Hay un dicho muy común en la sociedad, toda acción tiene consecuencias y aunque parezca que esto es real, no es del todo cierto ni tampoco es del todo falso.
Pensar que al hacer el bien serás recompensado es un completo fiasco y podemos evidenciarlo en el sufrimiento de tantas personas inocentes o que apoyan con un granito de arena a la sociedad.
Dar por hecho que hacer daño te llevará a pagar por tus pecados es también una forma de echarle la carga de la justicia al destino y nuevamente, este puede no tener ganas de ejercer su labor.
Aunque esto nos lleva a preguntarnos, ¿Quién realmente es el que debe ejercer justicia?
El que sufrió el daño y las personas que le estiman, las leyes humanas o el omnipotente Dios.
¿Quién? ¿Cómo? Y sobre todo ¿Cuándo?
Miles de veces escuchamos que las personas prometen cometer homicidios si lastiman a sus seres queridos y esto está bien visto por la sociedad.
Una persona que defiende a quienes ama, eso dicen, pero cuando el crimen es cometido, todos esconden el brazo de apoyo que alzaron y muerden su lengua cuando su opinión es requerida.
Somos mentirosos, somos hipócritas, somos embusteros, es nuestra naturaleza, destructores y muchas veces depredadores de nuestra propia especie, pero no estamos solos en esto, hay muchas especies que comparten el comportamiento de la humanidad.
Los delfines son un claro ejemplo, su inteligencia puede llegar a ser aterradora, matan por diversión. Cualquier animal que les sirva como distracción puede ser una de sus víctimas, ya que, los utilizan como pelotas de playa hasta la muerte.
Cuando desean copular llegan a matar a las crías de las hembras para que estas estén disponibles y puedan aparearse con ellos, por esta razón matan a bebés delfines hasta por precaución por si hay posibilidades de que la madre se encuentre cerca.
Si ellas no desean aparearse, son rodeadas por varios machos que las golpean si intentan escapar. Copulan por turnos durante aproximadamente una semana, no les importa si esta muere a causa de los golpes porque lo hacen por placer, no por hacer prevalecer la especie.
Mencionando como dato adicional que se drogan con las toxinas que emiten los peces globos al ser intimidados y torturados por los delfines para su beneficio propio.
Son animales temibles y destructores de especies por simple satisfacción propia, depredadores subestimados.
Nadie es del todo bueno por los que idealizar solo nos causa daño, nos saboteamos buscando ese referente que deseamos encontrar, pero no existe más que en sueños.
¿Qué tan bajo podemos caer? ¿Qué tanto se puede llegar a arriesgar? ¿A cuántas personas puedes confiarles la vida sin dudarlo?
—La madre de Gunwoo reportó a la policía que le enviaron unas fotos de su hijo, muerto. Las investigaciones indican que por lo que se puede ver en las imágenes, fue brutalmente torturado. Tenía incrustada una aguja en el ojo, la espalda a rojo vivo a causa de latigazos y quien sabe qué más. Es bastante impactante, pero merecía ese final.—soltó Taehyung.
Jimin separó un poco la bocina del teléfono de su oído para procesar la información.
—Está muerto.—pronunció con un tono de voz neutro.
—Más que muerto.—volvió a hablar su amigo.
—¿Ya tienen pistas del asesino?—preguntó con temor.
—El número del cual fue enviado, se reportó como robado hace dos años. No creo que sea fácil para ellos recolectar evidencias.—comento.—Seguramente vendrán al burdel y JoonSuk dirá una de sus estupideces para espantarlos, no temas, estaremos todos a salvo.
Un escalofrío recorrió su cuerpo e intentó calmarse para volver a hablar.
—Entiendo, hablemos más tarde, ahora estoy algo ocupado.
Luego de despedirse se sirvió un vaso de agua de la cocina y caminó de vuelta a la habitación.
—¿Todo bien?—preguntó Jungkook al notar la palidez en su rostro y este se apresuró a asentir.
—Taehyung me contó algunos chismes de la casa.—mintió.—Le dije que al volver tendríamos tiempo de conversar y entendió.
Jimin lo sabía, lo sospechó desde que volvió con la mancha de sangre, pero ¿No era eso justicia?
Merecía este tipo de final, pero sentía una opresión en pecho. Culpa tal vez por haberlo orillado a cometer un crimen.
Se quitó los pensamientos de la cabeza intentando convencer a su conciencia de que solo estaba generando hipótesis equivocadas.
Jungkook se mantenía acostado en su pecho escuchando los latidos de su corazón mientras Jimin seguía inmerso en el mundo de probabilidades.
—Me gusta esto.—pronunció el menor abrazándose a su cintura.—Eres cálido.
—¿Ya comprendes por qué pasó casi todo el tiempo en esa posición?—preguntó Jimin saliendo de su burbuja para prestarle atención.
—Lo entiendo a la perfección.—sonrió presionando su cintura para luego bajar un poco más acariciando su miembro.
—Me parece que esto no es precisamente a lo que me refería, pero me gusta.—bromeó bajando su brazo hasta lograr acariciar los glúteos del menor.—¿Quieres probar algo nuevo?—Jungkook asintió acercando su rostro para comenzar a lamer encima de la ropa mientras su cuerpo se acomodaba para practicarle una felación a Jimin, quien se encontraba totalmente complacido ante su iniciativa.
Bajó las prendas que le estorbaban y comenzó a masajear para aumentar el tamaño hasta que lo logró y se preparó para probarlo.
En primer lugar, lamió su glande para acostumbrarse al sabor y la sensación, unos minutos después se escuchaban los jadeos de Jimin quien disfrutaba del placer que le brindaba la lengua de Jungkook.
Lo tomó de los cabellos y embistió dentro de su boca varias veces, haciéndole lagrimear hasta que no pudo aguantar soltando sus fluidos en el interior bucal del pelinegro.
—Eso fue fantástico.—aseguró sin soltar su cabello. Jungkook respiraba entrecortado, intentando aclarar su garganta mientras sus ojos seguían llorosos.
Por alguna razón esto prendió sus motores más de lo común y lo soltó lanzándolo a la cama, subiéndose en su encima para besar su cuello.
—Muero por intentar estar arriba. Jamás lo he hecho con un hombre de esa manera.—La palabra mágica para el menor había sido lanzada al aire.
—Si duele no habrá una segunda oportunidad.—aseguró nervioso.
—¿Eso significa que habrá una primera?—bromeó recibiendo una nalgada del chico.
—Cállate o cambiaré de opción.
Jimin dejó de reír de inmediato volviendo a lo suyo.
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Que tu cama sea mi hogar
FanficEn un mundo donde hasta respirar tiene un precio, amar es un privilegio que no muchos pueden pagar. Pasar la noche con aquella belleza deslumbrante que nunca tuviste derecho a mirar, es un sueño completo. Tan adictivo como suicida, algo que para alg...