Wilhemina
Sus ojos perdieron un poco del brillo que tenían luego de que dije aquello, sabía que todo era muy pronto. La muerte de Daphne, el secreto que le ocultó acerca de lo que había entre ambas, que no haya pasado ni una semana y ya se encuentra en los brazos de alguien más, ahora esto...
No sabía qué tan sobrepasada podía llegar a estar hasta ahora, tenerla justo en frente de mi y verla lidiar con esta revelación me dejo en claro que las personas tienen un punto de quiebre.Siempre supe inconscientemente que Alassia era fuerte, es sólo que no lo había visto hasta este momento.
Desde que su madre murió tuvo que fortalecerse para seguir adelante, era sólo una niña que tuvo que crecer a la fuerza. Cuando la dejé... Quebrajeé su corazón un poco más de lo que ya estaba, y aún así tuvo que levantarse, sacudirse el polvo y seguir con la cabeza en alto. Y ahora Daphne, la persona que sanó todas las heridas yo que le hice también la dejó, y sé que la quiere mucho, que siempre lo haráp, por alguna razón siente culpa de haberle mentido.-¿Cómo lo sabes?- Preguntó con su mentón algo tembloroso.
-Luego de dejarte en el hospital regresé aquí, él también estaba en la casa, se encontraba mirando la televisión. No quería socializar con él, así que me dispuse a subir las escaleras cuando vi que en un reportaje aparecía el accidente de Daphne. Me detuve un momento y entonces me lo confesó.
Me dijo que era una manera de advertirte, quería enseñarte de lo que es capaz de hacer si se meten con algo que le "pertenece".
Esa noche fue cuando me hizo esto.- Señaló el corte al costado de su cabeza, entonces volví a verlo con mayor meticulosidad.- Creí que curaría más rápido pero al parecer es profundo, quizás por eso parece una herida reciente.- Me llevé mi mano al rostro intentando encontrar la pequeña ranita con relieve que sobresalía del resto de mi lisa piel.- Cariño... Lo siento, en serio perdóname. Sé que me necesitabas a tu lado, sé que me dijiste que esta era la última oportunidad que me dabas y que la estoy desaprovechando... Es sólo que... Al igual que cuando me fui, sólo estoy buscando protegerte.No sé cómo ponerlo en palabras para que me comprendas, pero... Eres lo único que tengo en este mundo, la única persona a la que amo con desesperación, la única por la que entregaría mi propia vida sin siquiera pensarlo.
Tuve todo y nada a la vez Lizzie, pero aún así daría todo lo que tengo sólo por verte sonreír...- Sus manos se entrelazaron con las mías de manera dulce, las llevó a sus labios para depositar besos sobre el dorso de las mismas mientras que sonreía melancólicamente.- Te adueñarse de mi corazón desde el primer momento. Tu forma de llevarme la contra, de desafiarme... Eras un desafío que yo tenía que cumplir, y cuando menos me lo esperé... Ya me había enamorado de tí, a pesar de que no quería que eso sucediera porque era imposible que tu me vieras como algo más que tu monstruosa rectora. Temía que las cosas acabarían con mi corazón roto y tú en los brazos de alguien más.Sentía los celos más grandes del mundo cuando te veía con Tara o con esos gemelos revoltosos, y en mi mente estaba convencida de que yo no te gustaba de esa forma, pero inevitablemente siempre me encontraba hablándote o buscando hasta la más mínima excusa para estar cerca de tí.
Dios... De un momento a otro pude sentir lo que Cordelia me provocaba sólo que esta vez a una intensidad muchísimo más fuerte.
Supe que estaba perdida, ya me había enamorado y no había vuelta atrás. Me prometí que esta vez no dejaría que las cosas acabasen como lo hicieron con Bianca o con Delia. Me aferré a esa sensación, y juré que te protegería incluso si significaba que yo debía pagar el precio por ello. Me salvaste en todos sentidos en que se puede salvar a una persona Lizzie... Y no dejaría ni dejaré que nadie te dañe nuncas porque lo eres todo para mí.- Tenía los ojos algo húmedos, las lágrimas provocaba que viera doble de todo pero con sólo pestañear unas cuantas veces mí vista volvía a acomodarse.
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Efecto Ivermony
FanfictionPara muchos estudiantes Wilhemina será su más grande pesadilla y les dará motivos para temblar. Pero, quizás Alassia no aplique a la regla. "(...) Quién hubiera dicho que a la profesora más temida de la institución, inalcanzable, fría, distante, abr...