Acabo de llegar a la biblioteca, gracias al cielo llevar el apellido Sforza abre muchas puertas y esta es una de ellas.
El bibliotecario me ha explicado que aquí no permiten el paso de las damas pero al ser la futura Duquesa de Milán las cosas cambian. Que pena que no todas las mujeres tengan la misma suerte que yo.
Al menos aprovecharé está oportunidad, el bibliotecario me ha indicado hacia donde debo dirigirme hace tan solo un mes que llegaron los libros que busco y aún no ha tenido tiempo de catalogarlos.
Unos minutos después me encuentro en una habitación, una especie de almacén. Busco sobre la mesa que hay en el centro de este habitaculo. Los situó rápidamente, cojo una silla y me siento. Abro el primer libro, este es el libro de los muertos, no me sirve pero en otra ocasión me gustaría leerlo el segundo libro tampoco es el indicado.
A la tercera va la vencida aquí están los símbolos y la letra a la que corresponde en italiano, se ve que es una traducción reciente ya que es un libro muy nuevo.
Saco la carta de mi bolsa y comienzo con la traducción.No vuelvas a Florencia os están buscando, confía en mí yo te avisaré cuando las aguas estén calmadas.
No entiendo porque no lo ha escrito sin cifrar, no dice nada raro, tengo que volver a mirar la carta hay algo que me he debido de perder.
De un momento a otro recuerdo algo que me enseñó mi tía, ella lo llamaba el lenguaje secreto de las palabras. Es algo que hacía con mi madre, cuando querían contarse cosas y no querían que nadie más se enterara.
Cojo la primera palabra de cada frase y la escribo en un papel, después de unos minutos ya lo tengo completo, lo organizo y lo separó por palabras.
Margherita está muerta, sus asesinos ya son conocidos vuestros. No regreses y cuidad vuestras espaldas.
Con razón no volvía esa mujer a casa, mi padre no debe de saber nada y casi mejor porque de otra manera estaría en peligro.
No entiendo porque nos buscan a nosotros, tuvimos cuidado. No creo que esa secta sea la culpable, cómo no sean los de la orgía de sangre? Pero ellos nunca supieron de nuestras identidades, igual que llegamos nos fuimos. Mi tía a Sido clara en su explicación nosotros sabemos de quién se trata. Lo que no logro entender es porque les interesa tanto que nosotros desaparezcamos de la faz de la tierra.
Esto parece que nunca se va acabar...
"No he tenido ya bastante Dios mío"
Ni en veinte vidas podría haber visto y descubierto tanta maldad. Recojo las cosas y me marcho con sigilo de la biblioteca, vuelvo para la casa sin pararme en ningún sitio. Ahora tengo y esperar a que mi padre y el doctor lleguen a la casa. Los problemas se resuelven mejor de uno en uno.
***
A la mañana siguiente
Un carruaje llega temprano, salgo a la puerta corriendo esperando ver la cara de mi padre y de mis hermanos.
Para mí suerte no se trata de ellos sino del doctor, lo recibo amablemente y lo hago pasar a la casa. Pronto llegan a nuestro encuentro mi esposo y mi suegra. Estos se llevan al doctor y le explican la situación. Poco después el mismo pasa a la habitación donde se encuentra mi suegro y lo examina.
Dentro de la habitación solo está el doctor y el paciente. Hay que dejarlo trabajar con tranquilidad y eso es algo que al menos por el momento le podemos dar.
No sé cuánto tiempo ha pasado desde que el doctor entro en la habitación pero supongo que al menos unas horas. Estoy asomada a la ventana cuando otro carruaje se detiene en la entrada. Un hombre mayor baja con un bebé en brazos y un niño de la mano. Ahora sí salgo corriendo a si encuentro.
Los abrazo los beso y después de un largo rato los hago pasar. Los niños están cansados y mi padre también por lo que los llevo a sus habitaciones. Prometiendo llamarles para la hora de comer ahora lo importante es que descansen.
Llaman a la puerta, como soy la que más cerca está voy a abrir yo.
Mi padre y los niños descansan de su largo viaje y el doctor acaba de terminar de ver a mi suegro. No de muy bien como descifrar su cara, mi esposo y mi suegra pasan al saloncito. Le dejo una sonrisa a mi esposo y me dirijo hasta la puerta.Abro la puerta y no veoo a nadie quizás se trate de una broma. Últimamente a los chiquillos les ha dado por tocar las puertas y salir corriendo. Cuando voy a cerrar la puerta veo un paquete. Lo sostengo y veo como gotea de el un líquido rojo. Además de eso huele fatal, lo vuelvo a dejar en el suelo con la intención de que uno de los criados lo tire a la basura pero otra vez de nuevo mi curiosidad es mayor.
Me arrodillo y lo abro con cuidado, doy un pequeño grito al descubrir lo que se halla en su interior. El interior del paquete hay una cabeza de cabra sin ojos y sin lengua, los gusanos están pegados a su piel, siendo esto una visión mas que desagradable, además de una nota pegada en el interior de la caja. La leo bajito no quiero que nadie pueda escucharme.
Cuida lo que ves y lo que dices quizás sea la última vez que lo puedas hacer...
Cierro la caja y yo misma la llevo a la basura, no quiero que Alesso se entere de esto al menos por el momento. Tampoco se a quien va dirigida está amenaza. Debe de ser para mí o para Alesso ya que dudo que este dirigida a alguno de mis suegros.
Esto me empieza a sobrepasar, tengo que hablar con mi esposo, lo mejor será marcharnos o contratar seguridad pero la idea de irnos no sé si es tan buena por una parte ahora contamos con tres niños a nuestro cargo y por otra la salud de mi suegro no es la mejor en estos momentos. Estoy en una encrucijada.
No me siento con fuerzas para hablar con Alesso en estos instantes, se le veía tan ilusionado con la llegada del médico que otra mala noticia le partirá el corazón.
Esperaré a mañana y de nuevo pondré las cartas sobre la mesa, está es una decisión que debemos tomar los dos. No pondré en peligro la vida de los niños o la de mis suegros... Sea como sea esto tiene que terminar de una vez.
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Matrimonio por contrato
RomantikItalia 1807 El papa Pío VII tiene un nuevo capricho casar al hijo díscolo de los duques de Milán, con una señorita de intachable virtud. Cuál es su sorpresa al conocer a Francesca hija de su mayor proveedor de vino, ella es la indicada, católica, be...