez que le permitió reunirse.

Una semana después, Jimin fue ingresado al hospital de emergencia por un desmayo y posteriormente fue internado por posible anorexia a causa de depresión clínica o unipolar.

El suero conectado directamente al torrente sanguíneo lograba mantenerlo hidratado, su piel seguía estando pálida y parecía haber logrado descansar al salir del burdel, aun encontrándose en un hospital.

—Tienes que mejorar, hay esperanzas. Solo han pasado un par de meses desde la muerte de MiYoo. El abogado dijo que en un par de semanas más podremos conocer las últimas indicaciones de la maestra. Tengo fe en que JoonSuk no será el dueño del burdel.—comentó abrazando el cuerpo postrado en la camilla, no había mucha diferencia estando dormido o despierto, él no mostraba emociones.

Las raíces de su cabello natural ya se podían notar, no había luz en sus ojos, solo estaba sobreviviendo.

Taehyung no dejaba el hospital jamás, se mantenía día y noche, Yoongi se dio unas vacaciones en su empresa para poder ayudarlo un poco. Llevarle comida, ropa y pasar tiempo juntos mientras cuidaban de Jimin.

—¿Sabes dónde está él?—preguntó el menor, por primera vez en todo el tiempo juntos, se interesaba en el paradero de Jungkook.

—Está en Busan, tiene un familiar, se llama Hoseok.—nombró al chico haciendo memoria.—Me dijo que era hijo de una amiga de su madre, ellos se llevaban bien de pequeños y se consideran como primos, pero se mudó, por lo que no se volvieron a ver. Aunque después de lo que sucedió, le propuso vivir con él y aceptó de inmediato.

—No sé si sea prudente, pero podríamos informarle sobre la situación de Jimin. Solo por si hay complicaciones.

—¿Estás insinuando algo?

El menor comenzó a sollozar y este se apresuró a abrazarlo.

—Quiero pensar que todo está bien, pero le falta algo por dentro que no se puede obtener con medicinas.

—Me encantaría comprarlo, pero aún no me recupero del precio que pagué por ti y según tengo entendido, el suyo mucho más elevado. Tal vez podamos esperar un poco más, yo tendría que vender algunas propiedades, pero eso me bajaría de categoría y perjudicaría a mi empresa.—Taehyung negó rápidamente acariciando su mejilla.

—Ya has hecho demasiado, te agradezco por todo. Me diste algo que no voy a lograr pagarte durante lo que me queda de vida y es mi libertad. Gracias a eso puedo estar aquí, cuidando de él.

Yoongi mantenía comunicación con Jungkook, pero acordaron mantener el tema de Jimin lejos de cualquier discusión. Por su bien se había ido y supo que tampoco era feliz porque le costó levantarse de la cama durante dos semanas hasta que recibió la llamada de su amigo y no lo pensó demasiado.

Se despidió de él y de NamJoon, y partió solamente con ropa y dinero. La venta de la casa fue lo último en finalizar, por lo que la transacción estuvo a cargo de Yoongi y el dinero fue depositado en su cuenta bancaria, estando en Busan.

—¿Qué piensas hacer?—preguntó su amigo después muchas noches de desahogo.

—Creo que puedo abrir un taller aquí o trabajar en uno. Prometo encontrar un lugar donde vivir pronto, te agradezco por tu hospitalidad, pero no quiero aprovecharme de tu confianza.

—¡Hey! Somos amigos desde pequeños, no tienes por qué ser tan formal y te he dicho que si te quedas, podremos ahorrar más. Solo asegúrate de hacer lo que deseas, no tienes por qué volver a un taller mecánico, puedes aprender otras cosas. Ya olvida la tradición de tus padres, estás en Busan.

De camino a Busan, Jungkook visitó la cueva donde pasó una noche con Jimin y repitió la acción, aunque en esa ocasión sintió frío, soledad y tristeza.

Como un alma que recoge sus pasos antes de partir, buscó un poco de Jimin en ese lugar, pero después de fracasar, llegó a casa de Hoseok e inició por fin una vida sin una carga, sin presiones, solamente sería él intentando vivir.

Que tu cama sea mi hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora